Cartas de una sombra
José Antonio Córdoba.- La supremacía de la especie humana.
La especie humana sigue un camino de contraposición que nos lleva a querer colonizar otros planetas, cuando aún seguimos sin comprender este que habitamos. Milenios soñando con abandonar estas playas, estos mares, estas montañas, este cielo… Mientras invertimos en colonizar otros planetas, para unos pocos privilegiados, el resto de la especie se hunde en un barrizal de pobreza, aferrados a una cuerda ardiendo que llaman ilusión.
Por mucho que pretendamos entender a los antiguos, la verdad es que seguimos sin comprender más allá de las suposiciones y teorías, del motivo que les llevó a elevar tan grandes obras arquitectónicas, unas aún en planta otras convertidas en polvo del tiempo.
La capacidad imaginativa del ser humano es lo que les distingue de otras especies, o eso dicen, porque seriamente hemos declinado esa capacidad en pos de la servidumbre del ego y el poder, no se busca el bien general salvo a costa de la mayoría para el beneficio de unos pocos.
Cada día, cientos, miles de máquinas se inventan, para “beneficio de la humanidad” Las mismas que van dejando al propio ser humano en una situación de improductividad alarmante. No estoy en contra del avance tecnológico de la especie, pero hay algo que no cuadra en esta evolución, porque sinceramente, tanto avance significaría una drástica reducción del número de humanos.
Y sinceramente, creo que estamos viviendo el preámbulo de la solución a este problema, ya no hay guerras, pero hay virus, pandemias…
Durante años nos hemos criado viendo películas o leyendo libros de ciencia ficción donde nos mostraban a los humanos camino de colonizar otros mundos, o viviendo en los mundos ya colonizados.
¿Pero de verdad, pensamos que vamos a asistir a un éxodo masivo interplanetario?
Para mi está claro que esto no será así, y de que aún estamos muy lejos de las imágenes de aquellas pelis o libros, pero quizás lo más alarmante pueda ser, que aún estamos a tiempo de erradicar la población humana para ese posible éxodo.
Al final, ¿seremos alienígenas invasores en otros mundos?
—