Los últimos de Filipinas. Héroes olvidados

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José Antonio Córdoba.-El pasado mes de junio tuve el placer de presentar a los miembros de la Casa de Extremadura de Sanlúcar, una breve reseña sobre Los Últimos de Filipinas. Y lo más importante, no fue la cantidad de asistentes, sino la calidad de los mismos.

A lo largo de los años había leído sobre la hazañas de los últimos en Baler (Filipinas), pero fue profundizando para esta conferencia donde encontré que el oficial al mando de estos héroes, era extremeño, de Miajadas en Cáceres, por lo cual la conferencia la cité como, «Teniente, Saturnino Martín Cerezo. El extremeño que honró la MEMORIA del Imperio Español»

La situación política que vivía España desde principios de 1800, se reflejó en un abandono político de sus provincias en Ultramar. Los virreinatos se transforman en provincias autónomas dependientes jurisdiccionalmente de España, lo que agravó aún más, el abandono sobre las mismas. A finales de 1800 sólo tres provincias quedaban bajo dominio español, Puerto Rico, Cuba y Filipinas. Las tropas españolas en Puerto Rico apenas se resistieron a las tropas americanas. Cuba y Filipinas, sucumbieron casi al unísono, entre 1897 y 1898.

Baler, una pequeña aldea costera en la isla filipina de Luzón, pasaría a la historia por ser ejemplo del coraje y honor de las tropas españolas en la defensa de un territorio en ultramar bajo soberanía española. Los supervivientes serían conocidos como “Los Últimos de Filipinas” Tras casi un año recibiendo el hostigamiento por parte de los tagalos, defendiendo un territorio que llevaba meses abandonado por la corona española. El Tte. Saturnino Martín Cerezo, el Tte. Rogelio Vigil de Quiñones y más de una veintena de soldados, abandonan la Iglesia de Baler, un 7 de junio de 1889. La salida de los españoles fue honrada por los sitiadores tagalos, que formaron una Guardia de Honor para los sitiados españoles.

Curiosamente muchos de aquellos héroes de Baler vivirían su peor deshonra durante la Guerra Civil Española. Pese a que el Tte. Saturnino Martín Cerezo, nunca se olvidó de sus hombres, y ayudó a alguno de ellos, ya en España. él mismo viviría el asesinato de su hijo Saturnino a manos de una checas madrileñas, siendo ejecutado el 18 de noviembre de 1936, en Paracuellos de Jarama.

Y lo lamentable, como así lo referí en dicha conferencia, es que: «si el cine de mierda que tenemos en España, se dedicara a fomentar y divulgar las hazañas históricas de nuestra historia, ningún país nos llegaría a hacer sombra. Podríamos tener un cine histórico sin precedentes».

El Tte. Saturnino Martín Cerezo falleció el 2 de diciembre de 1945, a los 79 años, con la graduación de General de Brigada.

Sanlúcar de Barrameda cuenta con una calle dedicada a uno de aquellos valientes de Baler. Natural de Lebrija, Miguel Pérez Leal vivió en Sanlúcar desde pequeño. Miguel fue herido en Baler dejándole impedido de una mano. De regreso a España, pasó a vivir en Cádiz donde fue recibido como héroe el 26 de septiembre de 1899, pero aquella efusión duraría poco y, Leal regresaría a Sanlúcar, quedando en el olvido como así lo reflejaría una publicación del Diario de Cádiz en 1907, donde reflejaba que, «el héroe de Baler se encontraba abandonado en el hospital de Cádiz», poco más se supo Miguel Pérez Leal.

Está claro que España siempre ha desterrado a sus héroes y, como hoy, solo enaltece a cobardes, corruptos y políticos.

¡HONOR y GLORIA A LOS HÉROES DE ESPAÑA!

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