NO traslado de la EDAR por dejación
Fernando Cabral.-En una entrega anterior de fecha 24 de octubre de título “Traslado de la Depuradora”,
decíamos textualmente que por motivos de Salud Pública el traslado de la EDAR de Sanlúcar “No era una opción, sino una obligación”.
Hoy, tras lo escuchado en el pleno municipal de octubre, tenemos que decir al respecto, que ni una ni otra cosa, que de ser algo se trata de una DEJACIÓN.
La modificación del Convenio de 30/11/2021 entre el Ministerio de Transición Ecológica, la Junta de Andalucía y varios ayuntamientos, entre ellos, el de Sanlúcar de Barrameda, para la financiación, ejecución y explotación de determinadas infraestructuras de saneamiento y depuración necesarias para garantizar el cumplimiento de la Directiva 91/271/CEE, supuso que el Pleno Municipal tuviese que aprobar facultar a la Alcaldesa para la firma de la primera Adenda de dicho Convenio que tendrá vigencia hasta 2029.
En las distintas intervenciones en dicho punto del Orden Día, de boca de la oposición se manifestó que en reunión de la Comisión de seguimiento del citado Convenio de mayo de este año, donde debió haber representación de la Corporación sanluqueña, se aprobó mantener las inversiones previstas para la adecuación o construcción de las depuradoras también previstas, incluso en algún caso, de aumentar lo inicialmente presupuestado. Sin embargo, en el caso de Sanlúcar, lo inicialmente presupuestado de 40.000.000 euros para la adecuación o construcción de una nueva depuradora se redujeron a algo más de 600.000 euros. Una drástica reducción presupuestaria que avalaron los representantes de la Junta de Andalucía y del propio Ayuntamiento sanluqueño allí presentes.
Un importante y trascendente dato que no fue negado por parte del Equipo de Gobierno. Lo que en la práctica, por la cuantía de lo ahora contemplado para Sanlúcar, supone que no habrá traslado de la actual depuradora y como mucho una supuesta adecuación con la implantación de un sector terciario. Ahora tiene sentido que no se supiera la posible nueva ubicación de la depuradora.
Según la RAE, se entiende por “DEJACIÓN” aquel acto que suponga abandono, renuncia, así como, abdicación y desistimiento, y también como antónimo de continuación y permanencia.
En el mejor de los casos, aunque incomprensible, hay renuncia y desistimiento a algo que se reivindicaba en años anteriores y que ahora se acepta incluso con el agravante de, supuestamente, ocultar información a la opinión pública sanluqueña. Sobre todo, a los vecinos que viven en los aledaños y sufren más directamente las consecuencias de la EDAR. De ser cierto esta renuncia o desistimiento se debería explicar sus causas si las hubiere. De ser un abandono o abdicación, no tendría explicación alguna por aquello de la obligación que tienen los responsables públicos de preservar la Salud Pública y medioambiental. La Smart City de unos y la Ciudad Amable de otros, brillan por su ausencia.
En la citada y argumentada DEJACIÓN conlleva la aplicación de sus antónimos de continuación y permanencia. Los vecinos deben saber que la EDAR de Sanlúcar, aquella que contaminaba por tierra, mar y aire, y que de un día para otro se gestiona de forma modelica por la concesionaria, por DEJACIÓN, continuará y permanecerá sine die situada irregularmente donde está ubicada y hasta 2029, solo se invertirá en ella para paliar su casi agotado límite de operatividad.
Por cierto, no menos DEJACIÓN hay en que ningún grupo municipal del pleno, con o sin responsabilidad de Gobierno, se preocupe en la necesidad de la búsqueda de una alternativa viable a los aliviaderos que siguen dando un triste y nauseabundo espectáculo medioambiental ante los ojos de propios y extraños.