Cartas de una sombra

Articulos, Cultura

José Antonio Córdoba.-Abre los ojos
Los mayores recordaremos esta película, mítica producción del director Amenábar, presentada en 1997.
Aunque no es sobre la peli, mis letras en esta ocasión, si es verdad, que se me ha venido a la mente con los últimos acontecimientos de este turbulento milenio. La llamada en redes y medios mundiales a que, ¡DESPERTEMOS!
Este mes de agosto, creo, no se nos olvidará, no por la calor, sino por la avalancha de desinformación a la que estamos siendo sometidos por los mal llamados “medios de comunicación”, a los que hay que sumar youtubers y  tictokers.
Si bien es cierto que los motores de búsqueda te presentan solo lo que buscas, y no dejo de reconocer que me bebo casi todo lo que tenga que ver con misterios, ovnis, civilizaciones antiguas y demás…, debo de decir en mi memoria democrática, que después del verano retomo mi programa de radio, La Historia Alternativa, que versa en estos temas, además de desmitificar nuestra Leyenda Negra, y tratar sobre los Caballeros Templarios.
Pero en verdad, siendo consciente del barrizal en que hundo la cabeza, me sorprende ver youtubers que considero serios y en nada relacionados con los temas citados, tratando de refilón el tema del fin de la humanidad tal cual la conocemos, y el advenimiento del Nuevo Orden Mundial. Reclamando que,  ¡abramos los ojos! Pienso que como está el patio, para algunos, solo nos falta abrir el ojo del culo.
Con todo estos casos que están viendo la luz sobre los OVNIs o UAP (Unidentified Aerial Phenomena, para los americanos, para el resto, fenómenos aéreos no Identificados), acompañados del mensaje de que debemos de despertar, se me viene a la mente que para 2024, nos veremos conviviendo con seres, de vete a saber qué lugar del Universo, al más puro estilo de District 9 (Sección 9) Aunque aquí, en España, viendo el futuro político que está por «desgobernarnos», será más del estilo de Elysium.
No hay que abrir mucho los ojos, o más de lo que ya lo tenemos, para ver que detrás de todo esto, hay un afán global por confinar a la población. Edificios o complejos arquitectónicos, que buscan aglutinar a miles de personas en un espacio reducido, sin privarlas de viviendas, ocio e incluso lugar de trabajo, van camino de convertirse en aquellas ciudades Estado de la Antigua Grecia. Empezaron con los complejos hoteleros resort, donde no necesitas salir del mismo para disfrutar de unas vacaciones por todo lo alto. El siguiente paso lo dieron los cruceros, cada vez más grandes, con mayor capacidad de pasajeros y con instalaciones que ya las quisieran cualquier ciudad o pueblo. Todo encaminado a condicionar al ser humano en espacios controlados. Y, ¡como no!, los nuevos rascacielos han dejado de ser meros edificios de oficinas o alojamientos, para albergar viviendas, lugar de trabajo, de ocio, con espacios verdes y hospitales. Sin olvidar que el control de los mismos se deja en los circuitos de las IA, para la gestión de las infraestructuras y sus usuarios.
Detrás de todo esto, están las grandes familias financieras que gestionan tanto su construcción como su uso, por lo que llegamos, que al final todo esto, queda en manos de unos pocos.  No todos nos podremos permitirnos vivir en lugares de esta índole, por lo consiguiente, algo va oliendo rancio.
Cuando un grupo de humanos se agrupa en un nuevo entorno, estos necesitarán de nuevas reglas de convivencia, por lo cual se crearán… pensaba en mini gobiernos, pero al final serán como las cárceles, un alcaide y sus guardias.
Es curioso, según Europapress, que 7.300 mill. de personas viven y trabajan en el 7’6 % de la superficie terrestre. Ahora bien, nuestro planeta cuenta con una superficie habitable de 150 mill. de kilómetros cuadrados, si descontamos desiertos y las superficies heladas de la Antártida y Groenlandia, aún disponemos de 80 mill de kilómetros cuadrados para vivir, y sin embargo, cada vez se nos obliga a vivir más confinados. Evolutivamente hemos ido dejando el campo para vivir en las ciudades, ahora vamos camino de vivir aún más apiñados. Como vemos, es como un pastor (El Orden Mundial) que no quiere a sus borregos (nosotros) pastando en el campo, libres y a su antojo. Todo lo contrario, en cercados cada vez más pequeños, donde es más fácil dominar y reconducir al ganado.

Y se nos llama a que abramos los ojos, a que despertemos ante la inminente presencia de objetos y seres de otro planeta. Pero buscamos colonizar otros mundos cuando este apenas lo habitamos. ¿Somos o no, una raza hipócrita, irrisoria y patética?
Desde la crucifixión de Cristo, el ser humano lleva buscando un mesías que nos guíe. ¡Sí!, pero al matadero.
¿A cuántos, nos preocupa más la presencia de extraterrestres, que el no tener para la cervecita del domingo?
Pues eso.
¡Abrid los ojos!
¡Despertad!
¡Ya están aquí!

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