Cartas de una sombra
Y si…
José Antonio Córdoba.-Hoy tuve una conversación con una amiga sobre, si la vida fuera de otra forma, ¡y si…!
No dejo de reconocer que una buena parte de mi está crispada, y bastante… Uno va perdiendo la fe; los sueños, son enterrados en lo más profundo de mí ser; y el día a día, se convierte en una guerra constante por sobrevivir, o por los menos, lo intento.
Por eso, mi realidad es compleja, ni mejor ni peor que la de otros, pero no obviemos que es mi realidad, nadie ha caminado con mis sandalias.
Pero es curioso que el Destino o quien maneja los entresijos de la vida de los mortales ha querido ser irónico con quien escribe.
De las personas que menos esperas encontrarte, es ella quien el Destino pone ante ti. Como si de una visión fuera, allí estaba ella. Hoy después de algunos meses la he vuelto a ver. Tan cerca que su aroma casi me absorbe. Pero fueron sus ojos, su mirada puesta en mí, lo que removió el baúl polvoriento de mis recuerdos con ella. ¡Y si…!
Sin embargo, por cobardía, por indiferencia nos cruzamos cual dos desconocidos. Que dejaban que sus ojos bailaran sin tapujos, aunque los míos se ocultaran tras las gafas de sol. Sin embargo, seguí mi camino, aunque mi corazón iba recriminándole a mi mente, tan grave cobardía, pero mi mente le recordaba que él carecía de recuerdos, de años de polvorientas capas de polvo acumuladas sobre aquellos recuerdos con ella. El corazón, se encogió mientras murmuraba, ¡pagamos tu cobardía! Quizás ambos tengan razón, quizás ambos se equivoquen, pero, ¡y si…!
Al final, aquí me tienen ambos escribiendo, no sé bien, si a ella o sobre ella. Pero no es la primera o última vez que lo haga, quizás con la certeza de que ella jamás leerá mis letras, quizás ni sepa que escribo. ¡Y si…!
Pero cuando los sueños están sepultados bajo una losa de hormigón de tres plantas. Y la ilusión navega en los mares del Universo. Verla a ella, ha sido pensar por un momento, en mi vida, en ese ¡Y si…!
Ilusión de un caminante sin rumbo. Capricho del Destino. Quizás delirios de un poeta. Pero, ¡Y si…!