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Volviendo a la isla. Respuesta editorial

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».-Buenos días. He valorado su amable proposición para la edición de mi libro «El culo del mundo estaba sucio” o algo parecido, que más da. Como les digo, he leído con muchísima atención su carta y no puedo negar que al principio se me dibujo una sonrisilla de conmiseración cuando alabaron la frescura de mi estilo y el rigor literario de mi prosa.  Yo también he comentado libros que no he leído y hasta los he presentado públicamente. Ya no hago eso, eran arrogancias de la juventud. Entonces todo lo fiaba a mi verborrea y a mi […]

Volviendo a la isla. El siglo pasado

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Si escuchábamos hablar de Jimi Hendrix, podían pasar dos años antes de que supiéramos cómo tocaba la guitarra eléctrica aquel negro maravilloso. Así era la vida. Yo admiraba a Hendrix antes de haberlo escuchado. ¿Parece raro? No lo era tanto entonces. Ahora el conocimiento puede ser instantáneo como el café. Bastará con escribirlo en el buscador de nuestros teléfonos inteligentes y tachín…Ahí tienes todo lo que necesites saber sobre ese u otro personaje cualquiera. Puedes escribir el mismo día que lo conoces- a Hendrix, por ejemplo- un bonito artículo sobre su destreza musical, sobre su vida […]

Volviendo a la isla. Nos controlan. Polonia

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Irse a Varsovia con este frío y en estas fechas es cuando menos arriesgado. Pero siempre he sido un aventurero, lo que sucede es que disimulo bastante bien esos atavismos y también es cierto que la edad me ha sedentarizado y me ha vuelto muy previsible. Pero necesitaba un cambio este año que ha terminado hace nada, un desapego de lo que uno considera primordial. Un salto, como si dijéramos, al vacío.  Ya sé que Varsovia no es Uganda y que, aparte de los fascistas polacos y del puto virus pandémico, los peligros de esa bonita […]

Volviendo a la isla. Paraguas navideños

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Lo bueno de los días festivos son las vísperas. El viernes que va caballerosamente cediendo el paso a la alegre claridad del sábado. La nochebuena que se conforma con que mañana es Navidad, renunciando a su propia identidad, pregonando que lo importante es mañana, es decir; hoy. Pero hoy, pese a la promesa de la nochebuena, la mañana se ha puesto la lluvia como sayo y una humedad que cala los huesos acaricia las pocas caras- de nuevo enmascaradas por ley- con las que me he podido encontrar  por las calles.  Llueve tan poco, con tanto […]

Volviendo a la isla. Trascendencia

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski» .-Ayer vimos la mueca espantosa de un gato muerto en la carretera, atropellado seguramente por un coche.  Nos quedamos un instante mirando esa cara, la del gato, esa convulsión última y ese caos expresivo a medio camino entre el estupor y el espanto, y no sabemos a qué mundo pertenece esa expresión, si al mundo de los muertos o al mundo de los vivos.  Yo creo que al de los vivos porque guarda todavía el punzante destello del dolor y los muertos no tienen nada, ni siquiera dolor. Pero no puede ser al de los vivos […]

Volviendo a la isla. Cómo le corto el pelo

Juan Antono Gallardo «Gallardoski».- Las dos preguntas básicas en la peluquería son si me voy a cortar a tijera como los maduros o con maquinilla, como los adolescentes que no tienen miedo ninguno a las arideces capilares. La otra es cómo me peino. A la primera cuestión respondo siempre que a tijera, por el amor de dios. Y a la segunda que no me peino, que para lo que va quedando con disimular un poco las entradas ya me doy por satisfecho.  Una vez resuelto este protocolo, la muchacha que se encarga de arreglarme la cabeza- la zona de fuera, […]

Volviendo a la isla. No he visto

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- He visto a un perro más grande que yo corriendo por la orilla, persiguiendo tontamente a las gaviotas que apenas se asombraban  de la corpulencia canina y menos de sus ladridos tan familiares. Casi cotidianos.  He visto a una pareja de jóvenes caminando a pocos metros del perro- sería suyo- abrigados como para irse de fin de semana a Laponia. El brazo del chico sobre el hombro de ella y ella agarrada a la cintura del muchacho. Componían una bella postal todos ellos; perro, gaviotas, pareja y orilla.   He visto a una señora en el café, […]

