Apuntes de Historia CD
Cuatrocientos artículos
Manuel Jesús Parodi.- Hace ahora, a la redacción de estos párrafos, algo más de nueve años, el día de Reyes del cada vez más lejano año 2013, comenzamos nuestra singladura en estas páginas virtuales de “Sanlúcar Digital” con un artículo titulado “El Guadalquivir. Razón e Historia (I)”, que habría de ser el primero de todos los que publicamos después y el primero a su vez de una pequeña serie de seis textos sucesivos con el mismo título (I-VI) cuya aparición se extendería entre el referido día seis de enero y el 10 de febrero de 2013.
Hoy, cuando aparece este artículo, día 27 de marzo de 2022, nueve años y tres meses más tarde de aquellos comienzos, son 400 artículos en total (con la licencia de incluir éste, conmemorativo más que histórico, entre ellos) los que se han ido desplegando semana tras semana ante los ojos de los lectores interesados en nuestra Historia y nuestro Patrimonio bajo esta cabecera virtual de “Sanlúcar Digital”.
Con una frecuencia semanal, como señalamos, acudimos puntuales (o eso intentamos) a nuestra autoimpuesta cita con los lectores cada domingo, en una cadencia ininterrumpida que tan solamente se vería alterada entre mayo de 2019 y octubre de 2020, período en que esta cabecera no estuviera activa; mas tanto era -y es- el sentido de continuidad que queremos imprimir a este trabajo de divulgación histórica y patrimonial que el mismo (ese sentido de continuidad en los trabajos) habría de ponerse de manifiesto incluso en los dos extremos de ese hiato temporal, con dos artículos titulados “Reflexiones sobre el sentido de las efemérides (I)” y “Reflexiones sobre el sentido de las efemérides (II)”, publicados respectivamente el 07 de abril de 2019 y el 1 de noviembre de 2020, como si no hubiera sucedido ningún paréntesis de tiempo entre el primero y el segundo de los mismos.
Cuatrocientos artículos dan realmente para mucho. Para muchos temas diferentes una semana tras otra presentados en este formato virtual, siempre con las miras puestas en la difusión y la divulgación histórica y patrimonial, en la socialización del conocimiento en, sobre, para y desde Sanlúcar de Barrameda y siempre de manera altruista, sin otra recompensa que la entera y completa libertad de desenvolvimiento en fondos y formas, en modos y temas, en tonos y tenor, que nos brinda desde siempre esta cabecera, de una parte, y, de otra, la enorme y tan estimulante calidez que nos regalan de continuo los lectores, el apoyo de los mismos, sus palabras de aliento y estímulo, sin pasar por alto la información que nos brindan y el hecho de saber (y de tener la constatación palpable de ello) que también por este medio cumplimos con nuestra convicción y nuestro compromiso con la socialización del conocimiento, con la obligación del historiador de revertir a la sociedad el fruto de su trabajo.
Sin un orden prefijado y cerrado (lo que ciertamente sería difícil dadas las propias características del medio, del soporte y los contenidos de los trabajos, amén de que no constituye el objeto de nuestro interés el limitarnos desde ninguna perspectiva), hemos venido (y seguiremos…) desarrollando muy diferentes temas y argumentos a lo largo de todos estos años, sin prisa y sin pausa y siempre “pro bono commune”.
De este modo hemos tratado acerca del Patrimonio Arqueológico de Sanlúcar y su término municipal, de su Patrimonio Monumental, de su Patrimonio Histórico y Artístico…, a lo largo de no pocos de estos cuatro centenares de artículos divulgativos, cifra que hoy redondeamos.
El Patrimonio Bibliográfico sanluqueño, el tesoro de su Historiografía, de sus estudios de Historia, antiguos y contemporáneos, también ha encontrado acomodo en las páginas digitales de estos artículos; en este sentido hemos procurado, y seguimos procurando, atender a los trabajos que han realizado otros historiadores a lo largo del tiempo tanto como hoy día, maestros y colegas precedentes y contemporáneos de quien suscribe a quienes tanto debe la Historiografía local y a quienes tanto, así mismo, debe quien redacta y firma estos párrafos (los de hoy y los de los 399 artículos que han precedido a éste).
En este sentido dejaremos constancia de nuestra convicción sobre la calidad y la buena salud de la Historiografía sanluqueña, tanto en lo que se refiere a la Historiografía histórica en sí misma como en lo relativo a la investigación actual: Sanlúcar de Barrameda es tierra de excelentes historiadores, excelentes investigadores que desde diferentes formatos y desde diferentes perspectivas y campos de trabajo y de estudio han construido a lo largo del tiempo un edificio, el de la Historia de la Historia local, que goza de una indudablemente notable salud.
Es de añadir así mismo que en líneas generales se trata de unos investigadores e historiadores que hacen gala igualmente de un alto nivel de compromiso con el cuerpo social sanluqueño, quienes no limitándose (que no es poco, ni mucho menos) a la siempre ardua labor de la investigación han sabido -y querido- también trabajar como no menos notables divulgadores de nuestra Historia y de los valores de nuestro Patrimonio Cultural, abundando en la tarea, siempre loable, de la socialización del conocimiento igualmente desde muy diversos ámbitos, medios y soportes (papel prensa, medios y espacios digitales, redes sociales, TV, radio, documentales de uno u otro formato, conferencias…) y siempre con la clara intención de profundizar en la extensión del conocimiento de y sobre la ciudad repercutiendo dicho conocimiento en el propio cuerpo social, cumpliendo de este modo con uno de los compromisos, con uno de los deberes, del historiador: la reversión del conocimiento en el cuerpo social haciendo de la disciplina histórica un instrumento de socialización del conocimiento y con ello (y por ello) convirtiendo a dicha disciplina en una herramienta de transformación y cambio social.
A esta tarea nos hemos dedicado en estas páginas virtuales desde enero de 2013, y venimos haciéndolo en líneas generales desde febrero de 1996 empleando para ello tantos medios y soportes como resulta posible. Y en esta labor continuaremos mientras queramos y podamos, en éste y en otros medios, mecanismos y soportes.
Para cerrar estas breves líneas, mi más sincero agradecimiento a los lectores, a la cabecera de “Sanlúcar Digital” y su coordinador, J. Fernández, a los colegas historiadores de quienes tanto aprendo, y a todas aquellas personas que con su apoyo y aliento ayudan más de lo que creen a que sigamos adelante.