Apuntes de Historia CDXVIII

Cultura, Historia, Manuel Jesús Parodi

Manuel Jesús Parodi.- Memoria Oral. Fuente de Historia (II)

La pasada semana comenzamos a abordar en estas páginas cuyos párrafos dedicamos a una cuestión de recuperación patrimonial lo relativo a un instrumento destinado a esta labor de recuperación y puesta en valor de nuestro Patrimonio, los Talleres de Memoria Oral (en adelante, TMO).

Estos talleres son una herramienta de trabajo susceptible no solamente de servir para recuperar el conocimiento sobre la identidad cultural atesorado por los integrantes de una comunidad sino que pueden así mismo ayudar a poner en valor dichas señas de identidad e igualmente a fomentar den positivo la consideración del grupo sobre su propia identidad, reforzándola.

En líneas generales los talleres o seminarios de memoria oral buscan alcanzar un objetivo múltiple, en el que pueden encontrarse (entre otras) líneas de acción y de interés como las que siguen…

Recuperar y poner en valor la memoria de un colectivo (social, cultural, geográfico…) determinado en relación con su historia y su patrimonio, con la historia y el patrimonio de su comarca, de su espacio geográfico y cultural, de su territorio desde diferentes perspectivas. 

Poner en valor la identidad del colectivo en cuestión respecto a sí mismo y su ámbito geográfico y patrimonial, contribuyendo a mejorar la autoestima social y cultural de la ciudadanía al ver reconocidos los valores de su memoria y su experiencia patrimonial como colectivo y asumidas su memoria, su conciencia y su identidad en el contexto de un marco de referencia.

Ayudar a preservar -y aun a fortalecer- la memoria cultural y patrimonial de una comunidad de cara a la conservación de estos valores para su disfrute por las futuras generaciones, que formarán parte de la línea identitaria de dicho entorno cultural y patrimonial y no se verán apartadas de la secuencia histórica de la misma por factores y agentes eternos, aprendiendo además a reconocer y valorar sus propias señas y entornos de identidad. 

Al hilo de lo anterior y como se ha adelantado, convertir la experiencia y la memoria patrimonial de un colectivo en un valor social, cultural y educativo entre los más jóvenes, haciendo de esta memoria patrimonial y valor educativo susceptible de ser disfrutado por la ciudadanía en general y en especial por el segmento escolar de la comunidad.

Del mismo modo los TMO sin duda ayudarán a fomentar la curiosidad y el interés de los miembros de la comunidad por su propia historia y por los valores de su patrimonio, enriqueciendo el bagaje de las generaciones actuales como transmisoras de conocimiento para las futuras. 

Con vistas a la implementación de los propios talleres, se hace necesario contar con elementos humanos participantes en la actividad que conozcan bien su territorio (en sus diferentes perspectivas cultural, geográfica, humana, mediambiental…), así como la realidad presente y pasada de dicho territorio.

Por ello será conveniente implementar los talleres enfocando la acción y la actividad a personas de cierta edad a las que pueda suponerse o de las que se sabe tienen efectivamente este conocimiento.

Como secuencia de la acción de cara al desarrollo de los TMO, una posible y válida podría tener las siguientes etapas o fases: en primer lugar, mantener las necesarias reuniones con los agentes locales y desarrollar la necesaria programación de una investigación previa.

Detectar los posibles grupos y elementos individuales de interés de cara al posterior desarrollo de los talleres y conformar los equipos de trabajo para la implementación de la actividad.

En lo que atañe al trabajo de campo propiamente dicho, será necesario articular un desarrollo (en función de lo posible y de las necesidades de los participantes en la actividad) de entrevistas individuales a posibles participantes en los talleres.

Se conformarán los grupos de trabajo en los talleres contando con un mínimo recomendable de tres miembros de la comunidad por taller, a los que hay que sumar el relator externo.

En lo que respecta al desarrollo propiamente dicho de los talleres y su implementación, éstos pueden ser grabados con medios audiovisuales si se tiene el consentimiento de los participantes.

Señalaremos que es preferente (dado que las circunstancias ya así lo permiten) realizar los talleres de memorial oral de manera presencial, para fomentar la interacción de los participantes, pero sin exclusión del empleo de un formato virtual o semivirtual. 

En cuanto a su formato material, los talleres pueden ser individuales o grupales, de acuerdo con, incluso, las preferencias en este sentido de las personas participantes en la actividad.

Igualmente es de señalar que la participación de una persona en un taller individual no está reñida con su concurso igualmente en un taller grupal, pues se busca contar con tantas experiencias y perspectivas (individuales y colectivas) como resulte posible.

Una vez realizados y concluidos los TMO (la fase de trabajo de campo de los mismos), será necesario emprender la fase de redacción de los informes y las conclusiones específicas de los propios talleres.

Finalmente llegaremos al momento de la elaboración de un documento conclusivo global de los talleres, un documento que puede tener una naturaleza múltiple: gráfica, audiovisual y escrita (siendo todos los cuales formatos compatibles entre sí) y que dejará constancia del desarrollo de la acción y de las conclusiones de los TMO.

La próxima semana concluiremos con estos párrafos dedicados a los Talleres de Memoria Oral, una actividad que podría desarrollarse en nuestra localidad, en Sanlúcar de Barrameda, como un mecanismo útil para abundar en el conocimiento de nuestra Historia y nuestro Patrimonio.

Comparte nuestro contenido
Etiquetas

Deja una respuesta