Una exposición de Antonia Moreno y Manuel Naranjo abre las actividades de «Seiscientos quintales»

Cultura, Eventos

En la tarde de ayer el delegado de Cultura y Fiestas, Manuel Lobato, visitó ayer la exposición fotográfica de gran formato que Sanlúcarfoto organiza dentro del festival `Seiscientos Quintales´. Le acompañó el presidente de la asociación, José Antonio Ayllón, así como los fotógrafos protagonistas de la exposición, Antonia Moreno y Manuel Naranjo.

Se trata de una muestra fotográfica de 40 imágenes que estarán ubicadas en el paseo de la Estación de Autobuses hasta final de mes.

Antonia Moreno es natural de Arcos y con esta serie que expone en Sanlúcar asegura que intenta «observar hacia atrás», una especie de retrospectiva donde pongo de acuerdo (Del latín acordare; «traer al corazón») imágenes de algunos de mis proyectos. “Todas están íntimamente relacionadas entre sí. Si finalmente quisiera conformar lo que podría ser un único y gran proyecto que mostrase mi posición, mi mirada frente al mundo, todas ellas estarían dentro de él”. Algunas de estas fotografías fueron tomadas junto con la también fotógrafa Eleazar Ortuño en proyectos conjuntos.

Por otro lado, Manuel Naranjo es natural de Sevilla, centra su trabajo en la esfera de la cultura y documentando los festejos tradicionales populares de su Andalucía natal. Su primer libro,»2016 (Editorial La Fábrica) fue reconocido por el Ministerio de Cultura con el segundo premio en la categoría Libros de Bibliofilia, dentro de los premios a los Libros Mejor Editados de 2020. Las 18 fotografías expuestas son una selección de las 99 imágenes que conforman su segundo y último libro: Tarde de toros (Editorial La Fábrica).

 «Una tarde de toros, una sola, puede contener el mundo: la magia y la barbarie, el estruendo y el silencio, lo vulgar y lo sublime, la emoción o lo indecible. También el roce de la muerte y su secreto guardado por las horas. Ninguna se parece a las demás, pero tienen en común la resonancia del acontecimiento…” En las estampas de Manuel hay tensiones primordiales y un eco de herida infinita. Cuando retrata extrae una profundidad confidencial de lo que tiene delante: un torero, un caballo de picar, un aficionado, un toro, una pared encalada cuyo blanco contribuye a dar tumulto al vacío. En Japón celebran con la palabra «komakal la atención al detalle de lo apenas imperceptible. Este fotógrafo entiende también el misterio como un regalo, a la manera de la tradición japonesa. Y por eso sabe que el alma de lo que se extingue.

 Las actividades continuarán esta tarde con la presentación del fotolibro Joruqera en la sede de la asociación cultural Casa Extremadura. Además, el próximo sábado la Biblioteca Municipal contará con una nueva edición de `Bla Bla Bla´.

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