Apuntes de Historia CCCLXXX
Manuel Jesús Parodi.-Sanlúcar en los apuntes de un viajero alemán de 1599 XIV
Terminaremos con el artículo de hoy esta serie de artículos que venimos publicando desde hace ya unas semanas y que hemos dedicado al manuscrito de Diego Cuelbis (o Jacob Cuelvis), un viajero alemán que escribió acerca de la España de fines del siglo XVI, un texto titulado “Tesoro Chorografico de las Espannas por el Señor Diego Cuelvis”.
Cada semana recordamos algunas cuestiones relativas a dicho documento (especialmente por consideración hacia aquellas personas que no han leído los capítulos precedentes de esta serie y que por ello pueden desconocer dichos datos), como que dicho manuscrito fue redactado en español por su autor germano, y que el original del mismo se conserva en Gran Bretaña, en el British Museum (contando con la signatura Ms. Harl. 3822), como parte integrante del fondo de manuscritos españoles de la referida institución cultural inglesa.
Igualmente hemos referido que en España existe desde el siglo XIX copia de este manuscrito de Cuelbis gracias al historiador andaluz y académico de la Historia Pascual de Gayangos (Sevilla, 1809 – Londres, 1897).
El historiador Gayangos se ocupó de que se hiciese una copia del escrito de Cuelbis, que se conserva en la Biblioteca Nacional de España (BNE), en Madrid, a la ficha de la cuales posible acceder gracias a este enlace: http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/bdh0000137435; apuntaremos igualmente que su signatura en la Biblioteca Nacional es MSS/18472, y que actualmente se conservan tres copias del texto: la copia que mandase hacer Gayangos y dos copias microfilmadas hechas a partir de aquélla.
A la hora de considerar los contenidos del manuscrito de Cuelbis en relación con el objeto de nuestro interés en estos párrafos, esto es, su relación con Sanlúcar de Barrameda, su -breve- paso por la ciudad, nos hemos apoyado en la edición que de los contenidos de dicho manuscrito hiciera en 2002 Salvador Raya Retamero, quien trató sobre el periplo andaluz del viaje por España de este autor alemán de finales del Quinientos.
Fruto de ello sería un volumen de noventa páginas titulado “Andalucía en 1599 vista por Diego Cuelbis”, un libro editado por la Junta de Andalucía en 2002 y que conocería una sucinta tirada de cien ejemplares, siendo impresos los mismos en Benalmádena (Málaga) por “Caligrama Ediciones”, siendo que los contenidos “sanluqueños” del Cuelbis se recogen entre las páginas 54 y 56 de la edición de Raya Retamero, la cual seguimos en estos párrafos.
Cerrábamos el artículo precedente con el apunte que hace Cuelbis sobre la expedición de la Primera Circunnavegación de la Tierra, señalando de forma literal lo siguiente, en referencia a Sanlúcar de Barrameda: “Fue muy novilitada esta villa por la navegación de don Fernando de Magallanes que partió de la villa de Sanlúcar, martes a 20 días de septiembre del año MDXIX [1519, en números latinos]. Su armada era de cinco naos bien adereçadas”.
De esta forma recoge Diego Cuelbis el papel fundamental que desempeñaría Sanlúcar de Barrameda en la Primera Vuelta al Mundo, siendo el punto desde el que se hicieron a la mar las naves de la “Armada del Maluco” comandadas por Hernando de Magallanes, el martes 20 de septiembre de 1519, tal y como lo reflejan los párrafos escritos por este viajero germánico quien, no se olvide, redacta su texto en el mismo siglo XVI en que tendría lugar la expedición Magallanes-Elcano, y siendo asimismo el punto de retorno de la nao Victoria comandada por Juan Sebastián de Elcano tres años más tarde, el 20 de septiembre de 1522, tras haber completado con éxito la Primera Vuelta al Mundo.
De esta nota es posible traer a colación algunas conclusiones, como que ya en el mismo siglo XVI el viaje de la I Vuelta al Mundo habría contado con notoriedad, de acuerdo con el testimonio de Cuelbis.
Otra conclusión a tomar en consideración en este mismo asunto es la que tiene que ver con que habría igualmente sido conocido el papel de Sanlúcar en la ejecución del viaje de la Armada de la Especiería, puesto que Diego Cuelbis parece hacer ver (al decir que “Fue muy novilitada esta villa…”) que la expedición de Magallanes habría otorgado una notable fama a Sanlúcar ya en aquella época, fama que probablemente habría llegado a conocimiento del alemán Cuelbis ya antes de visitar la ciudad de la desembocadura del Guadalquivir.
Cerrando ya esta serie, abordaremos los últimos apuntes que encontramos en el texto de Cuelbis sobre la Sanlúcar de 1599, que tienen que ver de nuevo con los aspectos navales e indianos de la ciudad. De este modo, señala Cuelbis (y lo tomamos en su literalidad): “Entonces quando yo vine a Sanlúcar estuvo allí la flota de las Cartas de España, y fueron de doscientos y cinquenta navíos grandes y galeones, de los quales fue el adelantado don Martín de Padilla capitán general, lo qual aviendo buscado por mar los enemigos ingleses y flamencos que nuevamente entraron por fuerça en las canarias yslas, robando todo lo que pudieron, se huyeron luego con la presa”.
Sigue: “En este camino padesció esta armada española grandísima (der)rota y daño por algunos tormentos del mar, de manera que murieron más de cinco mil españoles, perdiéndose dos grandísimos galeones: El Rosario y San Hyerónimo (en el) cabo de Tercera Gola. La mayor parte de otros navíos y los mástiles fueron ansí quebrados como si fuesen tallados con la sierra. Era miserable espectáculo para ver”.
Al concluir este apunte sobre una flota indiana llegada, maltrecha, a las aguas sanluqueñas en coincidencia con la presencia aquí del propio Cuelbis, el autor cierra su capítulo sanluqueño informándonos de la brevedad de su estadío en la ciudad y de su partida de la misma, diciendo que llegó a Sanlúcar a las once de la mañana (tal es su precisión que da incluso el dato de la hora de su llegada a la ciudad…) del día 4 de noviembre de 1599, partiendo de la misma en dirección a la vecina localidad de El Puerto de Santa María el día siguiente, bien temprano, por tierra, mediante el empleo de caballerías (menciona mulas y “caballos”), citando incluso el precio del alquiler de las mismas (“3 ó 4 reales” por una caballería).
Y con ese apunte se cierra el capítulo del manuscrito de Diego Cuelbis sobre la Sanlúcar de Barrameda de 1599, bajo el reinado de Felipe III.