Volviendo a la isla. Maestro Liendres

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Uno, a veces se cree que tiene mala suerte. Pero para mala suerte, la que ha tenido este señor que con el capó del coche abierto se ha dirigido a un servidor con la siguiente pregunta :  -Perdone ¿Usted entiende algo de mecánica?  Así se lo he dicho:  -Vaya, hombre, qué mala suerte ha tenido usted y mira que hay gente por la calle.  Una vez leí algo sobre la mecánica de los fluidos y sé pronunciar con gran convencimiento las palabras “Delco” y “Junta de culata” porque las he oído por ahí. También sé que […]

Muere la escritora Almudena Grandes a los 61 años

[…]en la paz» organizado por IU y fue presentada por el poeta y escritor Juan antonio Gallardo «Gallardoski» y María José Robles licenciada en Filosofía y letras. Anteriormente, en agosto de 2014, e invitada por el Club de lectura Mardeleva, presentó su libro «Las tres bodas de Manolita» En agosto de 2011 presentó en nuestra ciudad su libro «Inés y la alegría» en otro «Encuentros en la paz» organizado por IU. Almudena Grandes (Madrid, 1960) ha fallecido este sábado a los 61 años de edad por un cáncer. La autora de obras como Las edades de Lulú (1989), Malena es un nombre de […]
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Volviendo a la isla. Muchas dudas

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski» .- Pues aparte de esta costumbre de acercarme a la gente los domingos, uno escribe otros días de la semana. Las poesías, las coplas, qué sé yo, también muchas reflexiones. Esta que viene ahora la puse en el Facebook, porque pensaba que ya vendrían a sentarse las musas como un coro griego a mi lado para el artículo del sábado.  Yo sé que si me pongo a juntar palabras sale algo, es pura magia. Así que no administro el caudal literario (la verborrea, ya, ya) Pero, para mi sorpresa, este artículo que van ustedes a leer […]

Volviendo a la isla.Un suspiro

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski» Para Salvador y Carmina y su generosidad.  El lunes me invitaron a participar con mi guitarra en un homenaje. Se trataba de una suerte- más bien de un amago- de fiesta post mortem que le hacían unos amigos a otro amigo, recientemente fallecido. Leandro, que así se llamaba el homenajeado, había querido que fuese así la evocación de su figura; una fiesta, un brindis por la vida que él ya había consumido trago a trago, canción a canción, beso a beso… Yo no sé qué quiero para ese día. De momento quiero que tarde mucho- ese […]

Volviendo a la isla. Informática y erotismo

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».-Me he peleado con el ordenador. Lleva unos meses haciendo tonterías, yendo a su bola y cuando yo escribo en la opción de buscar archivos de Word “Poemas” él traduce “Problemas”  Me enfado mucho y vuelvo a escribirlo, tratando de domar esta pesadilla del corrector que en mala hora me dio por instalar. Los poemas no aparecen por ninguna parte, los problemas están por todos lados. Clasificados con un número y una letra: Problema 1- A, Problema 2- B y así hasta la G, de Gallardo, mi apellido. Debí darme cuenta del desatino la noche absurda en […]

Volviendo a la isla. Ayer, hoy y mañana

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Para Luis Rodríguez y para Martina. Tienen los platos, los tenedores, las cucharillas, el menaje del hogar para entendernos, un no sé qué de memoria inmediata.  Ese grano de arroz que se ha pegado en una esquina de la porcelana testimonia que anoche tuviste apetito y en vez de nuestra frugalidad acostumbrada a la hora de la cena, se te antojó la guarnición de arroz tres delicias rodeando como un ejército de cereales la soledad de un huevo frito que, por cierto, también ha dejado sus marcas amarillas, un ADN de la víspera que ahora, mientras […]

Volviendo a la isla. Marco Aurelio

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Que un hombre de mi edad -y para ponernos serios de mi extracción social- haya estado esta mañana de sábado leyendo, creo yo que con aprovechamiento o como mínimo con gran regocijo “Las meditaciones” de Marco Aurelio, podría ser considerado como una extravagancia.  Tal vez por ese motivo no ha dejado de interrumpirme el teléfono.  ¿Pero tú, qué te has creído? ¡Marco Aurelio, uno del Palomar! Y ni siquiera está majareta, o no del todo, porque cualquiera sabe… – Y ha sido el teléfono  con sus noticias del mundo del trabajo, de lo cotidiano, de la […]

