Apuntes de Historia DII

Manuel Jesús Parodi

Mánuel Jesús Parodi.- Sobre el Patrimonio como problema (V)

Una más de las muchas cuestiones a considerar y que guardan relación con las fortalezas y las especificidades del Patrimonio sanluqueño (y a la que nos hemos acercado en diferentes ocasiones con anterioridad dentro y fuera del espacio de esta cabecera) es la que tiene que ver con la manzanilla considerada como elemento patrimonial. 

No descubrimos nada nuevo si señalamos que la manzanilla es, sin lugar a dudas, un puntal histórico de la economía de Sanlúcar de Barrameda, y un elemento definitorio de su realidad y su herencia patrimonial, al tiempo que un referente esencial desde el punto de vista identitario para la ciudad. 

Este aspecto de la economía y la Historia de la ciudad, su vino (y no solamente la manzanilla, todo hay que decirlo) la pone directamente en relación con el Nuevo Mundo, con el ámbito virreinal de la antigua Monarquía Hispánica y más especialmente con el Caribe, así como con la Revolución Industrial decimonónica, coadyuvando a la proyección exterior de la ciudad y a su puesta en conexión con realidades históricas y patrimoniales internacionales (desde hace varios siglos y de manera sostenida) al tiempo que constituyendo otro potente elemento identitario de la ciudad y su contexto.

La manzanilla como vino estrella de la cultura enológica y gastronómica sanluqueña y el conjunto de vinos que la ciudad históricamente produce, han de ser contemplados y considerados desde la perspectiva patrimonial, pues no sólo nos encontramos, con ellos, ante una realidad del Patrimonio cultural si los abordamos como vinos en sí, sino que los vinos sanluqueños han generado toda una cultura (inmaterial y material) que se ha plasmado física y materialmente en el Patrimonio monumental de la localidad, al que los vinos han contribuido ciertamente a modelar y dar forma, un Patrimonio Monumental e Histórico con el que los vinos sanluqueños, metafóricamente hablando, se han venido fundiendo en un sinuoso y apretado abrazo de siglos.

Así, es posible señalar que el vino, la manzanilla y los demás caldos sanluqueños, han contribuido enormemente a modelar el cuerpo de esa ciudad bodeguera cuyos miembros se han extendido por buena parte del casco histórico sanluqueño, lo que acaso se hace más evidente hoy en el Barrio Alto de la ciudad, con no pocos edificios históricos (conventos, iglesias…) devenidos cascos de bodega a lo largo del tiempo.

Por ello, el perfil monumental de nuestro patrimonio y aun la misma fisonomía de nuestro casco histórico (sin desdeñar algunos aledaños del mismo, especialmente en su Barrio Bajo, especialmente en su contorno litoral) se ha modelado en buena medida respondiendo a las necesidades, requisitos y expansión por el callejero local de la economía del vino, que hizo de Sanlúcar de Barrameda un todo con su propia Historia enológica.   

En este sentido es de señalar, como hemos hecho ya con anterioridad dentro y fuera de los márgenes de esta cabecera (véase al respecto, y por circunscribirnos únicamente a lo expuesto en “Sanlúcar Digital” nuestro artículo titulado “Las bodegas de manzanilla, Patrimonio Industrial exclusivo de Sanlúcar de Barrameda”, un texto publicado en esta cabecera el 14 de marzo de 2021, hace ya tres años y disponible en https://sanlucardigital.es/columnistascolaboradores/manuel-jesus-parodi/apuntes-de-historia-cccxlvi/?fbclid=IwAR2jrGdS6YD7A_DIeqdcRysRVv0UIqKLd5JJbR2Z8IHjf77-YIQMsqjrYeI) que la manzanilla ha generado una tipología de bodega, la bodega de manzanilla, que si bien desde el punto de vista de lo constructivo, de lo material, responde a distintas características tangibles y considerables, desde el punto de vista del patrimonio inmaterial es un tipo bodeguero exclusivo, ya que las únicas bodegas productoras de manzanilla del mundo son las bodegas de manzanilla de Sanlúcar de Barrameda, un hecho verdaderamente singular al que la ciudad debería saber (y poder) sacar más partido tanto desde la perspectiva enológica y vinatera como desde la perspectiva patrimonial y turística (siendo que lo uno y lo otro -esto es, lo material y lo inmaterial, en lo que al Patrimonio se refiera- son aspectos de una realidad en este caso común que no deben andar en absoluto reñidos).

