¿Dónde está la ciudad amable, señor alcalde?

Editorial SD

SD.-El último calentón medioambientalista de Víctor Mora nos asevera que con mejoras paisajísticas como las realizadas en la cuesta de El Picacho el gobierno de la ciudad pretende proteger “nuestro patrimonio cultural y la mejora de la calidad medioambiental, haciendo de Sanlúcar una ciudad más amable y habitable”, y lo dice el alcalde de un gobierno local que si de algo dejará constancia en su paso por la alcaldía es del maltrato a la naturaleza y al medio ambiente en general, léase tala de árboles, contaminación marítima, ruidos, suciedad, etc.  

La habitabilidad de la ciudad no se mejora con un centro hacinado convertido en bazar, movilidad reducida, mínima o inexistente, por la abusiva ocupación de la vía pública en Barrio bajo y Barrio alto y, desde luego, no se consigue una ciudad más amable cuando tienes que conversar a voces con un interlocutor a tu lado porque el ambiente acústico navideño durante todo el horario comercial nos fuerza a pedirle un trabajo extra e innecesario a nuestras cuerdas vocales, además del peligroso tráfico rodado en zonas peatonales y aceras al que no pone punto final con punitivas sanciones como hiciera con los cascos en ciclomotores.  

Al ayuntamiento y a sus responsables en la delegación pertinente se les ha ido la mano con el potenciómetro de los altavoces que nos anuncian cansinamente horas y horas, con cuasi proselitista afán, la fiesta cristiana edulcorada con folclóricos cánticos religiosos y, lo que se podría hacer “amablemente” con susurros de hilo musical navideño, se convierte en una verbena de la que no puedes escapar sin estrés, dolor de cabeza o afonía ¿Dónde está la ciudad amable, señor regidor?

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