Volviendo a la isla. Columna arrinconada

Juan Antonio Gsllardo «Gallardoski».- Las señales del más allá tienen, por lo general, un componente de cachondeo místico que, a poco que indaguemos, se manifiesta para ruborizarnos ante esa urdimbre de falacias a la que nombramos “lo desconocido”  Cómo podremos tomarnos, si no en broma,  aquello de “vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero que muero, porque no muero” con la que la santa interpelaba a dios padre o, a lo mejor a un novio secreto. No sé si será por el signo de nuestra época, pero a mí me suenan a coña marinera esos versos.  Si […]

Volviendo a la isla. Desconocidos amigos

. Juan Antonio Gallardo «Gallardoski» . Llevo años viendo a esta pareja, deben andar por los ochenta. Antes iban a tomar su té a la cafetería que yo frecuento y saludaban cada uno a su manera; ella con gran efusión. Y él conuna suerte de gesto de aprobación parecido a la simpatía, miraba hacia mi mesa, por encima de las gafas de pasta y decía silabeando y exagerando las eses como hacen los extranjeros “buenos tardes”Yo siempre andaba leyendo algún libro. A esas horas en las que la mugre de la jornada laboral todavía no se ha quitado del todo […]

Volviendo a la isla. Prejuicios.

Juan Antonio Gallardo » Gallardoski».- La célebre flama británica se abisma en las gasolineras. La gente -por muy británica que sea- termina a mamporros en cuanto se siente amenazada. Si las tristes imágenes de esas pendencias nos llegaran desde el Ecuador, diríamos que claro… que estos indios no conocen civilización ni mesura, que pese a la gloriosa evangelización de nuestros ancestros, sigue el salvaje solapado en lo más hondo.  Mi amigo, el poeta peruano Antonio Cillóniz, cuando la indignación por algún asunto lo sublevaba y lanzaba un improperio gordo, solía decir: “me salió el indio” Él lo decía en tono […]

Volviendo a la isla. Imposturas

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Tampoco es que pusiera uno mucha atención al espabilado que peroraba por la radio, pero me pareció escucharle afirmar con esa pomposa rotundidad que caracteriza a muchos de estos especímenes,  que el pasado  lunes a las ocho más o menos en punto de la tarde, la lava volcánica llegaría al mar.  El que afirmaba tal cosa era  un plumífero, uno de los “sospechosos” habituales de los medios de comunicación, mas; lo sorprendente es que justo al lado suyo había otro tipo que decía ser vulcanólogo diplomado y que corroboraba la hora incluso con más exactitud que […]

Volviendo a la isla. Lo que es hasta despertar

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».-Qué pendencias desconocidas resolvemos durante la noche para amanecer así; con los ojos hinchados, la cabellera -el que la tenga, al que le quede- despeinada como si nos hubiésemos peleado con un gato salvaje y la boca seca como si hubiésemos la vigilia vagado por el desierto del Sahara en busca de un Oasis.  Algunas veces con un dolor de espalda tremendo (es el colchón decimos para engañarnos y disculpar a la edad y a la fatiga de músculos y huesos) Otras moqueando como un tarado y los que fuman, tosiendo advertencias y negros presagios del humo […]
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Volviendo a la isla. Hace veinte años

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- A esa pregunta tópica de dónde estabas tú cuando cayeron las torres gemelas en Nueva York, responde uno con cierta pesadumbre; en una oficina, de contable y delante de la pantalla de un ordenador.  Más o menos igual que hoy día, veinte años después.  Fue ella la que me llamó por teléfono, de fijo a fijo que era el año 2001 y todavía no había en las casas más móviles que gente.   Todos nos quedamos perplejos,  y en aquella  antigua fábrica donde la producción sólo se paraba los días de feria y cuando ganaba España algo […]

