Apuntes de Historia CCCLXXIX

Cultura, Historia, Manuel Jesús Parodi

Manuel Jesús Parodi Álvarez.-Sanlucar en los apuntes de un viajero alemán de 1599 XIII

Daremos un paso más hoy en esta serie de artículos que hemos publicado durante las últimas semanas (de hecho nos vamos acercando al final de la misma) en esta cabecera y que hemos dedicado a los contenidos del manuscrito escrito por un viajero germano sobre la España de finales del Quinientos, un texto de título “Tesoro Chorografico de las Espannas por el Señor Diego Cuelvis”, del cual fuera autor el referido Diego Cuelbis (o Jacob Cuelvis, como también se le menciona) citado en el título de la obra, un viajero que recorrería los paisajes de España en los principios del reinado del primero de los así denominados “Austrias Menores”, Felipe III, hijo y sucesor de Felipe II. 

Dicho manuscrito sería escrito en español por su autor alemán, siendo que el original del mismo se conserva en Inglaterra, en el British Museum, formando parte (con la signatura Ms. Harl. 3822) del fondo de manuscritos españoles de aquella institución cultural británica. 

No hemos perdido ocasión en los párrafos precedentes de dejar constancia de que en España existe una copia del trabajo de Cuelbis desde el siglo XIX gracias al impulso del historiador andaluz y miembro de la Real Academia de la Historia Pascual de Gayangos (nacido en Sevilla en 1809 y fallecido precisamente en Londres en el año 1897). 

Pascual de Gayangos se ocuparía de que se realizase una copia del texto de Diego Cuelbis, la cual se conserva en la Biblioteca Nacional de España (BNE), en Madrid; se puede acceder a su ficha en la BNE siguiendo este enlace: http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/bdh0000137435; su signatura en la Biblioteca Nacional es: MSS/18472 (a todo ello ya dedicamos detalle más por extenso en los párrafos de anteriores artículos de esta misma serie). 

Hemos seguido el texto de Diego Cuelbis (o Cuelvis) en la edición que del mismo hizo en 2002 Salvador Raya Retamero, quien abordó la parte relativa a Andalucía del viaje por España de este autor en un libro de noventa páginas titulado “Andalucía en 1599 vista por Diego Cuelbis”, un volumen editado el referido año 2002 por la Junta de Andalucía, a través de su Consejería de Educación, en una escueta tirada de solamente un centenar de ejemplares, siendo impresos los dichos cien ejemplares de esta corta edición en las prensas de “Caligrama Ediciones”en Benalmádena (Málaga). 

Cuelbis visitó Sanlúcar de Barrameda a finales de 1599, como veremos más adelante, y pese a permanecer en nuestra ciudad solamente una jornada sería capaz de hacer suyas algunas de las claves de la Sanlúcar de aquellos momentos de la transición entre los siglos XVI y XVII. 

No volveremos en estos últimos párrafos de hoy a detenernos en las diversas cuestiones de las que ya nos hemos ocupado en alguno de los doce artículos precedentes de esta pequeña serie. Señalaremos, eso sí, que los aspectos relativos a la visita, breve pero fructífera en lo que se refiere a la transmisión de información, de Cuelbis a la Sanlúcar de 1599 se encuentran entre las páginas 54 y 56 de la edición de Salvador Raya Retamero, que seguimos.

Un apunte que realiza el tudesco Cuelbis en su texto resulta especialmente interesante en estos años en los que en Sanlúcar conmemoramos (o conmemorábamos…) el V Centenario de la I Vuelta al Mundo, la Primera Circunnavegación de la Tierra completada por la nao Victoria -bajo el mando de Juan Sebastián de Elcano- en Sanlúcar de Barrameda el seis de septiembre de 1522 tras haber zarpado desde la misma Sanlúcar tres años antes, el veinte de septiembre de 1519 formando parte de la “Armada de la Especiería” (o “Armada del Maluco”) comandada por el navegante portugués -al servicio de la Monarquía Hispánica- Hernando de Magallanes y compuesta por cinco embarcaciones, las naos Concepción, San Antonio, Trinidad, Santiago junto a la antedicha nao Victoria, única de las cinco que completó el épico viaje y única superviviente (junto a la San Antonio, que desertaría en el contexto del cruce del Estrecho de Magallanes volviendo a España tras abandonar al resto de la expedición) de esta aventura fundamental para la Historia de la Humanidad.

En relación con la expedición de la Primera Vuelta al Mundo, el alemán Diego Cuelbis (que, recordemos, no es español, que es de entender que no participa de ninguna suerte de “ínfulas patrióticas”, ni es de considerar que hable imbuido de ningún espíritu “exaltado” en relación con las hazañas logradas por los españoles, ni menos aún trate de exaltar el papel desempeñado por Sanlúcar -una ciudad en la que este viajero habría pasado escasamente unas horas y a la que no habría de regresar- en el desarrollo de la Primera Vuelta al Mundo) señala literalmente refiriéndose a Sanlúcar de Barrameda lo siguiente: “Fue muy novilitada esta villa por la navegación de

don Fernando de Magallanes que partió de la villa de Sanlúcar, martes a 20 días de septiembre del año MDXIX [1519, en números latinos]. Su armada era de cinco naos bien adereçadas”. 

Es ésta la forma en la que Cuelbis recoge el hecho fundamental del papel desempeñado por Sanlúcar de Barrameda en la hazaña de la Primera Vuelta al Mundo, siendo el punto de partida el martes 20 de septiembre de 1519, de acuerdo con el testimonio de este viajero alemán que escribe en el mismo siglo en que se produjo el viaje, de la expedición comandada por Magallanes. 

De este apunte podemos extraer varias conclusiones; de una parte, que en el propio siglo XVI era notorio y bien conocido el viaje de la I Vuelta al Mundo, de una parte, y de otra que era así mismo de común y general conocimiento el papel desempeñado por Sanlúcar de Barrameda en dicho viaje, ya que Cuelbis señala (a finales del mismo siglo XVI que viera desarrollarse la expedición de Magallanes y la Vuelta al Mundo de Elcano) cuando dice “Fue muy novilitada esta villa…” que la expedición de Hernando de Magallanes habría conferido gran fama a Sanlúcar de Barrameda, una fama que muy probablemente habría llegado a los oídos de Cuelbis ya fuera de nuestra ciudad y antes de visitar a la misma. 

En los próximos párrafos daremos fin a esta serie, tratando sobre los últimos datos que este viajero alemán nos ofrece en su fructífero texto sobre la España y la Sanlúcar de Barrameda de finales del siglo XVI.

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