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Volviendo a la isla.Un suspiro

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski» Para Salvador y Carmina y su generosidad.  El lunes me invitaron a participar con mi guitarra en un homenaje. Se trataba de una suerte- más bien de un amago- de fiesta post mortem que le hacían unos amigos a otro amigo, recientemente fallecido. Leandro, que así se llamaba el homenajeado, había querido que fuese así la evocación de su figura; una fiesta, un brindis por la vida que él ya había consumido trago a trago, canción a canción, beso a beso… Yo no sé qué quiero para ese día. De momento quiero que tarde mucho- ese […]

Volviendo a la isla. Informática y erotismo

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».-Me he peleado con el ordenador. Lleva unos meses haciendo tonterías, yendo a su bola y cuando yo escribo en la opción de buscar archivos de Word “Poemas” él traduce “Problemas”  Me enfado mucho y vuelvo a escribirlo, tratando de domar esta pesadilla del corrector que en mala hora me dio por instalar. Los poemas no aparecen por ninguna parte, los problemas están por todos lados. Clasificados con un número y una letra: Problema 1- A, Problema 2- B y así hasta la G, de Gallardo, mi apellido. Debí darme cuenta del desatino la noche absurda en […]

Volviendo a la isla. Ayer, hoy y mañana

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Para Luis Rodríguez y para Martina. Tienen los platos, los tenedores, las cucharillas, el menaje del hogar para entendernos, un no sé qué de memoria inmediata.  Ese grano de arroz que se ha pegado en una esquina de la porcelana testimonia que anoche tuviste apetito y en vez de nuestra frugalidad acostumbrada a la hora de la cena, se te antojó la guarnición de arroz tres delicias rodeando como un ejército de cereales la soledad de un huevo frito que, por cierto, también ha dejado sus marcas amarillas, un ADN de la víspera que ahora, mientras […]

Volviendo a la isla. Marco Aurelio

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Que un hombre de mi edad -y para ponernos serios de mi extracción social- haya estado esta mañana de sábado leyendo, creo yo que con aprovechamiento o como mínimo con gran regocijo “Las meditaciones” de Marco Aurelio, podría ser considerado como una extravagancia.  Tal vez por ese motivo no ha dejado de interrumpirme el teléfono.  ¿Pero tú, qué te has creído? ¡Marco Aurelio, uno del Palomar! Y ni siquiera está majareta, o no del todo, porque cualquiera sabe… – Y ha sido el teléfono  con sus noticias del mundo del trabajo, de lo cotidiano, de la […]

Volviendo a la isla. Columna arrinconada

Juan Antonio Gsllardo «Gallardoski».- Las señales del más allá tienen, por lo general, un componente de cachondeo místico que, a poco que indaguemos, se manifiesta para ruborizarnos ante esa urdimbre de falacias a la que nombramos “lo desconocido”  Cómo podremos tomarnos, si no en broma,  aquello de “vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero que muero, porque no muero” con la que la santa interpelaba a dios padre o, a lo mejor a un novio secreto. No sé si será por el signo de nuestra época, pero a mí me suenan a coña marinera esos versos.  Si […]

Volviendo a la isla. Desconocidos amigos

. Juan Antonio Gallardo «Gallardoski» . Llevo años viendo a esta pareja, deben andar por los ochenta. Antes iban a tomar su té a la cafetería que yo frecuento y saludaban cada uno a su manera; ella con gran efusión. Y él conuna suerte de gesto de aprobación parecido a la simpatía, miraba hacia mi mesa, por encima de las gafas de pasta y decía silabeando y exagerando las eses como hacen los extranjeros “buenos tardes”Yo siempre andaba leyendo algún libro. A esas horas en las que la mugre de la jornada laboral todavía no se ha quitado del todo […]

Volviendo a la isla. Prejuicios.