Volviendo a la isla

Juan Antonio Gasllardo «Gallardoski» .- Tiempos modernos  ¿Ha declarado usted al fisco sus misérrimos ingresos por los cuatro libros de mierda que ha vendido el pasado ejercicio? Ah, intelectualillo de aldea con esas ínfulas de Baroja a lo pobre, le empapelo.  Pues no, caballero, permita que le informe de que no tiene derecho a esa ayuda de la beneficencia, porque el ministerio se equivocó  y le ingresó más euros de la cuenta la otra vez que anduvo usted en la puta miseria y usted, en lugar de devolver diligentemente aquellos pocos euros, se los gastó en pagar la luz o […]

Volviendo a la isla. Calzada jonda

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski» .- Cuando se celebró el concurso de cante jondo de Granada en 1922, Lorca tenía veintidós años. Su implicación en aquel festival condicionó para siempre su poesía como demostraría más tarde con su “Romancero gitano”  (1928) pero sobre todo con el “Poema del cante jondo” escrito mientras preparaba con Manuel de Falla el concurso que sigue marcando uno de los primeros acercamientos de la –así llamada- alta cultura a este género considerado hasta entonces menor y patrimonio casi exclusivo de los gitanos.  De eso hace prácticamente un siglo y continúan todavía los rostros de los hombres […]

Volviendo a la isla. El final (del verano)

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Algunos veranos, durante la segunda quincena de agosto, nos veníamos a Sanlúcar a pasar unos días en la casa de mi abuela. Llamar veraneo a aquel menesteroso desembarco familiares exagerar más de la cuenta.El ochocientos cincuenta rojo y con cinco puertas (especial de lujo, se llamaba el coche aquel,oiga) arribaba hasta la calle Sevilla del barrio alto sanluqueño como una diligencia cargada concolchones, bolsas de ropa que eran harapos veraniegos de un año para otro y unos prismáticosque siempre nos acompañaban en las mudanzas y viajes, una fantasía de mi viejo quepretendía avistar desde la orilla, […]

Volviendo a la isla. Patrimonios

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Realmente nos acostumbramos a todo. Véanse estos dos años de locura pandémica, lo que hemos cambiado. Cuando veía yo a un japonés pasearse por Tokio con una mascarilla, pensaba “anda que no están locos estos nipones” y mira ahora.  Nos acostumbraremos a los postizos que les pongan a los edificios históricos y a poco que pase el tiempo formarán naturalmente parte del entorno.  Es decir; se convertirán en históricos ellos solos, con la ayuda del paso inexorable de las décadas sobre el  ladrillo. Pero da un poco de pena que se pierdan los emblemas arquitectónicos de […]

Volviendo a la isla. Instrucciones para ser un capullo

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski» Usted también puede, si le pone un poco de interés al asunto, convertirse en un verdadero capullo. En uno de esos especímenes de la especie que dios o su asalariado más célebre; Satán, crearon el día que el peyote florecido allá por los viejos campos del norte del lindo Méjico les sentó falta y dijo Dios, ciego de psicotrópicos; – Hoy tengo ganas de hacer alguna diablura.  Y Satán, claro está, atento a una oportunidad para sobresalir en aquella congregación de ángeles mustios y obedientes, exclamó; ¡ ¡Esta es la mía!  Y de la costilla de […]
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Volviendo a la isla

Juan Amntonio Gallardo «Gallardoski».- El vienes estuvimos en la presentación de “Para que vuelvas  hoy”  la última novela del escritor Eduardo Mendicutti.  Una deliciosa muestra del talento narrativo del autor donde se dan cita, como es habitual en él; la destreza evocativa,  el humor, la sátira social y la finura léxica. Pero todo esto luce esta vez enriquecido  por algunos hallazgos poéticos conmovedores, que tal vez,  sean consecuencia del hermoso suceso que dio lugar a la historia que no deja de ser melancólica: La fugaz, pero determinante,  relación del poeta Marcos Ana, tras salir de las cárceles franquistas (esas que […]

Volviendo a la isla

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Me he parado en la baranda del paseo marítimo. Esmeralda lucía el mar a las siete y media de la mañana. Éramos pocos y casi seguro que la mayoría, teniendo en cuenta la edad, ya vacunados con la doble dosis. Se ve  que los jóvenes deportistas esperan un poco más para salir a violentar la naturalidad de sus cuerpos con ejercicios forzados y anatómicos malabares.  De los que estamos tan temprano y bien pautados, supongo que cada uno va pensando en lo suyo. Yo si me dicen buenos días contesto. Si no me dicen nada me […]

