Indultos según para quién

Sanlúcar Digital

SD.-Da mucha vergüenza escuchar como la vieja plana socialista reniega de los indultos haciendo comparaciones como las del señor Barrionuevo, promotor del GAL que obedecía al señor X  (Felipe González, creador del GAL, según un informe de la CIA de 1984) en las que afirma que estos indultos y aquellos, que se beneficiaron él y su otro delincuente compañero Vera, se parecen como “un huevo a una castaña”. 

Siendo legos, ignorantes en estos complejos temas políticos, creíamos que los indultos eran medidas de gracia que figuran en nuestro ordenamiento jurídico y por tanto potestad del gobierno de la nación, (formalmente es el Rey quien lo firma previa deliberación en el consejo de ministros. Art. 62 de la Constitución) no siendo vinculantes los informes del tribunal superior de justicia ni la Fiscalía, por lo que el ejecutivo no puede estar saltándose la Ley, como afirma Pablo Casado, porque dichos informes solo son preceptivos.

El arrepentimiento tampoco es condición sine qua non. De todos es sabido que el golpista Antonio Tejero nunca se arrepintió de aquel bochornoso 23 de febrero de 1981 y aunque no fuera indultado el Supremo aprobó la petición que sí se dio a Armada.

Pero, ciertamente, no tienen ningún parecido estos indultos de aquellos pasados porque el GAL era una organización criminal creada con fondos reservados del Ministerio del interior para hacer la guerra sucia a ETA y tanto Barrionuevo como Vera fueron responsables intelectuales del secuestro del ciudadano francés Segundo Marey en 1983, siendo los policías Amedo y Domínguez, con varios mercenarios más, los ejecutores de sus órdenes. Otros condenados fueron el exgobernador Civil de Vizcaya Julián Sancristóbal  o el exsecretario general del PSOE de Vizcaya Ricardo García Damborenea, entre otros más.  

Hace tiempo ya, en 1995, veíamos por la caja tonta a un Felipe González acompañando a las puertas de la cárcel a los dos delincuentes socialistas para solicitar inmediatamente después su indulto. Tampoco hubo arrepentimiento de todos esos políticos y funcionarios del Estado que actuaron al margen de la Ley. 

Los autores del “procés han sido juzgados, no todos, y no se arrepienten de haberlo hecho, incluso amenazan con hacerlo de nuevo por la misma vía: la unilateral, algo que no contempla el gobierno de Sánchez que ha decidido apostar por el diálogo para solucionar un problema político que mal llevan España y su región periférica desde hace más de 300 años. 

No se puede desdeñar el interés político de Sánchez para mantenerse en el poder con el apoyo de partidos independentistas al dar los indultos, si los diera, y lo contrario seguirá eternizando el problema creado por los que antes se alimentaron con los votos independentistas vascos y catalanes para gobernar España, pero sobre todo ralentizaría aún más el progreso en una de las locomotoras económicas de España.

Si alguien piensa que la solución al problema catalán pasa por la cárcel, por otro 155 o peor aún por la contundente actuación castrense con la Legión por las calles de Barcelona, se lo tiene que mirar, y si es mayoría la que cree que la resolución del conflicto político pasa por un referéndum en el que votáramos todos los españoles, la cosa no pasa por una consulta médica o quirúrgica, más bien por una psiquiátrica e innecesaria solución que nunca escogieron ni escoceses ni québécois. 

Un indulto desarma al independentismo como ellos mismos afirman, pero la recogida de firmas contra esa línea de convivencia, como ya se hiciera con el Estatut, para que los lideres catalanes sigan en prisión solo agrandará la herida con Cataluña y dará muchos votos a Pablo Casado que no muestra ningún liderazgo ni miras de estado al cerrar filas de nuevo contra los catalanes olvidando que Aznar indultó a los dos políticos socialistas Barrionuevo y Vera, pero González se desdice, igualmente, porque él también ejerció ese derecho constitucional a favor de golpistas que entraron a punta de pistola en el Congreso de los Diputados. 

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