Apuntes de Historia CCCLVIII
Manuel Jesús Parodi Álvarez.- Paseando por la Sanlúcar de 1519 (III)
En nuestro paseo por la Sanlúcar de Barrameda que en su día pudieron conocer personajes tan relevantes en nuestra Historia como Hernando de Magallanes, Juan Sebastián de Elcano o Antonio Pigafetta, hoy continuaremos por el entorno del Barrio Alto de la localidad.
El histórico castillo de Santiago es una fortaleza construida a finales del siglo XV por el II Duque de Medina Sidonia y VII señor de Sanlúcar, don Enrique Pérez de Guzmán “el Magnífico”.
Se encuentra emplazada esta fortaleza en uno de los ángulos del perímetro de la antigua villa amurallada, sobre la barranca, coronando ésta y dominando la desembocadura del Guadalquivir.
La defensa de la ribera del río era crucial para el puerto de Sanlúcar de Barrameda y para la navegación a (y desde) Sevilla, o lo que es decir lo mismo, para los intereses y necesidades de índole geoestratégica de la Monarquía Hispánica en el contexto de la desembocadura del Guadalquivir y del Golfo de Cádiz, como hemos considerado en diversas ocasiones precedentes.
Otro elemento que explica el sentido y razón de la existencia de esta imponente fortaleza tardomedieval es el que atañe a la cuestión simbólica, a la carga del simbolismo del Poder, de la estética del Poder: en aquella época era clave el papel de los castillos como símbolo de poder de sus propietarios, y el sanluqueño castillo de Santiago no habría de ser una excepción en este discurso del Poder y de la simbología del Poder.
De este modo, y amén por las naturales razones estrictamente estratégicas, defensivas, en la segunda mitad del siglo XV se construiría gran parte de los baluartes, de los castillos, que se levantaron en España durante el conjunto global de la Edad Media: esto es, en 100 años (los que corresponden al siglo XV) se construiría buena parte de los castillos que se alzaron a lo largo de toda la Edad Media (a lo largo de grosso modo, todo un milenio).
Sabido es que el linaje de Guzmán entra con fuerza en la Historia de la mano del conocido Alonso Pérez de Guzmán “el Bueno”, quien, de acuerdo con la tradición, habría preferido arrojar a los sitiadores musulmanes su propia daga -con la que habrían de matar finalmente a su propio hijo- antes que rendir la plaza de Tarifa, cuya custodia le había sido confiada al Guzmán por la Corona de Castilla.
Desde entonces y hasta mucho tiempo después, la Corona confiaría a los Guzmanes la defensa de las costas de Andalucía -hasta mediados del siglo XVII, circa– gracias a lo cual -y a sus múltiples negocios en dichas costas y tierras, así como merced a sus acciones guerreras y sus servicios al Estado-los Pérez de Guzmán llegarían a controlar algunosrelevantes núcleos de población en el seno de las actuales provincias de Huelva, Cádiz y Sevilla.
El castillo de Santiago serviría como fortaleza ducal hasta 1645, año en que el IX duque pierde el Señorío de Sanlúcar de Barrameda, cuando dicha fortaleza pasaría a manos de la Monarquía Hispánica, habiendo tenido desde entonces muy diferentes usos, y pasando a serfinalmente de titularidad municipal desde principios del pasado siglo XX.
Esta fortificación ha sido testigo del paso de algunos de los ilustres personajes que recalaban en Sanlúcar o pasaban por la ciudad siquiera sea por la destacada situación geográfica del propio castillo.
Así, la reina Isabel la Católica (de quien el archiconocido tópico dice que habría visto por vez primera el mar desde la torre del homenaje del castillo de Santiago), el Almirante Cristóbal Colón o Hernando de Magallanes y Juan Sebastián de Elcano, fueron algunos de aquellos personajes históricos que habrían conocido el castillo de Santiago en algún momento de la historia del mismo.
En las proximidades del castillo, en el Barrio Alto sanluqueño, existe un hito contemporáneo relativo a la I Vuelta al Mundo, algo que los marinos de la Armada del Maluco o los sobrevivientes de la nao Victoria no conocieron, naturalmente, pero que sí tiene que ver con la Primera Circunnavegación y con la Conmemoración de su V Centenario.
Así, el día 6 de septiembre del año 2013 se presentaríaal público la obra escultórica -un bajorrelieve pétreo y cerámico- del sanluqueño Jesús Guerreroinstalada en la calle Escuelas de la localidad.
Dicha iniciativa, llevada a cabo por el Círculo de Artesanos y respaldada por el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, quiso servir para rendir un homenaje permanente a los participantes en la I Circunnavegación y para, además, dejar una memoria física asimismo permanente de la gran gesta que fue la culminación de la Primera Vuelta al Mundo.
El monumento, un bajorrelieve pétreo y cerámico(como hemos señalado supra) adosado al muro del antiguo convento de los Jesuitas de la calle Escuelas de nuestra ciudad, quiere representar la agónica llegada de la nao Victoria a las orillas del Guadalquivir, una nao Victoria capitaneada por Juan Sebastián de Elcano con los otros 17 marineros que volvieron a Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre del año 1522, hace ahora casi 500 años.
El referido monumentoquiere presentar el sacrificio y el agotamiento de los marineros supervivientes, apiñados en unaembarcación (acaso una metáfora de la nao Victoria), para tratar de hacer comprender a quienes contemplen la obra la dramática realidad que hubieron de vivir aquellos 239 hombres que zarparon desde Sanlúcar de Barrameda en las naos de la Armada del Maluco el 20 de septiembre de 1519 y de los supervivientes que regresaron a las playas sanluqueñas el seis de septiembre de 1522 (tres años más tarde).
En la parte superior del bajorrelieve se localiza un medallón con el rostro del marino luso al servicio de España Hernando de Magallanes, impulsor de la expedición original y fallecido en pleno viaje en la isla de Mactán (en Filipinas), en 1521;junto al citado medallón se encuentra un pliegoen el que se recogen los nombres de los 18 marineros que volvieron a la ciudad en la nao Victoria.
Esta obra incluye, además, una rosa de los vientos, un mapamundi alusivo a la esfericidad de la Tierra, hecho confirmado materialmente como consecuencia delViaje mientras, en la parte inferior del monumento se presenta una mención específica al cronista -italiano de Vicenza y también superviviente- de la expedición Antonio Pigafetta.