Volviendo a la isla

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski» .- Un paseo por Sanlúcar Si a la amistad que ya vale su peso en otro, le añadimos, además, unos quilates de admiración, a ver quién es el guapo o la guapa que se anima a deshacer el vínculo. Esto es lo que a uno le pasa con su primo, amigo, y cómplice en tantas- y de tan varia intención- vicisitudes, locuras y proyectos, les hablo, quién me conoce lo sabe, de Jota Siroco.  Este verano que recién principia con los primeros días de verdadera canícula estival, Siroco le regala al pueblo de Sanlúcar un bello […]

Volviendo a la isla

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Comercio local Los centros comerciales son todos iguales.El de Abu Dabi (saludos, ciudadano Borbón, aquí si tiene algo de vergüenza todavía, leesperamos para ponerle la cara colorá) decíamos antes de esta leve digresión republicana, queel Abu Dabi es por el estilo al de Jerez de la frontera o al de Sanlúcar, si no anduviera este tandesangelado por la fuga de las tiendas de ropa.Todos por el estilo, tendrán unos más bolsos de lujo y otros más restaurantes franquiciadoscon las mismas tapas y los mismos uniformes de los empleados, como un ejército delprecariado de todos los países […]

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Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Desobediencia. Es verdad que las prerrogativas gubernamentales que se trasladan a la ciudadanía, cuando se anuncian así, líricamente, parecen siempre un poco cursis.  El presidente quiere dar buenas noticias tras tanto desastre y, además de un incipiente mechón disimulado de canas allá por el flequillo, se le ha puesto tierna la faz y va por las tribunas defendiendo alegrías, como Benedetti.   Malicia uno que el consejo de ministros y una vez periclitada la etapa del aguafiestas Pablo Iglesias con sus diatribas y sus regaños, ha ordenado la consigna: Alegrías para el cuerpo, noticias de puta madre […]

Volviendo a la isla

¿Por qué no os portais bien? Para Serigne Mbayé Juan Antonio Gallardo «Gallardoski»Tenéis una manera de ser rayana en la extravagancia, cuando no en el delito.  Comprended que no es fácil mantener nuestras teorías sobre la superioridad racial y toda esa mierda cuando pontificamos desde nuestro metro sesenta barrigón, con lunares con pelitos,  con las barrigas gordas y nuestras alopecias, vuestra inferioridad étnica. Sois, para empezar, jóvenes y fuertes y dais un poco de cosa cuando aparecéis por las calles con esas ropas occidentales que os sientan divinamente a los chicos y las mujeres con esas Kangas de bellos estampados, […]

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[…]verano sanluqueñoNo le toques ya más, que así es la rosa! J.R. JIMÉNEZ Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Temeroso de que estropeen la rosa de la vida a base de manoseos y de intentar arreglar lo que por sí mismo fluye naturalmente, sin necesidad de intervenciones, casi siempre torpes y desafortunadas, presentaré este proyecto de verano sanluqueño en la oficina de asuntos inviables, donde tan bien se me conoce.  Estimado Señor Delegado de belleza municipal y de íntimas melancolías: Por la presente le comunico a su excelencia, o lo que usted quiera que use como tratamiento para dirigirme a su excelsa […]

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Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Los unos y los otros. Tenía que hacer una compra. Una cajita de clips labiados (qué bonita manera de nombrar esos sujeta papeles; labiados…) y un bolígrafo de punta fina para mis endechas que me gusta a mí manuscribirlas. Poca cosa como ven, pero qué amabilidad la del joven que tras el mostrador se afanaba porque se fuera de allí cada cliente con su mercancía y con  una sonrisa, también labiada, pese a  las máscaras.  La señora que iba por delante de mí, era una de esas mujeres a las que se les puso una mañana […]

