Apuntes de Historia CDLXX

Manuel Jesús Parodi

Manuel Jesús Parodi.-Sobre ‘El viaje de la Manzanilla’. Los textos del CIMA (VI)

Continuamos avanzando en el recorrido que nos hemos trazado por los contenidos textuales de la exposición del Centro de Interpretación de la Manzanilla (el CIMA), un espacio expositivo que se localiza en el seno de Las Covachas (un más que significativo y relevante hito monumental e histórico sanluqueño), unos textos de los que es autor quien suscribe estos párrafos (en lengua española e inglesa). 

Como venimos señalando, el discurso expositivo de este Centro de Ia Manzanilla (siendo que en su día formamos parte del equipo redactor del diseño del mismo) quiere mostrar el discurso que concebimos sobre el Viaje de la Manzanilla de una manera que busca ser a la vez didáctica y amena.

Se trata por ello de una exposición destinada a públicos conocedores o no de este vino sanluqueño (un vino con tanta identidad y personalidad) que narra la evolución de la manzanilla desde que la misma no es sino fresca brisa marina, aire limpio de Poniente, hasta que finalmente alcanza la plenitud de su crianza en el vientre de las botas sanluqueñas, en la quietud umbrosa de las bodegas de Sanlúcar de Barrameda, mientras se acunando plácidamente entre el velo de flor, duelas y lías.

Esta exposición tiene uno de sus puntales en las ilustraciones de Arturo Redondo (autor de notables trabajos de ilustración histórica sobre Sanlúcar, especialmente en lo tocante a la Primera Vuelta al Mundo), vertebrándose igualmente en torno a los textos del autor de estos párrafos: dicha ecuación de ilustraciones y textos quiere expresar ágil y plásticamente este Viaje de la Manzanilla

La exposición, como hemos venido viendo se organiza en torno a varios “Espacios” que -a través de distintos paneles- narran los diferentes momentos y las diversas fases de la crianza de la manzanilla, unas cuestiones en las que hemos tratado de abundar en atención a quienes acaso no han seguido esta serie de artículos desde el inicio de la misma, de modo que puedan contar con toda la información posible.

Con estos pequeños artículos divulgativos queremos contribuir a difundir los contenidos textuales de este Centro de Interpretación de la Manzanilla (CIMA), con la intención de ayudar a darlos a conocer y como forma de animar a los lectores de estas páginas a acercarse más al conocimiento de la manzanilla, un vino verdaderamente singular que es sin lugar a dudas uno de los pilares esenciales y más brillantes del Patrimonio Cultural sanluqueño, como no nos cansamos de señalar.  

En los artículos que han precedido a este texto nos hemos acercado a los contenidos de los Espacios 1, 2 y 3 de la exposición del Centro de Interpretación de la Manzanilla.

De esta forma, el “Espacio 1”, titulado “Paisajes de la Manzanilla” presenta un “Panel 1”, titulado “El Viaje del Agua” que cuenta con las secciones siguientes: “El Viaje del Agua”, “Los Vientos”, “La Humedad”, “La Tierra”, “Río Adentro” y “La ciudad bodega” , y un “Panel 2” titulado a su vez “Paisajes de la Manzanilla”, que dispone de las secciones: “Tierras Albarizas”, “Marismas”, “Río y Océano”, “Doñana”, y “Uva Palomino”. 

El Espacio 2, de otra parte, tiene el título general de “La Manzanilla”; su Panel 1 lleva el título “De crianza biológica”, contando a su vez con las secciones “De crianza biológica”, “Ligera”, “Un vino seco”, “Fresca”, “Notas florales. Camomila…”, “Delicada” y “Notas salinas”; el segundo Panel de este “Espacio 2” del CIMA lleva por título el de “La manzanilla, un vino ecológico de crianza biológica”, y cuenta con las secciones que siguen: “El color de la manzanilla”, “Crianza biológica bajo velo de flor” y “La obra del tiempo”.

En los párrafos de hoy seguiremos abordando los contenidos del tercer Espacio del Centro de Interpretación de la Manzanilla, un segmento que está dedicado a “La arquitectura bodeguera” (como reza su título), cuestión a la que están consagrados los contenidos de los dos paneles que componen esta parte del cuerpo expositivo del CIMA sanluqueño.

Este tercer Espacio dispone, como veíamos en los párrafos anteriores, de dos paneles, del primero de los cuales nos ocupábamos en las referidas líneas precedentes; este “Panel 1” lleva el mismo título genérico del conjunto del “Espacio 3” (“La arquitectura bodeguera”) y cuenta con una única sección, sin otras divisiones o más apartados internos en la misma.

El segundo de los paneles que componen este tercer espacio expositivo del CIMA, dedicado asimismo a la arquitectura bodeguera, cuenta con los siguientes apartados: “Muros”, “Ventanas”, “Plantas/vegetación/emparrados”, “Cubiertas”, y “Albero”.

Sus contenidos, al disfrute de los visitantes del centro, son como sigue: 

Espacio 3. Panel 2. “Muros”: En la geografía de las bodegas uno de sus elementos capitales son sus muros, estructuras recias, sólidas, compuestas con los espesores y los materiales adecuados cuando no imprescindibles para que su abrigo haga de la manzanilla la reina de los vinos sanluqueños. 

“Ventanas”: Nada es casual en una bodega de manzanilla; los vanos, las ventanas, su tamaño y dimensiones, su ubicación, su orientación, su ángulo incluso, tampoco habrían de ser una excepción, pues gracias a las ventanas se regula el paso del aire necesario para mantener las condiciones artesanas de temperatura y humedad en las que se cría la manzanilla…

“Plantas/vegetación/emparrados”: Uno de los colores predominantes en el entorno bodeguero es el verde; el verde de las plantas, de la vegetación que hace del mismo un verdadero microcosmos de humedades, frescor y sombra, imprescindible regulación ecológica de la crianza de nuestros vinos.

“Cubiertas”: Las bodegas sanluqueñas se cubren con el tocado de sus cubiertas, en buena medida fruto del saber arcano de los constructores antiguos, que rematan el perfil singular de estos tipos únicos de espacios bodegueros con tirantes y vigas en muchos casos centenarios…

“Albero”: Y en el firme de las bodegas, bajo las botas, prestando las excepcionales condiciones y características de su potencial humedad, el albero, ese suelo dorado –como dorada es también la manzanilla- sobre el que crece y se conforma la arquitectura rica y feraz del paisaje interior de una bodega… 

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