El grupo de Carmen Álvarez presenta alegaciones a la modificación presupuestaria.

El Gobierno local no puede entender que a un grupo político como Izquierda Unida le importe tan poco cualquier mejora de la sociedad sanluqueña por el simple hecho de que venga de la mano del equipo de Gobierno. Ya no se trata de que IU vote en contra de las propuestas, sino que maniobre única y exclusivamente para retrasar la aplicación de las medidas que se adoptan para beneficio de los sanluqueños.

El Pleno aprobó la semana pasada una modificación presupuestaria que permitirá tener liquidez en determinadas unidades municipales y para reforzar áreas de servicios públicos básicos, como las empresas municipales, todo ello por un importe de 843.000 euros. Con este dinero se realizarán contrataciones en dichas empresas y se reforzarán los servicios de Emulisan, Elicodesa y la residencia de mayores (Emuremasa), es decir, en todas las instalaciones públicas y en los centros escolares. Asimismo, permitirá poner en marcha una campaña para que los mayores de 65 años puedan viajar gratis en el autobús urbano hasta final de año. Estas son algunas de las medidas que se van a tomar con esta modificación presupuestaria que, sin embargo, y de manera sorprendente, IU quiere retrasar.

Las alegaciones son una herramienta legal que se debe utilizar cuando existe fundamento jurídico para ello, pero no contra el contenido una decisión. Hacer política es tomar decisiones en beneficio de todos. Y retrasar la aplicación de estos beneficios no es de buen político precisamente.