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Cantos de vida y esperanza. Juan Gallardo «Gallardoski».- Olvidaremos esta locura pronto, ya casi pertenece al territorio mítico del pasado la soledad que vivimos hace nada, un suspiro. Aquellas calles desiertas ocupadas por la alegre barahúnda de los pájaros, aquellas terrazas vacías, aquellos agónicos carteles que anunciaban “comida para llevar” como último recurso comercial de aquellos hosteleros que no tenían, precisamente,  otra forma de llevar comida a sus casas. Los supermercados y su bullicio de carritos de la compra, los protocolos, las manos limpias y casi traslúcidas, los paseantes de perros, los perros paseando. El trayecto hasta el contenedor de […]

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Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Cultura y ocio. Al margen de esa extraña manía de poner por las calles del centro de la ciudad  cartelones religiosos, que pareciera que se hubiese vuelto loco un obispo , podemos seguir con este viaje al pasado que se ha empeñado la delegación de cultura y fiestas solazándonos con el maravilloso anuncio de que vuelven los espectáculos en directo este verano y tendremos folclorismo cañí a punta de pala, carnaval que bueno; vale, pero sobre todo largas noches de sevillanas en la plaza del Pino.  Supongo que será en la plaza de toros, la misma […]

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Pobre Jerusalém. Juan Gallardo «Gallardoski».- El estallido de esta nueva  represión atroz- me niego a llamar guerra a una banda de pirados con tirachinas y cohetes enfrentándose a una banda de fanáticos bélico/religiosos que posee uno de los ejércitos más poderosos de la tierra- ha sido consecuencia de la orden  de desalojo contra decenas de familias palestinas en un barrio de Jerusalén Este.   Nos negamos siempre a nombrar guerra a lo que hizo la ETA contra el estado español.  Mafia, terrorismo, lo que sea menos guerra, porque esa calificación dotaba de cierto prestigio a la banda armada.  Ahora bien; cuando […]

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[…]a tanto,  pero casi. Por cierto, esta cita ya la hemos soltado por ahí alguna vez.  Te repites Gallardoski, te repites y te das una importancia que ruboriza a propios y a extraños. A quién le interesan tus tonterías cotidianas, a quién tus líricos devaneos, a quién tu monserga “antifa” A quién el rosario largo de tus manías, neurastenias y fracasos.   Pero uno no escribe para aquellos que afilan el colmillo, ni para los fachas que mandan mensajes borricos, ni para los que se alivian en las redes sociales provocándonos incluso una sincera carcajada  cuando ante nuestra demostrada elocuencia, resumen […]

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BUEN ROLLO Gallardoski.-Parece que nadie me hace caso, pero qué va. Están pendientes de mí, como del  oráculo, y cuando se me ocurre algo, un espía que tienen y que me sigue cuando camino por el paseo marítimo escuchando música, toma notas en una libreta con páginas de rayitas y se las pasa a las fuerzas vivas del pueblo.  Hay veces que las ocurrencias ni siquiera las expreso en voz alta o las pongo por escrito. Simplemente las pienso, pero da igual, porque como creo que me han inoculado el chip prodigioso en el ibuprofeno y malicio a un esbirro […]

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El brujo y la esperanza Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».-Una vez fui a ver a un brujo. Acompañaba a una persona mayor que creía en esas cosas y ese es el primer paso para que un brujo practique sus encantamientos: la buena disposición del creyente, también conocido como “cliente” Había para ver al brujo una cola considerable. Gente sencilla que fiaba su suerte a las estampitas y a los escapularios y que, a pesar de las milagreras imágenes, seguramente necesitaba algo más rápido que el Juicio Final y el perdón de los pecados. Acaso unas predicciones expresas que les permitieran conservar, […]

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Un tenderete Juan Antonio Gallardo «Gallardoski»El espacio que ocupan normalmente las amigas y amigos de una plataforma que afirma, en ripio, aquello de que “gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden” ¡Qué le gusta a la militancia un ripio! Decíamos que ese espacio natural de las reivindicaciones necesarias y justas andaba estaba mañana ocupado por una mesa del partido de la extrema derecha Vox.   Normalmente no miro hacia ningún tenderete por si me piden la firma o me dan la chapa, pero no pude evitar echarles un vistazo hoy a estos del Vox. Podríamos decir que para ficharlos, por si […]

