Search results for "GALLARDOSKI"

Results 61 - 70 of 96 Page 7 of 10
Sorted by: Relevance | Sort by: Date Results per-page: 10 | 20 | 50 | All

Mudanzas y rescates

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».-La nube es negra y todavía no es más que una amenaza. Planea sobre nuestras cabezas como un pájaro del miedo que no sabemos si quiere advertirnos o quiere simplemente asustarnos, que de las dos maneras al miedo le gusta manifestarse.Los ciudadanos miran hacia arriba y dicen “uf”, y dicen “la que va a caer “y también dicen: “hoy va a estar todo el día puesto” ¡Puesto, el día! Como los drogados. En esta ciudad el paraguas se usa poco. La pertinaz sequía, que llamamos aquí “buen tiempo” lo hace apenas necesario unos pocos días del año […]

Volviendo a la isla.Parte meteorológico y el ying y el yang

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Una parte del cielo se había enlutado (qué negra la otrora bóveda celeste) la primavera tiene que desplazar con esfuerzo los últimos mensajes del invierno, porque no quiere este irse del todo, nadie quiere irse del todo de este mundo. Ni el suicida que deja notas, no tanto para eximir de culpa a algún sospechoso, como para quedarse, siquiera como un recuerdo siniestro en el mundo, en la vida. Pues así; el invierno. La otra parte del cielo, sin embargo, hermoseaba azul, con blancas nubes navegándose a sí mismas, bellísimas.  En la frutería, una señora decía […]
Read more » Volviendo a la isla.Parte meteorológico y el ying y el yang

Volviendo a la isla. El pollo y la vida

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- La mujer me ha visto primero. Le ha hecho una señal al marido como diciéndole; mira este.  El buen hombre que hasta ese momento miraba hacia el horizonte de espejos del establecimiento cual si anduviera avistando la tierra prometida, ha agachado exageradamente la cabeza para sumergirse en los mensajes y las novedades que el teléfono móvil parecía de pronto anunciarle.  Ella no, ella ha mantenido la mirada como retándome o qué sé yo.  Como estábamos todos en la carnicería y sintiéndome observado por esa mujer, pedí la vez no mirándolo a ellos, únicos clientes junto conmigo, […]

Volviendo a la isla

Primaveras Gallardoski.-Hace un año miré llegar la primavera desde una terraza, desde una azotea y me hice amigo de los pájaros urbanos y de algunos otros más silvestres y desconocidos que aprovechando la ausencia de seres humanos  y las calles desiertas, se vinieron a  posar en mi ventana.  Hace un año todavía no dábamos crédito a lo que nos estaba sucediendo. Cada día una prohibición, cada jornada una tragedia, cada noticiario un drama.  Algunas noches, cuando el silencio era tan absoluto que dolía, llegué a sentir miedo. Por los míos, porque la enfermedad y la muerte nos condenasen a la […]

Urracas, pajarracos y horrores

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».-La urraca parlanchina hablaba con impostada convicción con su amigo, el pajarraco(parlanchín a su vez) Llevan desde las siete de la mañana picoteando de un plató de televisión a uno de radio, habitualmente perorando de tonterías y mierdas diversas, que si hay que cortarle los huevos a Pedro Sánchez o clavarle banderas de España al toro bravo catalán que no se deja conducir como el resto de la patria al chiquero de la ultraderecha. Todo por el jornal, bueno está bien. Son la voz de su amo y el amo ya sabemos de dónde viene y a […]

Mudanzas y rescates

Juan antonio Gallardo «Gallardoski».-El nombre, el butano y teoría sobre las izquierdas Leí por ahí que Azorín le confesaba en una conversación a un amigo: “Me preocupa Voltaire” y que su mujer, Julia Guinda Urzanqui, se puso la mano en la frente y le dijo al escritor: “Anda, hombre, no te preocupes por esas cosas…” Julia Guinda, que tenía que ser una santa, tenía la razón y tenía el nombre: Julia Guinda. Es verdad que es nombre más para una novela de Baroja que para una de Azorín, que no tenía, por el contrario, el nombre: José Martínez Ruíz, se […]

Volviendo a la isla. Cenizas

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- La señora habla con un inusitado desparpajo y está su charla llena de matices, de pausas y de pequeñas y pedestres metáforas que convierten su conversación en una humorística conferencia, entretenidísima.  Yo, por lo general, cuando alguien habla en la barra de los bares, en las colas de los bancos, en las ágoras fugaces de la vida ciudadana, suelo ponerme los pequeños auriculares que llevo encima, para evadirme de los lugares comunes por donde, de costumbre, suelen transitar esas charlas.  La queja ciudadana, la pequeña indignación por la lentitud de los gestores comerciales, las grandes indignaciones […]

Mudanzas y rescates

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».-La busca y sus influencias. Cuando me vio llegar, aquella mujer pensaría: ¿Y tú qué haces aquí? Pero no dijo nada, porque iba yo recomendado por uno muy importante.  El salón era prácticamente como mi casa o más grande. Colgaban del techo unas lámparas de araña que casi me rozaban la cabeza. La señora de la casa era espigada, alta, casi tanto como yo, pero se movía con gran destreza por allí, por la costumbre.  A mí entre la proximidad de los brazos de las lámparas y el saber que no era muy bienvenido, se me dibujó […]

Volviendo a la isla

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Me he parado en la baranda del paseo marítimo. Esmeralda lucía el mar a las siete y media de la mañana. Éramos pocos y casi seguro que la mayoría, teniendo en cuenta la edad, ya vacunados con la doble dosis. Se ve  que los jóvenes deportistas esperan un poco más para salir a violentar la naturalidad de sus cuerpos con ejercicios forzados y anatómicos malabares.  De los que estamos tan temprano y bien pautados, supongo que cada uno va pensando en lo suyo. Yo si me dicen buenos días contesto. Si no me dicen nada me […]

Mudanzas y rescates

La broma.-Juan Antonio Gallardo «Gallardoski» He visto un trocito solamente. Me aburrió y la verdad es que tampoco me he interesado por buscar el vídeo completo. Unas chanzas de dudoso gusto sobre la virgen del Rocío que parecían escritas por un grupo de teatro de pueblo con pretensiones subversivas. Una tontería, en fin.  Si hablamos de humor y no de sentimientos religiosos, no puedo estar de acuerdo en eso de que tengan los catalanes una “malaje” genética, porque me acuerdo de Eugenio, que estaba bastante bien. Sobre todo, comparado con la caterva de Estesos y Pajares con las que convivió […]