Apuntes de Historia CDXVII
Manuel Jesús Parodi.-Memoria Oral. Fuente de Historia (I)
La recuperación y salvaguarda de la identidad de una comunidad humana, social, pasa por un equilibrio delicado que alcanza y abarca segmentos muy diferentes de los aspectos identitarios del citado cuerpo social en cuestión.
En este sentido, es necesario considerar que trabajar con la memoria de los integrantes de una comunidad, con su conocimiento individual y colectivo sobre su propio pasado como conjunto humano cohesionado que se reconoce como tal comunidad, puede resultar verdaderamente esencial en lo que tiene que ver con la recuperación, la preservación y la difusión -la “puesta en valor”- del conocimiento colectivo que dicho cuerpo social puede tener respecto a su propia Historia y a su Patrimonio considerado este último elemento (un elemento neta y profundamente identitario) tanto desde la perspectiva de lo cultural como desde la perspectiva de lo natural y medioambiental.
En relación con todo lo anterior, señalaremos que experiencias como la de los “Talleres de Memoria Oral” (en adelante, “TMO”) son espacios para el contraste y el debate, siendo de igual modo un marco y un medio más que adecuado para acercarnos a las raíces, las esencias, los fondos y las formas de la identidad colectiva de una comunidad merced a y a través del trabajo realizado con la memoria (expresada por vía oral) de los integrantes de dicha comunidad, especialmente en lo que atañe al segmento compuesto por los más mayores de una comunidad determinada.
Concebidos como un espacio abierto y flexible, y pensados para compartir conocimiento de la mano de la experiencia de los integrantes de una comunidad, estos talleres sirven para recuperar y poner en valor, desde una perspectiva participativa, el conocimiento directo de los miembros de un grupo, de una comunidad.
Un conocimiento sobre el propio grupo, sobre su historia y su patrimonio cultural y natural atesorado por los propios componentes de dicha comunidad, y un conocimiento que se enriquece con las diferentes perspectivas de cada uno de los integrantes del grupo.
Unos componentes del grupo que aportan no sólo puntos de vista diferentes sobre una misma realidad, sino incluso datos, cuestiones y elementos del conocimiento que a veces no compartidos por otros integrantes de dicha comunidad y que son atesorados de forma individual por cada uno de los participantes en los talleres.
La intención de los TMO es que la recuperación y la puesta en valor de dicho conocimiento a través de los citados Talleres de Memoria Oral pueda llegar a tener un impacto positivo en el cuerpo social y cumpla la misión de revitalizar el conocimiento colectivo de la comunidad sobre sí misma, sobre su pasado, su historia, su patrimonio y su identidad colectiva.
De esta manera se permite abrir la puerta a la incorporación del bagaje cultural comunitario de dinámicas del conocimiento atesoradas por los miembros acaso más mayores del grupo, una herencia que recibirán los más jóvenes, lo que les capacitará para conservar dicho tesoro patrimonial del conocimiento precedente asumiéndolo como parte de su propia identidad y pudiendo de este modo convertirse a su vez en transmisores del mismo.
Esta herramienta, los TMO, puede ser empleada para contribuir a la planificación y la gestión de los recursos patrimoniales de una comunidad y un territorio desde la perspectiva de lo público.
Puede igualmente ayudar a generar materiales educativos y culturales, tanto físicos (tangibles) como digitales relativos a la riqueza patrimonial del territorio de la comunidad.
Sirve para enriquecer el discurso patrimonial de un territorio determinado (más amplio o menor) explorando el ámbito de los discursos no oficiales relativos al mismo a través de la memoria, el conocimiento y la consciencia de la ciudadanía que habita y conforma dicho territorio.
Coadyuva a recuperar el conocimiento sobre bienes patrimoniales de distinto tipo que una vez existieron en un territorio dado y que pese a que pueden haberse ya perdido en lo material siguen siendo conservados, en lo inmaterial, en la memoria de la ciudadanía adscrita a dicho territorio, que guarda el tesoro patrimonial constituido por el recuerdo colectivo del propio pasado.
Trabajar con la memoria colectiva del cuerpo social ayudará asimismo a investigar y valorar en una mejor y más justa medida los espacios (materiales y simbólicos) de la memoria cultural y patrimonial de la ciudadanía de un territorio.
Abordar el estudio de la realidad patrimonial a través de la memoria colectiva del cuerpo social contribuirá igualmente a involucrar a la ciudadanía de un territorio en la puesta en valor de dicho territorio y de su patrimonio.
De ese modo acaso se consiga no solamente ayudar a que la planificación de las políticas patrimoniales (en material cultural, e igualmente en lo que atañe al patrimonio medioambiental) locales no sólo no quede al margen de los rasgos de identidad del cuerpo social destinatario (y por ende sujeto pasivo) de dichas políticas patrimoniales y de la voluntad del mismo.
Del mismo modo será posible ayudar a prevenir la acción de “paracaidistas” quienes, ajenos acaso al conocimiento, la sensibilidad y la identidad locales, en demasiadas ocasiones no son capaces de gestionar el patrimonio de una comunidad respetando la sensibilidad de los miembros de la misma, una comunidad de la que no forman parte y respecto a la cual acaso no albergan ningún sentimiento de pertenencia…
Precisamente dicha no pertenencia puede lleva a una alienación de las relaciones gestor-comunidad, de lo cual conocemos sobrados y estridentes ejemplos, todo lo cual conlleva a una merma (cuando no a una ruptura) del sentimiento de pertenencia de la comunidad respecto a las medidas políticas de planificación implementadas por gestores ajenos a la comunidad, pues, nos atrevemos a señalar, pertenecer a una comunidad no sólo guarda relación con el lugar de empadronamiento o de desempeño cotidiano.
De la misma forma y al mismo tiempo, el trabajo llevado a cabo con (y desde la perspectiva de) la memoria patrimonial de los integrantes de un cuerpo social determinado servirá sin lugar a dudas para poner en valor narraciones, discursos y memorias particulares, sin exclusión de las colectivas, sobre el territorio y los bienes patrimoniales del mismo.