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Primaveras Gallardoski.-Hace un año miré llegar la primavera desde una terraza, desde una azotea y me hice amigo de los pájaros urbanos y de algunos otros más silvestres y desconocidos que aprovechando la ausencia de seres humanos  y las calles desiertas, se vinieron a  posar en mi ventana.  Hace un año todavía no dábamos crédito a lo que nos estaba sucediendo. Cada día una prohibición, cada jornada una tragedia, cada noticiario un drama.  Algunas noches, cuando el silencio era tan absoluto que dolía, llegué a sentir miedo. Por los míos, porque la enfermedad y la muerte nos condenasen a la […]

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Iglesias crepuscular Gallardoski.-Produce la ceguera para con uno mismo hasta cierta ternura. Nos preguntamos si es posible que no se dé cuenta de que sus dones antiguos en el territorio de la dialéctica suenan hoy más falsos que un euro de madera. Si de verdad no es consciente de que casi toda la izquierda está de él hasta ahí.  De la derecha mejor no decimos nada. Tonterías ha dicho a punta pala,  vale, quién no a su edad y sin estar sometido a esa exposición pública que, por otra parte, le gusta tanto y  lo pone más cachondo que unos […]

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Molestar lo menos posible Gallardoski.-Yo quiero molestar lo menos posible. Con esta divisa iría uno por la vida y hasta por la muerte si nos ponemos estupendos.  Sería, de hecho, un bonito epitafio. Encontrarse, si acudiera un deudo a visitar nuestra última morada, escrito en la piedra este lema nos daría un prestigio póstumo de puta madre. Aunque, para entonces, a quién le importa.  La frase no es mía, la ha esgrimido como un salvoconducto un señor en el banco esta mañana.   -Señorita, yo quiero molestar lo menos posible, le dijo a la cajera. Y me lo repitió a mí, […]

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¡AY DE LO QUE HAY!  /Gallardoski.-Hay quien para solidarizarse con alguien que lo anda pasando mal encarga un informe a los servicios secretos del bloque, barriada o pedanía. Investiga los orígenes del desgraciado, los posibles vicios que le condujeron al desastre y si la ruina en la que vive es cosa de la mala suerte o de la mala cabeza y de las  oportunidades perdidas.  Este escrutinio tiene como objeto tranquilar  la propia conciencia, poder decir no doy porque no lo merecen.  Este escrutinio no es más que una coartada para la cicatería y el desprecio y lo saben, y […]

Juan Antonio Gallardo Gallardoski

[…]discos.  De él, de su escritura, han dicho:  “Las pequeñas historias que nos cuenta Gallardoski están llenas de amor por la vida y de amor por los demás. Su mirada se torna implacable frente a la injusticia, pero su mayor valor es la generosidad y- por qué no decirlo- la piedad” Félix Grande.  “En Gallardoski lo habitual, la rutina impertinente del día a día en un pueblo de sur, se convierte en el camino hacia la introspección, hacia la rabia, hacia la ternura, hacia la emoción, hacia la bonhomía, su principal rasgo humano y literario. Página tras página va el […]

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Soberbias /Gallardoski.-Todo es muy raro, los siete pecados capitales fueron ordenados con lo que seguramente se pretendía un escalafón de importancia, por un Papa romano; Gregorio Magno. Y llamándose ese hombre a sí mismo de esa manera; Magno, el primero de los pecados que puso en la lista fue “La soberbia”.  Yo creo que la gente, cuando tiene un poder tan grande se pone cachonda vacilando a la plebe, echándole un par de huevos a la historia y como si dijeran; me paso el mundo por ahí, por los huevos. Y pese a que hay pecados,  como decía la hermosa […]

Volviendo a la isla

En fin; El fin Gallardoski.-Qué se pretende realmente cuando se coloca un espanto al lado de otro espanto? ¿Justificar lo atroz? ¿La venganza? La venganza es un placer muy efímero y para los que tenemos tantas cortapisas morales que nunca vamos a ser revolucionarios ni nada, es un placer grotesco que la mayoría de las veces nos equipara en detritus ético con el adversario. Para quitarnos de encima la mosca cojonera  de la moral, nos asimos a la porquería esa de que el fin justifica los medios. Al que se queda en el medio, porque en ese tránsito hacia el mítico  fin le […]