Ecologistas en Acción y Agua Clara exigen al ayuntamiento el fin de los vertidos de Aqualia en el litoral sanluqueño (Vídeo)

Ecología

SD.-Unas cuarenta personas, todas de los colectivos mencionados arriba, se han reunido esta mañana en las puertas de la biblioteca municipal para exigir al ayuntamiento de nuestra ciudad el fin de los vertidos de la multinacional Aqualia en las playas sanluqueñas. 

Transcurrió el encuentro con una muestra de la cartelería alusiva a las reivindicaciones ecologistas, así como la fotografía de una de sus defensoras recientemente fallecida Rosa Vallecillo, a la que se le rindió un homenaje por su lucha en favor del ecologismo, el arte y la cultura.

Desde Agua Clara se enumeró los diez puntos principales culpables de la actual situación en la que se encuentran las playas de Sanlúcar desde Bonanza a Las Piletas. 

Seguidamente miembros de Ecologistas en Acción desfilaron portando fotos a gran escala de los principales aliviaderos de la ciudad, tales como el Arroyo de San Juan o el salto del Grillo con la inmundicia irrigando las orillas de las playas de Sanlucar. 

Como decíamos al principio de esta pequeña crónica, fue un acto, desafortunadamente, endogámico porque la ciudadanía no acudió a la llamada de esta concentración reivindicativa ecologista siendo partícipes involuntarios de ella los turistas que cercanos al lugar disfrutaban de nuestra gastronomía y a los que no les importaba mucho los graves problemas que allí se denunciaban. 

Es la tónica general de la desafección política y ecológica que la mayoría de la población sufre contraria a las grandilocuentes declaraciones, para solucionar los problemas, que se ofrecen cuando se le acerca un micrófono a un ciudadano o bien el enfado generalizado al ver las consecuencias del cambio climático sentados en el sofá viendo la tele. 

La indiferencia, cuando no la mofa, de algunos al pasar y ver allí a estas personas que pierden su tiempo para alertar de una realidad, consciente la sociedad del problema pero dificil de reconocer desde la comodidad del dolce far niente  que deja la solución en las manos de  los que año tras año en la nula transparencia administrativa siguen considerando tontos a todos los que asaetan con impuestos abusivos o desproporcionados por pagar canon de depuración por unas aguas que no se depuran y contaminan las arenas y el agua de todas las playas sanluqueñas. 

Encomiable labor la que realizan todos los que difunden, enseñan y defienden el medioambiente que, sin embargo, no consideran tanto el ruido como parte del problema por lo que, en lo sucesivo, estas organizaciones harían bien en usar la mesura con la megafonía porque el ruido contamina igual que los detritus pestilentes que desembocan por los aliviaderos de nuestra ciudad y no todo el mundo, que pasea por el centro de nuestra ciudad, está obligado a escuchar lo que no quiere cuando se encuentra a cien metros del lugar.

Los que se encontraban cercanos al altavoz, por una u otra razón, hicieron sufrir sus tímpanos pero ese es otro cantar porque «Sarna con gusto no pica».

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