Juan Antonio Gallardo » Gallardoski».- La célebre flama británica se abisma en las gasolineras. La gente -por muy británica que sea- termina a mamporros en cuanto se siente amenazada. Si las tristes imágenes de esas pendencias nos llegaran desde el Ecuador, diríamos que claro… que estos indios no conocen civilización ni mesura, que pese a la gloriosa evangelización de nuestros ancestros, sigue el salvaje solapado en lo más hondo.  Mi amigo, el poeta peruano Antonio Cillóniz, cuando la indignación por algún asunto lo sublevaba y lanzaba un improperio gordo, solía decir: “me salió el indio” Él lo decía en tono […]

Volviendo a la isla. Imposturas

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Tampoco es que pusiera uno mucha atención al espabilado que peroraba por la radio, pero me pareció escucharle afirmar con esa pomposa rotundidad que caracteriza a muchos de estos especímenes,  que el pasado  lunes a las ocho más o menos en punto de la tarde, la lava volcánica llegaría al mar.  El que afirmaba tal cosa era  un plumífero, uno de los “sospechosos” habituales de los medios de comunicación, mas; lo sorprendente es que justo al lado suyo había otro tipo que decía ser vulcanólogo diplomado y que corroboraba la hora incluso con más exactitud que […]

Volviendo a la isla. Lo que es hasta despertar

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».-Qué pendencias desconocidas resolvemos durante la noche para amanecer así; con los ojos hinchados, la cabellera -el que la tenga, al que le quede- despeinada como si nos hubiésemos peleado con un gato salvaje y la boca seca como si hubiésemos la vigilia vagado por el desierto del Sahara en busca de un Oasis.  Algunas veces con un dolor de espalda tremendo (es el colchón decimos para engañarnos y disculpar a la edad y a la fatiga de músculos y huesos) Otras moqueando como un tarado y los que fuman, tosiendo advertencias y negros presagios del humo […]
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Volviendo a la isla. Hace veinte años

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- A esa pregunta tópica de dónde estabas tú cuando cayeron las torres gemelas en Nueva York, responde uno con cierta pesadumbre; en una oficina, de contable y delante de la pantalla de un ordenador.  Más o menos igual que hoy día, veinte años después.  Fue ella la que me llamó por teléfono, de fijo a fijo que era el año 2001 y todavía no había en las casas más móviles que gente.   Todos nos quedamos perplejos,  y en aquella  antigua fábrica donde la producción sólo se paraba los días de feria y cuando ganaba España algo […]

Volviendo a la isla

Juan Antonio Gasllardo «Gallardoski» .- Tiempos modernos  ¿Ha declarado usted al fisco sus misérrimos ingresos por los cuatro libros de mierda que ha vendido el pasado ejercicio? Ah, intelectualillo de aldea con esas ínfulas de Baroja a lo pobre, le empapelo.  Pues no, caballero, permita que le informe de que no tiene derecho a esa ayuda de la beneficencia, porque el ministerio se equivocó  y le ingresó más euros de la cuenta la otra vez que anduvo usted en la puta miseria y usted, en lugar de devolver diligentemente aquellos pocos euros, se los gastó en pagar la luz o […]

Volviendo a la isla. Calzada jonda

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski» .- Cuando se celebró el concurso de cante jondo de Granada en 1922, Lorca tenía veintidós años. Su implicación en aquel festival condicionó para siempre su poesía como demostraría más tarde con su “Romancero gitano”  (1928) pero sobre todo con el “Poema del cante jondo” escrito mientras preparaba con Manuel de Falla el concurso que sigue marcando uno de los primeros acercamientos de la –así llamada- alta cultura a este género considerado hasta entonces menor y patrimonio casi exclusivo de los gitanos.  De eso hace prácticamente un siglo y continúan todavía los rostros de los hombres […]

Volviendo a la isla. El final (del verano)

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Algunos veranos, durante la segunda quincena de agosto, nos veníamos a Sanlúcar a pasar unos días en la casa de mi abuela. Llamar veraneo a aquel menesteroso desembarco familiares exagerar más de la cuenta.El ochocientos cincuenta rojo y con cinco puertas (especial de lujo, se llamaba el coche aquel,oiga) arribaba hasta la calle Sevilla del barrio alto sanluqueño como una diligencia cargada concolchones, bolsas de ropa que eran harapos veraniegos de un año para otro y unos prismáticosque siempre nos acompañaban en las mudanzas y viajes, una fantasía de mi viejo quepretendía avistar desde la orilla, […]

