Juan Carlos I utilizó Patrimonio Nacional para pagar lujos a sus amantes y los gastos de sus palacios, yates y viajes
El rey emérito se aprovechó de la exención fiscal de Patrimonio Nacional para no pagar impuestos por donaciones valoradas en más de 100 millones de euros. También blanqueó al régimen de Arabia Saudí con un diálogo interreligioso en Madrid presidido por el rey Abdalá (a quien un año antes otorgó el Toisón de Oro) sólo tres semanas antes de recibir en Suiza los 65 millones saudíes.