Una Casa Real indigna y cobarde
La Casa Real ha demostrado ser indigna por la canallesca de Juan Carlos I y cobarde por la de Felipe VI, que no tuvo el coraje necesario para dejar que nos diéramos el debate necesario sobre el comportamiento de su padre.
He de reconocer que estoy feliz. La superioridad moral de los republicanos ha quedado consignada en un escrito de la Fiscalía.