Volviendo a la isla. Patrimonios

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Realmente nos acostumbramos a todo. Véanse estos dos años de locura pandémica, lo que hemos cambiado. Cuando veía yo a un japonés pasearse por Tokio con una mascarilla, pensaba “anda que no están locos estos nipones” y mira ahora.  Nos acostumbraremos a los postizos que les pongan a los edificios históricos y a poco que pase el tiempo formarán naturalmente parte del entorno.  Es decir; se convertirán en históricos ellos solos, con la ayuda del paso inexorable de las décadas sobre el  ladrillo. Pero da un poco de pena que se pierdan los emblemas arquitectónicos de […]

Volviendo a la isla. Instrucciones para ser un capullo

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski» Usted también puede, si le pone un poco de interés al asunto, convertirse en un verdadero capullo. En uno de esos especímenes de la especie que dios o su asalariado más célebre; Satán, crearon el día que el peyote florecido allá por los viejos campos del norte del lindo Méjico les sentó falta y dijo Dios, ciego de psicotrópicos; – Hoy tengo ganas de hacer alguna diablura.  Y Satán, claro está, atento a una oportunidad para sobresalir en aquella congregación de ángeles mustios y obedientes, exclamó; ¡ ¡Esta es la mía!  Y de la costilla de […]
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Volviendo a la isla

Juan Amntonio Gallardo «Gallardoski».- El vienes estuvimos en la presentación de “Para que vuelvas  hoy”  la última novela del escritor Eduardo Mendicutti.  Una deliciosa muestra del talento narrativo del autor donde se dan cita, como es habitual en él; la destreza evocativa,  el humor, la sátira social y la finura léxica. Pero todo esto luce esta vez enriquecido  por algunos hallazgos poéticos conmovedores, que tal vez,  sean consecuencia del hermoso suceso que dio lugar a la historia que no deja de ser melancólica: La fugaz, pero determinante,  relación del poeta Marcos Ana, tras salir de las cárceles franquistas (esas que […]

Volviendo a la isla

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Me he parado en la baranda del paseo marítimo. Esmeralda lucía el mar a las siete y media de la mañana. Éramos pocos y casi seguro que la mayoría, teniendo en cuenta la edad, ya vacunados con la doble dosis. Se ve  que los jóvenes deportistas esperan un poco más para salir a violentar la naturalidad de sus cuerpos con ejercicios forzados y anatómicos malabares.  De los que estamos tan temprano y bien pautados, supongo que cada uno va pensando en lo suyo. Yo si me dicen buenos días contesto. Si no me dicen nada me […]

Volviendo a la isla

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski» .- Un paseo por Sanlúcar Si a la amistad que ya vale su peso en otro, le añadimos, además, unos quilates de admiración, a ver quién es el guapo o la guapa que se anima a deshacer el vínculo. Esto es lo que a uno le pasa con su primo, amigo, y cómplice en tantas- y de tan varia intención- vicisitudes, locuras y proyectos, les hablo, quién me conoce lo sabe, de Jota Siroco.  Este verano que recién principia con los primeros días de verdadera canícula estival, Siroco le regala al pueblo de Sanlúcar un bello […]

Volviendo a la isla

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Comercio local Los centros comerciales son todos iguales.El de Abu Dabi (saludos, ciudadano Borbón, aquí si tiene algo de vergüenza todavía, leesperamos para ponerle la cara colorá) decíamos antes de esta leve digresión republicana, queel Abu Dabi es por el estilo al de Jerez de la frontera o al de Sanlúcar, si no anduviera este tandesangelado por la fuga de las tiendas de ropa.Todos por el estilo, tendrán unos más bolsos de lujo y otros más restaurantes franquiciadoscon las mismas tapas y los mismos uniformes de los empleados, como un ejército delprecariado de todos los países […]

Volviendo a la isla

Juan Antonio Gallardo «Gallardoski».- Desobediencia. Es verdad que las prerrogativas gubernamentales que se trasladan a la ciudadanía, cuando se anuncian así, líricamente, parecen siempre un poco cursis.  El presidente quiere dar buenas noticias tras tanto desastre y, además de un incipiente mechón disimulado de canas allá por el flequillo, se le ha puesto tierna la faz y va por las tribunas defendiendo alegrías, como Benedetti.   Malicia uno que el consejo de ministros y una vez periclitada la etapa del aguafiestas Pablo Iglesias con sus diatribas y sus regaños, ha ordenado la consigna: Alegrías para el cuerpo, noticias de puta madre […]