Cartas de una sombra
Enseñar o educar, cosa de marcianos
José Antonio Córdoba.-En los últimos años estamos siendo testigos de una transformación pandémica de la sociedad, y más acuciante en este país.
Hoy donde, ¡todo vale!, se está fomentando el distanciamiento entre dos sectores importantes en la educación de un niño. Estamos siendo testigos de ese mensaje tan superfluo como es: Se educa en casa y se aprende en la escuela. La docencia española parece haber encontrado una excusa en la anterior cita, para culpabilizar a los padres del comportamiento del alumnado, eximiendo ellos su parte de responsabilidad e implicación en la misma.
La sociedad actual está tan politizada que ha envenenado todos los ámbitos sociales. Hoy que nos preocupamos por las incidencias del Coronavirus, somos totalmente ajenos, a las incidencias de analfabetismo escolar que se está produciendo, donde prima los resultados numéricos de un Centro, por encima de la atención individualizada del alumno. Aquí me dirán, que si no es cierto, que si la ratio, que si los objetivos del programa curricular, etc.
Pero el maestro, el docente, siempre ha enseñado y educado a sus alumnos, no ha habido, ni hay un muro que separe la educación de la enseñanza. Se educa y enseña tanto en casa como en el colegio. Un docente no es un funcionario de 8:00 a 15:00h. Un alumno no es un número en una estadística de resultados. Pero los padres tampoco tienen que tener una cátedra en Magisterio para educar y enseñar a sus hijos. ¡O, hemos olvidado que a los niños se les envía al colegio para que aprendan, lo que en casa no podrían saber! Y parte de ese aprendizaje, es la educación. La educación que en casa jamás podrían recibir, la de relacionarse con otros niños, con otros adultos diferentes a sus padres o abuelos…
Se educa en casa… Hoy donde el número de hogares fragmentados por un divorcio crece más que la espuma de la cerveza, el niño -no hago distinción de sexo- es la gran víctima. A un niño que de la noche a la mañana su estabilidad emocional salta por los aires en lugar donde debe de sentirse a salvo, ahora se le dice que, en el colegio no se le educa, que eso es cosa de sus padres. Padres que por otro ende, utilizan al menor como arma arrojadiza de uno para otro. Donde como en el colegio con respecto de la familia, se le enseña que el padre es el malo, el demonio, y viceversa, porque de todo hay en la viña del Señor. Los “profesionales” de la docencia, como muchos padres acaban por remitir a ese niño al Orientador y los padres al psicólogo, cuando realmente, el niño en el colegio necesita de alguien que le preste atención, que lo escuche y ¿por qué no?, de que le dé un abrazo, un consejo…
Con el paso de los años, vemos que lo aprendido en el colegio no nos sirve de nada, que lo aprendido en casa, menos aún. Solo basta con mirar alrededor. En vez de recapacitar, nos hemos dejado llevar por las redes sociales, por rechazar todo lo que nuestros padres nos enseñaron por ser FACHA, opresor, etc. Hoy donde en el colegio el docente no es una figura institucional, sino un colega. Hoy se nos pide a los padres que eduquemos. ¡Sinceramente!, pienso que es porque ellos ya no saben.
Una “persona”, me rebatía un comentario mío al respecto de la siguiente forma: “Estás muy equivocado. Padres en casa educación. Profesores matemáticas, física química, ciencias, dibujo, leer, escribir. Formación cultural para cuando crezcas seas un sabio. Papas, maleducados, malos, sin orden, sin disciplina. Sin Religión. Comunistas. O lo peor de cada casa. Son los responsables de lo k crezcan y sean buenos o malos. Apréndelo” Cita textual.
Esta persona o no tiene hijos; o es docente; o tiene algún trauma familiar. Yo la invité a que volviera al colegio. Porque nadie es sabio por crecer, entre otras cosas.
La Educación en este país siempre ha sido la prostituta de los políticos, donde cada color debe dejar constancia con una nueva ley absurda, donde el perjudicado al final es el alumnado.
Así que mientras sigamos distanciando la Educación de la Enseñanza, mal les irá a nuestros hijos.