No olvidamos

Ecología

Hoy domingo 7 de septiembre, se cumple casi un mes del décimo aniversario del fallecimiento de nuestro amigo/compañero/socio de Ecologistas en Acción de Sanlúcar. Qué decir de Alfredo Barragán Díaz, pues fue uno de los pioneros del movimiento ecologista en la localidad, donde una de sus preocupaciones era la situación en que se encontraba Doñana y esa fue la primera de las causas para que se fundara el grupo ecologista Algaida allá por el año 1983, junto con varios compañeros y compañeras. El motivo por el que se constituyó el grupo Algaida fue crear una firme oposición a lo que a día de hoy continúa siendo una descabellada idea de un partido político que por aquel entonces se denominaba Alianza Popular, hoy PP, auspiciado por varios empresarios, para construir una carretera que uniera Cádiz-Huelva a través del Parque Nacional de Doñana. Obviamente biólogos, científicos y naturalistas, se pusieron las manos en la cabeza por el gran impacto medioambiental que esto provocaría en un espacio natural valorado a nivel mundial entre los mejores por su biodiversidad.

Ni que decir tiene, que no fue el único frente abierto que él y el grupo ecologista Algaida tenían: vías pecuarias usurpadas, caza furtiva, contaminación del río Guadalquivir, destrucción del patrimonio natural y encima a nivel provincial, dentro de la Federación Ecologista Pacifista Gaditana, no podían faltar los diferentes proyectos urbanísticos que ya por aquel entonces atentaban contra los espacios naturales de la provincia.

Pero uno de los campos donde se manejaba como pez en el agua era la conservación de la naturaleza unida a la educación ambiental, su gran pasión sumada a su profesión como educador, hacía que tanto su alumnado como los que le escuchaban en diferentes charlas, llegarán a comprender la importancia de proteger los espacios naturales que podíamos disfrutar aquí en Sanlúcar.

Como persona inquieta y gracias al apoyo de la familia se afilió a la política donde quiso cambiar el concepto de respetar el medio ambiente dentro de las instituciones oficiales con argumentos científicos que en su día costaba encontrarlos, pero con el paso del tiempo comprendió que dentro de un colectivo social que luchaba por el medio ambiente podía conseguir más cosas. Por aquel entonces se crearon diferentes grupos ecologistas: Algaida eran compañeros mayores que se dedicaban a más burocracia, Milvus chavales que trabajaban la educación ambiental por los centros educativos y Jara, que defendían rincones naturales de la localidad. Con el tiempo llegamos a la conclusión de que debíamos unirnos y allá por el 1989, logramos de fusionarnos llamándonos Aljaramil. Pasaron casi 10 años más, trabajamos muy duro en muchos frentes, el día a día se hacía agotador: muchas campañas, talleres, denuncias, multitud de intervenciones en los pocos medios de comunicación que había, mucho trabajo en la calle (por aquel entonces no había redes sociales) hasta que un día, allá por el 1998, se creó Ecologistas en Acción fruto de la fusión de más de 300 grupos federados en el territorio español.

Pero lo que le seguía empujando a nuestro compañero Alfredo en su lucha de más de tres décadas, eran las masas forestales de la ciudad y en especial los pinares de Bonanza. Un verano de 1987, como recordará su familia y vecinos de la barriada de Andalucía, presenciaron y sufrieron la tala de más de 100 majestuosos pinos justamente a las puertas de la barriada, una tala que fue autorizada por el IARA (instituto andaluz de reforma agraria) con la intención de extraer la arena para la agricultura, esto se pudo paralizar gracias a Alfredo Barragán, que por aquel entonces no existía los móviles. De igual modo también se extrajeron arena en la Veta y los Llanos de Bonanza, aunque no se llegó a talar tantos árboles, sí se hizo una brecha en la capa freática por la extracción desmesurada y sin control. Pero como la Madre Naturaleza es sabia, ella sola llegó a regenerarse sin la ayuda de ninguna administración oficial formando hoy en día un ecosistema de incalculable valor. Las lagunas de Bonanza como se las conoce, son una zona de residencia, refugio y alimentación para decenas de aves, sirviendo como área de influencia en el Espacio Natural de Doñana, así queda reflejado en multitud de estudios, trabajos, observaciones que circulan por la red.

Gracias a Ecologistas en Acción y a su labor de perseverancia en todos estos años en los que Alfredo fue uno de los pilares fundamentales por dar a conocer sus valores naturales, estos humedales han sido valorados e incluidos en el Inventario de Humedales de Andalucía. Por supuesto, no nos conformamos con este título y queremos ir más allá, en nombre de Alfredo, queremos que tanto las lagunas de Bonanza, que ya veis las aves que a diario visitan estos hábitats, como las tres masas forestales que forman los pinares de Bonanza, todo en su conjunto, sean declarados y protegidos como Parque Periurbano.

Ese era uno de los sueños que perseguía Alfredo Barragán Díaz y desde Ecologistas en Acción, nos gustaría que todos los presentes sean testigos de poderlo lograr, bajo la placa conmemorativa. Y por ese trabajo que él desarrolló durante años, aquí va nuestro recuerdo, porque no le olvidaremos.

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