Cartas de una sombra. ¡SI!, a la guerra.

Articulos, Cultura, José Antonio Córdoba

José Antonio Córdoba.- Hoy podemos ver en redes sociales y perfiles personales, lo que ya es habitual de la sociedad, desde el salón de casa y condicionados por la vorágine mediática,  automáticamente tomamos bando por lo que nos dicen que digamos/hagamos.

La guerra, ha sido y seguramente seguirá siendo la que realmente provoque cambios profundos en las sociedades y sobre todo, en el volumen de individuos de las mismas.

La guerra, ha sido una necesidad, un privilegio y una herramienta de unos pocos para dominar o imponerse sobre otros pocos, entre medio quedan los miles o millones de individuos muertos que no sabían de que iba la cosa. Más o menos, lo mismo que ha ocurrido en Yugoslavia, Afganistán, Irak, y ahora Ucrania.

Queda claro que la amenaza de la COVID, no ha servido a los intereses de esos pocos que mencionaba antes. Porque, seguimos siendo una especie que no tememos aquellos que no vemos. Tanto se ha hablado de la COVID, como la III Guerra Mundial, y tras lo sucedido, automáticamente se le ha quitado dicho calificativo, y ahora se traslada al conflicto entre Rusia y Ucrania. Lo que está claro es que, estamos locos por un conflicto mundial.

¡SI!, a la guerra. Queremos tener un dragón al cual cortar la cabeza, con la cual jugar a la pelota. Queremos tener un culpable que se pueda ver y palpar.

Desde la comodidad de la distancia, sentenciamos, y libre somos de ello. A veces pienso, que hemos vivido dando la espalda a Rusia desde la II Guerra Mundial. Al punto de que las migraciones del Este de Europa, nunca nos han interesado, era más “guay” atender a “los pateras”, que a las familias de esos países que quedaron en tierra de nadie tras el desmantelamiento del bloque de la URSS.

¡SI!, a la guerra. Si con la COVID, las grandes beneficiadas han sido las farmacéuticas, y no me refiero a la farmacia de tu barrio. Ahora le toca al presupuesto armamentístico. Ese mismo que los gobiernos, como el nuestro no creían necesario. Ahora, cuando un lobo como Rusia, asoma a la puerta del gallinero de Europa, todas las gallinas buscan gallo que las defienda, pero ¡upsss!, no hay gallo en el corral.

Ahora mamá OTAN, tendrá la excusa necesaria, para invitar a los países integrantes a que formalicen sus respectivos porcentajes en gastos de DEFENSA, porque el lobo está aquí.

¡SI!, a la guerra. Que por fin Europa se convierta en una potencia mundial  o en un panteón. Son muchos años los que venimos viviendo del cuento, de ser la Tierra Prometida de TODOS, menos de los que vivimos en ella.

¡SI!, a la guerra, que los fachas, los nazis rusos no pueden invadirnos. ¿Porque Putin es nazi? ¿NO?

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