Sanlúcar sorbo a sorbo
Hace 30 siglos los navegantes fenicios se aventuraron más allá de las columnas de Hércules para regalarnos mucho de su cultura, de sus ritos, sus tradiciones, su forma de pescar atunes con redes laberínticas y, por supuesto, su amor por el vino. Su rastro aún es visible en el yacimiento de Doña Blanca, en el pago de Sidueña, en El Puerto de Santa María, uno de los tres vértices que conforman el Marco de Jerez.