Critican un nuevo acto taurino con menores en Sanlúcar por incumplir recomendaciones de Naciones Unidas
Fundación Franz Weber reclama impedir la convocatoria con un nulo interés pedagógico y social
El Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas pidió a España alejar a menores de edad de la tauromaquia
Las administraciones no informan de forma transparente sobre las ayudas ni su colaboración para mantener esta pseudoeducación
Sanlúcar de Barrameda. 7 de diciembre de 2023. La Fundación Franz Weber ha demandado esta mañana la suspensión de un tentadero en el que participarán personas menores de edad en la plaza de toros de Sanlúcar, para dar cumplimiento a una recomendación realizada por el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas en 2018, y a otra realizada en 2023.
En sus observaciones finales el órgano de especialistas en protección y derechos de la infancia y la adolescencia solicitó a España “alejar” a los menores de edad de la tauromaquia, incluyendo su participación directa en este tipo de recintos o como personas espectadoras.
FFW señala que los menores, con tan solo 14 años, pueden participar en las llamadas “clases prácticas” y “tentaderos en clase práctica”, donde ejercen la tortura de bóvidos machos de corta edad, o bien hembras, integrándolos ya en un circuito donde se justifica el maltrato animal con un presunto interés tradicional o cultural, mientras que en los tentaderos privados o “familiares” no existe una limitación reglamentaria de edad.
Para los naturalistas resulta preocupante el uso que parecen hacer las administraciones de los recursos públicos, promoviendo que chavales puedan maltratar animales y exponerse a riesgos de carácter médico-sanitario para perpetuar una actividad que recibe un importante rechazo de la ciudadanía.
Además, como formación no reglada tampoco ofrece una salida profesional real ni digna, sabiendo que existen numerosos ciclos formativos homologados en diferentes ramas que ofrecerían un empleo digno, no el de matar novillos o toros en plazas.
Aprender a normalizar la violencia hacia los animales.
En estas convocatorias los “alumnos” pueden crean y ven las heridas provocadas sobre el bóvido, comportamientos y gestos asociados a un evidente sufrimiento y la muerte violenta de los mismos.
Además, los naturalistas explican que la participación va acompañada de comentarios que refuerzan de forma positiva todo lo que se produce en la plaza y que personas menores de edad pueden asumir como normal y positivo, contribuyendo a la banalización de la violencia contra animales.