La Trastienda
A modo de reflexión.
Enrique Romero Vilaseco.-De un tiempo a esta parte me vence la desidia y la apatía a la hora de sentarme a escribir cualquier artículo. Y eso que hay multitud de asuntos que me gustaría tratar, pues son tantos los acontecimientos que salpican la actualidad política y social de nuestro país, que hay materia para no uno, sino mil escritos. Como la cantidad de cosas que me gustaría tratar se agolpan en mi mente y todas ellas quieren salir al mismo tiempo, lo que produce un atasco que al final bloquea la salida de las ideas y conlleva que no fluya mis opiniones con el mínimo rigor que haría falta, he optado por ordenar los mensajes para no perderme en una larga y aburrida perorata escrita.
- El resultado de las elecciones de Madrid ha significado el triunfo arrollador de Isabel Díaz Ayuso. Demostrando que los ciudadanos de Madrid no quieren saber nada del comunismo rancio y obsoleto, guerracivilista y revanchista que Pablo Iglesias ha venido a rescatar más de 80 años después de que fuera vencido. A ese discurso de enfrentamiento y odio se subió el PSOE desesperadamente y así lo ha pagado en las urnas.
- Desde hace muchos años los socialistas no soportan que la Comunidad de Madrid esté gobernada por el centro derecha, y así se han dedicado todo este tiempo a intentar derribar a la Presidenta de dicha comunidad. Por mar, tierra y aire han bombardeado a Ayuso, a través de una campaña inmisericorde, impulsada desde Moncloa y con todos los medios de comunicación al servicio de la izquierda. Para eso ya el ínclito inquilino de la Moncloa viene regando de millones de euros a las televisiones, radios y prensa, casi todas ellas al servicio de la causa.
- La desesperación llegó a un punto que hasta tramaron una moción de censura con la colaboración de Ciudadanos, que gobernaba la Comunidad de Murcia, Madrid y Castilla León, junto al PP. Resulta de lo más insólito que Ciudadanos se prestara a todas esas maniobras y, estando en el gobierno de las citadas comunidades, llegara a pactar con el PSOE una autocensura, con el único objetivo de derribar todos los gobiernos presidido por el PP.
- Tanto para el PSOE como para el, ya difunto partido de Ciudadanos, todos los males del mundo mundial son culpa de la comunidad de Madrid y de Ayuso; así lo vendían cada día el Gobierno de la Nación, la izquierda en general y todos los medios de comunicación al servicio de Moncloa.
- Pero resulta que la realidad es tozuda y la verdad se abre camino, y los madrileños que han sufrido los ataques furibundos de un Gobierno esquizofrénico, que no ha parado de mentir y de meter palos en las ruedas a la comunidad de Madrid, a la hora de votar han premiado en una inmensa mayoría a Ayuso y han castigado a todos los partidos de izquierda y también al traidor de Ciudadanos.
- Que Madrid ha creado empleo durante la pandemia, que es la locomotora económica de España, que las muertes en las residencias de ancianos bajaron considerablemente cuando la responsabilidad pasó del gobierno de la nación a la de la Comunidad, es palpable, y quién no quiera verlo se engaña así mismo. Si ocurrieron miles de muertes en la primera ola de la Pandemia se la debemos a la pésima gestión de Pedro Sánchez y de Pablo Iglesias, este último se arrogó toda la competencia en cuanto a la responsabilidad de las residencias de ancianos de España se trataba.
4. El PP de Casado sigue siendo un partido cobarde, acomplejado y miedoso, por eso Casado, Teodoro García Egea, Maroto y compañía, no pueden sacar pecho del triunfo arrollador de Ayuso. El día 4 de mayo las elecciones no las ganó el PP sino el carisma, el coraje y la valentía de Isabel Díaz Ayuso, que se ha convertido en la imagen de María Pita o Agustina de Aragón resucitada. Ayuso ha demostrado tener un par de ovarios al enfrentarse al, hasta ahora todopoderoso Sánchez y a su gurú, Iván “el terrible”, un mercenario que lo mismo sirve a Morago del PP que a Pedro Sánchez. Los partidos perdedores han demostrado una vez más que no saben perder y menos cuando la derrota es tan abultada. No han parado de criticar, una vez conocido los resultados, de atacar a los madrileños. Ahí están las declaraciones de Carmen Calvo, María Jesús Montero, Monedero, Pablo Iglesias, Tezanos…
- Ayuso ha vencido no sólo a los partidos de izquierdas, al propio Gobierno y a los medios de comunicación, sino también al indecente Tezanos que aprovechó la jornada de reflexión, emulando al infame Rubalcaba, para arremeter contra los madrileños. Tal rabia siente el Director del CIS (Centro de “Intervenciones Socialistas” que calificó a los votantes de Ayuso como tabernarios, aunque en su interior quiso decir borrachos. Monedero dijo de los madrileños que eran de gilipollas y tontos de capirotes, porque nadie se podía parecer a Einstein. Y Carmen Calvo acusó a Ayuso de nazi, fascistas y que pretendía instalar en Madrid campos de concentración. Imagino que el subconsciente le traicionó porque eso era lo que hizo el PSOE en la Segunda República
- Que lejos queda aquello de que el pueblo es sabio cuando vota. Que desprecio a la Democracia y al los ciudadanos que votan libremente, y todo porque ese pueblo, que dice representar, no han votado lo que ellos querían. Jamás oí a Monedero, Pablenin, Carmen Calvo, María Jesús Montero y toda la ristra de políticos de izquierda decir nada cuando en nuestra querida Andalucía el PSOE ha estado casi 40 años gobernando. Se imaginan ustedes que el PP o cualquier otro partido de centroderecha hubiese dicho que el socialismo ganaba en Andalucía porque a los andaluces sólo les va las juerga, los bares, el cante… que estarían diciendo toda la plana mayor del PSOE y los de IU o Podemos, cuantas horas de emisión ocuparía en la SECTA, en Cuatro o Telecinco esas declaraciones tan fascistas de la derecha.
Y hablando de fascismos, otro de los grandes errores de la izquierda es que ve fascistas como el niño de la peli que veía muertos por todos partes. Y es que se han quedado anquilosados en los años 20 del pasado siglo. Del fascismo hablaré, tal vez, en otra ocasión.
P.D. El que autor de este artículo jamás ha pertenecido al PP, no se confundan.