Volviendo a la isla
BUEN ROLLO
Gallardoski.-Parece que nadie me hace caso, pero qué va. Están pendientes de mí, como del oráculo, y cuando se me ocurre algo, un espía que tienen y que me sigue cuando camino por el paseo marítimo escuchando música, toma notas en una libreta con páginas de rayitas y se las pasa a las fuerzas vivas del pueblo.
Hay veces que las ocurrencias ni siquiera las expreso en voz alta o las pongo por escrito. Simplemente las pienso, pero da igual, porque como creo que me han inoculado el chip prodigioso en el ibuprofeno y malicio a un esbirro de Bill Gates cobrando un sueldazo sólo por estar al loro de mis inquietudes, tomando notas también, este en un ordenador más grande que Barcelona.
Así, esta mañana de sábado pensaba que me encantaría escuchar aquella canción ochentera de Dire Straits tan bonita. Ese grupo había conseguido meter en sus canciones la guitarra de Clapton y la voz de Dylan, sin estar ninguno de los dos en la banda. Pues nada, entre las sugerencias de You Tube : Tunnel of Love, de Dire Straits, como si el mundo fuese una fantasía cincuentona con banda sonora de Kiss FM.
También es verdad que, aparte del espía que me observa desde Alburquerque en Nuevo Méjico, lo tenía fácil mirando el historial y los “mixes” de mi teléfono móvil.
Hace unas semanas propuse desde este mismo medio para solaz y regocijo de algunos paisanos que me quieren a morir, como en la copla, que cuando retirasen los cartelones de la semana santa, pusieran otros de mi gusto. No es que me hayan hecho caso al cien por cien, porque saben que así no podrían disimular que aquí, verdaderamente quienes mandamos somos yo y uno que yo me sé, pero hoy he me he topado con Dante Alighieri por la plaza, una colección de carteles con versos de la Divina Comedia. No creo yo que hayan cometido el sacrilegio de aprovechar las estampas sacaras y ponerles -con cola- encima a los rostros compungidos y maltratados de la pasión los versos del poeta italiano. Pero quién sabe, la cosa está muy achuchada y hasta que lleguen los fondos europeos esos tendremos que apañarnos con lo que podamos.
Tengo que concederles a los de la concejalía de cultura que me parece un acierto la exposición o lo que sea. He visto a unos niños pararse a leer algún pasaje del Paraíso de Dante y bueno, eso ya es mucho por aquí, que las rimas más festejadas suelen estar vinculadas a los caldos de la tierra y a la romería del Rocío, vamos a mejor. Tres hurras por el concejal y por la iglesia evangélica Tarsis, que está en el cogollo. Por cierto “Tarsis” suena a dúo verbenero cantando canciones de Ana Belén y Víctor Manuel en un pub donde los muchachos beben cervezas y animan al Real Betis Balompié y las muchachas apuran sus San Francicos -¿se servirá todavía esa bebida?- y sus porciones de tarta con piñones, mientras enseñan a sus maromos sus muslos con medias de rejilla, pero todo esto a lo mejor no lo ven bien ni los de Tarsis, que son muy recatados/as , ni la ministra de igualdad Irene Montero. Vamos a abolir el deseo de los niños, niñas y niñes y a ver lo qué pasa, cómo seguimos viviendo.
Al final, ya lo sabía yo, ha sido escribir “Rocío” y acabárseme el buen rollo, porque me he acordado de inmediato de ese híbrido entre la monja alférez y una comandante de campo de concentración que se me antoja la señora Rocío Monasterio, sí; la facha de Vox que dice que no es facha ni nada, pero que tiene sus manías.
Cada gesto de esa señora parece estar diciendo; “Te vas a enterar cuando te coja” y cada mirada de rabia de su líder a los que le plantan cara en los barrios parece decir: “Si de por mí fuese, os ibais a pudrir todos en la cárcel”
Y, ya puestos, cada intervención parlamentaria de su portavoz en el congreso, es un aviso: “Si llegamos alguna vez al poder prohibiremos a los comunistas, a los nacionalistas, a los republicanos y tal vez a los pelirrojos, que nunca se sabe”
Su gran paso adelante, como el de los chinos, se sustenta en un gran paso hacia atrás en lo que se refiere a derechos para las mujeres, los trabajadores, los colectivos LGTBI y los emigrantes. Una involución social que produce escalofríos y que puede hacerse real a base de hacer el borrico por los platós televisivos e invocar los más primarios sentimientos del hombre cuando se hace un lobo para el hombre, una bestia.
Petulante y con esa exquisita mala educación de los poderosos, de los que defenderán con ahínco y con lo que haga falta sus privilegios económicos y sociales, no pudo, la señora Rocío, aguantarse más y nos regaló una pequeñita muestra de sus atavismos filo fascistas en el debate ese de la cadena de radio. Qué cara, señor, de mala leche. ¿La han visto ustedes? Habrá que hacer algo ¿no?
La ultraderecha cuando se quita la máscara institucional , muestra claramente su obsceno rictus de intolerancia; váyase, váyase de aquí, del país, de la política. Váyanse todos que todos nos estorban..
Muchas veces no es necesario siquiera saber quiénes son nuestros amigos, basta con que ellos saquen su lista negra y vayan enumerando sus enemigos.
Todos los que pretenden meter en la cárcel, todos los que a ellos les sobran, todos a los que le harían la vida imposible, todos los que sienten la amenaza de sus “Vete de aquí” son los nuestros.
No sé si me explico. Yo creo que sí. Y ellos también me entienden.