¡¡Qué descubrimiento!!

Fernando Cabral Hidalgo, Opinión

Fernando Cabral.-Solo quien tiene una sagacidad contrastada es capaz de denunciar antes que nadie que en el PP de Sanlúcar no hay proyecto alguno y que adolece de liderazgo.

El supuesto repentino e inusual gesto de sinceridad de la dimisionaria concejala del PP, que ha tardado en llegarle más de año y medio, ha confirmado lo que no era un secreto a voces y se sabia desde hace mucho tiempo dentro y fuera del PP local, menos al parecer para la propia dimisionaria. 

El PP de Sanlúcar, ganó las elecciones creciendo en votos y en números de concejales, aunque no pudo gobernar, sin proyecto para la ciudad, sin un distinguible liderazgo y gracias a los “despojos políticos” de Ciudadanos, como es el caso. La susodicha, por otra parte, es lo que en política se entiende, por decirlo de forma amable, como un “culo inquieto”, algo no extrañable, ya que creció políticamente con Juan Marín como referente. 

Lo peor de todo es que amenaza con volver a la política, suponemos que siempre que se le otorgue en el seno del PP lo que cree merecer por derecho propio y para más inri en el PP no le cierran la puerta, o a lo mejor se integra en el partido socialista local, siempre muy dispuesto a albergar a inquietos culos políticos.

El PP local es y será visto como alternativa, no por méritos propios. Lo será por ir al rebufo de la política nacional y autonómica, y más que nada por deméritos de los partidos que sustentan el Gobierno local. Un Gobierno local que va a la greña, unas veces sonora y otras veces soterrada, pero evidente. Uno con otro son más oposición que la propia oposición y he ahí donde radica que al PP sanluqueño, sin proyecto propio para la ciudad y sin un liderazgo visible, distinguible, valorable y con garantías, sea visto como alternativa de Gobierno presente y futuro.

Alguien debería reflexionar, sin que sirva de precedente, al respecto. De continuar el rifirrafe interno en el equipo de Gobierno y comprobada la inutilidad de los concejales de la extrema derecha, con poco que haga el PP local, se podría hacer con sus votantes y conseguir mayoría absoluta en las elecciones municipales de mayo de 2027. Salvo que ese otro partido de extrema derecha que sorprendió en las pasadas  elecciones europeas decida presentarse en la ciudad, que todo puede pasar. 

Dicen y comentan que en la llamada eufemísticamente casa del pueblo, como en otras ocasiones, están barajando la posibilidad de alentar con los medios y formas que ellos saben de sobra en dos vías posibles. La citada de extrema derecha y otra (nueva o utilizar unas de las dos existentes, aunque muy muy quemadas y sin relevancia política alguna) que pueda restar votos a su socio de Gobierno, para de esta manera obtener más votos que ellos sin poner en riesgo la mayoría ansoluta en el Pleno Municipal y conseguir de nuevo la alcaldía. Único objeto de su deseo. Llegado el caso, hay quien se tendrá que comer un descomunal sapo.

Como prueba evidente de que lo dicho no es una mera suposición o elucubración, miren que quienes exigen ahora la remunicipalización de servicios municipales como el Servicio Integral del Agua o el Transporte urbano y quienes ahora miran hacia otro lado al respecto haciendo oídos sordos.

Algunos y algunas, se mostrarán tranquilos porque mientras el PP local tenga como cabeza visible a quién le ha llegado sin mérito alguno el sillón del cementerio de elefante sin ser políticamente plantígrado alguno, y mantenga como lugar teniente a quien día sí y día también solo se gusta de haberse conocido, de una forma u otra no corren riesgo sus estatus político, social y económico. 

Pero cuidado, lo confirmado por la dimisionaria concejala del PP puede zarandear el avispero de los de las direcciones locales y provinciales de las derechas y provocar determinadas reacciones pudiendo coger a algunos y algunas con el pie cambiado.

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