El gobierno municipal de Sanlúcar, negacionista del Cambio Climático

Ecología

El gobierno municipal de Sanlúcar inicia 2023 demostrando su Negacionismo Climático al no haber querido aprobar el Plan Municipal de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) aunque, desde hace 10 meses, dispone del documento final de dicho plan. Desobedece así la ley española de Cambio Climático, en vigor desde hace un año y medio. Lamentablemente no está solo en este incumplimiento, ya que de los aproximadamente 150 municipios de más de 50.000 habitantes obligados por la Ley, solo unos 20 han aprobado ya sus respectivos PMUS.

La Ley de Cambio Climático de España, en vigor desde mayo de 2021, obliga a todos los municipios de más de 50.000 habitantes a aprobar, antes de 2023, Planes de movilidad urbana sostenible (PMUS) que incluyan Zonas de Bajas Emisiones con el objetivo de reducir la contaminación del aire y las emisiones de gases invernadero. Teniendo en cuenta que el transporte es el sector que más emisiones de efecto invernadero produce (un 30 %) y que la contaminación del aire urbano es un grave problema de salud pública, estas normas son muy importantes para la transición ecológica. Sanlúcar ha recibido una subvención europea (fondos EDUSI) de casi 2 millones de euros para elaborar el PMUS e iniciar su puesta  en marcha.

La empresa contratada para redactar el PMUS de Sanlúcar acabó su trabajo y envió el documento del Plan al Gobierno municipal en febrero de 2022. Esta última versión del Plan debería haberse sometido a un periodo de información pública y alegaciones, tras lo cual tendría que haberse aprobado y entrado en vigor antes de finalizar el año 2022. Pero la realidad es que ni siquiera se ha publicado (en la web municipal sigue apareciendo la versión inicial del PMUS de octubre de 2021) y, claro está, ni se ha sometido a información pública ni se ha llevado a Pleno.

Hoy el Negacionismo Climático adopta nuevas formas: ya casi nadie se atreve a negar el Cambio Climático y la estrategia consiste en poner en duda su gravedad (la Emergencia Climática) y obstruir o retardar las medidas para combatirlo. La llevan a cabo tanto empresas como instituciones. En su forma política más extrema se trata de un negacionismo explícito, pero más frecuentemente consiste en retardar todo lo posible las acciones contra el Cambio Climático al mismo tiempo que se predica la sostenibilidad de boquilla. El Ayuntamiento de Sanlúcar es un ejemplo de esta segunda forma de actuar. Es por otro lado sorprendente que un gobierno local del PSOE desobedezca abiertamente una ley estatal del Gobierno de coalición que encabeza el mismo partido socialista

Para demostrar que esto no ha sido un simple error, sino que se trata de una estrategia política planificada se pueden citar otros acontecimientos relacionados:

En mayo de este año, el Pleno del Ayuntamiento de Sanlúcar aprobó una moción elaborada por Ecologistas en Acción para la aprobación de un Plan Local de Medidas frente al Cambio Climático.

Estos planes también tienen una fecha límite para ser aprobados y entrar en vigor, que en este caso era octubre de 2022 según la Ley Andaluza de Cambio Climático. A pesar de que la moción fue aprobada por el Pleno, el Ayuntamiento ni siquiera ha empezado a elaborar el Plan con el pretexto de que está esperando a que la Diputación Provincial redacte primero el suyo propio. Y si nos remontamos un poco más en el tiempo (a octubre de 2019), el Pleno aprobó por unanimidad otra moción, también enviada por Ecologistas en Acción, para declarar la Emergencia Climática en Sanlúcar que incluía, entre otras medidas, la aprobación del Plan Local frente al Cambio Climático.

Lamentablemente el Ayuntamiento de Sanlúcar no está solo en estos incumplimientos: de los 150 ayuntamientos españoles de más de 50.000 habitantes apenas unos 20 han aprobado los obligatorios PMUS (a pesar de los 1500 millones de fondos europeos que han recibido para ello) y algo parecido ocurre (en el caso de Andalucía) con los Planes Locales frente al Cambio Climático. Nos encontramos ante una situación de extrema gravedad: Mientras en la comunidad científica hay un consenso de que el Cambio Climático es el mayor problema al que se enfrenta la humanidad y que es imperativo actuar de manera inmediata y decidida para frenarlo, gran parte de las instituciones públicas practican el “negacionismo climático”, retardando y obstruyendo las medidas que es imprescindible tomar ya.

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