En el Candelero
MEA CULPA
Enrique Romero Vilaseco.Lo que pasa en política no ocurre en ninguna otra actividad humana. En ella puede
llegar a lo más alto no el más preparado y el que más trabaja, sino el más pelota, el
incompetente, el aprovechado o el que más puñaladas traperas va dando a diestro y siniestro.
Los “ ́líderes” políticos son los primeros interesados en rodearse de afiliados obedientes,
sumisos y pelotas, y sobre todo, con pocas luces. Aquellos que sean más inteligentes que ellos
o que les hagan sombras, serán apartados y totalmente arrojados al ostracismo. Los cabezas
de listas de los diferentes partidos utilizan a todos los militantes, afiliados, simpatizantes y
demás, para que lo apoyen en su finalidad. Una vez ésta se consigue, se olvidan de los que
lucharon y se batieron el cobre para que llegara a ocupar su cargo de alcalde o de concejal;
también extensible a los diputados, senadores y demás ralea.
Todos los que llegan a alcanzar el poder dentro de los partidos, actúan como verdaderos
dictadores y tiranos. No consienten que sus decisiones sean criticadas o censuradas, exigen
adhesión y obediencia total y absoluta, sin ningún tipo de fisura. Aquellos que osen levantar la
voz contra las decisiones o la política que el amado líder traza, serán carne de cañón y
candidatos a ser expulsado del partido. En las formaciones políticas es donde menos se ejerce
la libertad y democracia, que tanto pregonan y exigen sus líderes a los demás partidos en el
Congreso o en el salón de Plenos del Ayuntamiento.
Los que manejan el cotarro y se benefician de los privilegios de ostentar cargos en las
instituciones, constantemente piden unión, solidaridad, ayuda, colaboración y esfuerzo para el
bien del partido, porque el partido está por encima de las personas. Pero cuando esas mismas
personas no están en la cúspide ni se beneficia de las prebendas que otorga los cargos
orgánicos o políticos en las distintas administraciones, se olvidan de todo lo anterior y ponen
por delante su propio intereses.
A lo largo de mi trayectoria política he vivido muchas situaciones de ese tipo, pero lo
peor no es que los “líderes” o los que llegan a cargos remunerados, conseguidos con el
esfuerzo de los demás, actúen de esa forma, sino aquellos que aterrizan sin conocer la historia
del partido en cuestión, ni el trabajo y esfuerzo realizados por aquellos que han luchado para
que el partido tenga representación en el Pleno. Esos nuevos militantes o afiliados se
convierten en auténticos hooligans defensores del amado o de la amada líder. Son, en su
mayoría, tontos útiles de los cuales se aprovechan la cúpula de los partidos. Esos nuevos
paracaidistas que aterrizan en un partido sin tener ni puta idea de política, que ni saben ni
quieren saber, que no se preparan políticamente hablando para representar mejor a su
formación política y defender sus ideas, son los que van a ostentar otros carguitos, de menor
importancia dentro del seno del partido, para así tenerlos contentos y hacerles ver que son
importantes. Esa masa borreguil que aplaude con las orejas a la que manda y quiere hacer
méritos por si en un futuro les cae algo, viven en la más absoluta ignorancia. Desconocen por
completo como se toman las decisiones; ignoran lo que el partido recibe económicamente de
subvención y hasta lo que gana la amada líder cada año por estar calentando un sillón en el
salón de pleno.
Cuando se convoca una reunión de partido y se trata distintos temas, los
aborregados aplauden como autómatas las palabras de la lideresa, aunque se una perorata
insoportable y sin sentido. Y aquellos que osen públicamente, en dicha reunión, manifestar su
opinión contraria a la dirección del partido, será lanzado al circo de los leones, donde será
devorado por una masa de fieras ávida de carne y sangre.
En los partidos lo que interesan son bípedos que sirvan de soldadesca, de tropa y
avanzadilla, las decisiones las tomará la lideresa sin contar con nadie. A los partidos solo les
interesan los militantes para pegar carteles, montar carpas informativas, para que vayan de
apoderados en las elecciones y para que paguen las cuotas, lo interesante y lo principal queda
siempre al arbitrio de la mandamás o de la lideresa de turno.
Me afilié a VOX Sanlúcar en octubre de 2018, pero antes, cuando nadie lo conocía y
apenas cosechaba votos, ya lo votaba. Después de la irrupción de VOX en la Junta de
Andalucía con 12 diputados, el partido fue tomando forma y cierta organización en Sanlúcar.
Más tarde vino la etapa nefasta del señor Martínez Ayala, cuando éste se fue de malas
maneras del partido, ostentó la coordinación local la señora Carmen Infantes. Años más tardes
y muy cerca de las elecciones municipales del año 2023, fue destituida por la dirección
provincial. En su lugar nombraron a la que fuera concejal del PSOE Bárbara Escañuela, que
formó su propio equipo de trabajo. La señora Bárbara Escañuela era también la elegida para
ser la candidata de VOX a las municipales del año 2023. La defenestrada Carmen Infantes se
echó a un lado y se desentendió del partido, ni siquiera luchó por seguir siendo coordinadora
local ni tampoco pidió explicaciones de su cese. Llegado este momento de mi escrito, es
cuando tengo que entonar el MEA CULPA, porque viendo la deriva que estaba cogiendo VOX
Sanlúcar no veía la mejor opción de presentar una lista que estuviera encabezada por la señora
Escañuela. Nada tengo personalmente contra ella, pero su pasado socialista no era la mejor
carta de presentación, los demás partidos nos lanzaría a la cara ataques por esa causa. Así
que pensé contactar con algunos miembros del partido y formar un grupo que defendiera, ante
la cúpula de VOX, otra candidata. Y es ahí dónde entrar en liza la presencia de Carmen
Infantes. Durante muchas reuniones, el citado grupo, estuvo reuniéndose y trabajando para que
la señora Infantes pudiera ser nuestra candidata. Después de tanto esfuerzo y trabajo y con la
ayuda también de algún que otro diputado nacional, conseguimos que la dirección de Madrid y
Cádiz optara por nuestra candidata.
En otras palabras, fui yo el primero en encabezar la idea de Carmen Infantes como
candidata de VOX a la alcaldía; luego se sumaron un buen número de militantes y entre todos
pudimos rescatarla del ostracismo. Lo que vino después será tema de otro artículo.
Continuará…
Enrique Romero Vilaseco