A todo lo anterior (en el contexto de la potenciación en los marcos local y supralocal del Patrimonio  cultural sanluqueño) debería sumarse el desarrollo estructural y sostenido de una planificación patrimonial y cultural cimentada en programas culturales educativos y divulgativos que girasen en torno al Patrimonio de Sanlúcar de Barrameda (cuestión en el seno de la cual deberían brillar con luz propia tanto la planificación -inexistente en la actualidad y desde hace años- como los programas -así mismo inexistentes a fecha de hoy- impulsados y liderados desde la administración municipal…).

Igualmente es de señalar que los Bienes de Interés Cultural (BIC) en Sanlúcar deberían contar con un muy alto grado de accesibilidad ya que en buena medida se trata de espacios que deben estar abiertos a la ciudadanía siguiendo los cauces legales para ello, todo lo cual de permitir disfrutar de su contemplación, disfrute y estudio de forma muy cercana y enteramente accesible y gratuita, algo que a fecha de hoy no está garantizado ni en funcionamiento ni siquiera con los edificios de titularidad pública que gozan de la consideración de BIC en la localidad. 

Haremos ahora el inciso de que el elenco de Bienes de Interés Cultural de Sanlúcar de Barrameda puede ser consultado en el “Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz” (por sus siglas, CGPHA) https://www.juntadeandalucia.es/organismos/turismoculturaydeporte/areas/cultura/bienes-culturales/catalogo-pha.html#toc-localizaci-n-de-bienes-protegidos

Para una mayor facilidad de acceso a los Bienes de Interés Cultural sanluqueños, recogemos ahora además la dirección web específicamente dedicada a los referidos BIC de nuestra localidad: https://www.juntadeandalucia.es/organismos/turismoculturaydeporte/areas/cultura/bienes-culturales/catalogo-pha/consulta.html?text=&sort_by=search_api_relevance&items_per_page=10&provincia=CADIZ&municipio=SANLUCAR+DE+BARRAMEDA&estado=All&tipologia=All&tipo_patrimonio=All.

Igualmente, en lo que atañe a la divulgación y la socialización del conocimiento, es de hacer notar la necesidad del desarrollo de acciones científicas como las intervenciones arqueológicas (ya desarrollamos la Carta Arqueológica del Término Municipal de Sanlúcar de Barrameda, trabajos y libro que tuve la suerte de coordinar) en los yacimientos locales o las ya tradicionales Jornadas de Historia, Arqueología y Patrimonio de Sanlúcar (de las que quien suscribe es creador y coordinador desde hace más de una década).

Igualmente resulta imprescindible establecer una línea de acción estructural en el sentido de la cooperación con entidades e instituciones patrimoniales y de investigación como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas o las Universidades (caso de la Universidad de Cádiz o la Universidad Internacional de Andalucía, acaso las más inmediatas a Sanlúcar por tratarse respectivamente de la Universidad provincial y de la Universidad de ámbito autonómico), todo ello buscando activamente poner en marcha medidas y líneas de trabajo y de acción en el ámbito de los cuatro pilares esenciales de la gestión del Patrimonio, como son la protección, la conservación, la investigación y la divulgación del mismo.  

Por todo ello puede hablarse de un factor de atracción de turismo cultural de sesgo arqueológico e histórico con nuestro Patrimonio Cultural y Natural como elemento vertebrador de dicho factor y de dicho turismo en relación con la ciudad y viceversa: nuestro Patrimonio habrá de ser un elemento que sirva tanto para la dinamización cultural y social del cuerpo social sanluqueño, al que ayudará en el refuerzo de sus señas de identidad históricas, como para reforzar asimismo la atracción de un turismo, el patrimonial y cultural, más sostenible y positivo que el turismo masivo (con la subsiguiente repercusión positiva en la desestacionalización del turismo y su desarrollo estructural y continuado a lo largo del año, y no sólo en “temporada”), todo lo cual habrá de redundar en beneficio de la ciudad, de su Patrimonio y su economía, merced a la generación de empleo en nuestro municipio (tan necesitado de soluciones en este sentido…), y, por extensión, de la provincia de Cádiz y de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

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