COP29: Veintinueve años de innacción climática pese a las desastrozas consecuencias

Ecología

Hoy comienza en Bakú (Azerbaiyán) la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024 (COP29), que tendrá lugar del 11 al 22 de noviembre. Durante 29 años, estas cumbres anuales se han presentado ante la opinión pública mundial como un intento concertado entre los países para enfrentar la crisis climática, pero apenas han conseguido cambios reales. La realidad es que las emisiones de efecto invernadero no han dejado de aumentar en todas estas décadas, y en consecuencia el cambio climático continúa en proceso de aceleración y aumentando también los eventos meteorológicos extremos por todo el mundo. Desde Rebelión o Extinción (XR), con el corazón aún encogido por las consecuencias del desastre climático que ha sufrido especialmente Valencia, se quiere señalar la inmensa hipocresía homicida que se esconde detrás de esta cumbres.

La COP29 comienza mientras Valencia aún sigue enfrentando las consecuencias de esta catástrofe climática. También coincide con la continuación de la convocatoria de la campaña europea Stop EU Fossil Subsides, iniciada la pasada primavera y de la que forma parte XR junto con otros colectivos de diferentes estados de la UE. Según datos del FMI, la industria de los combustibles fósiles recibió en el año 2023 al menos 405.100 millones de euros en forma de subsidios directos e indirectos en la Unión Europea, mientras el gasto en acción climática supone alrededor de una décima parte de esta cantidad. Exigimos que los impuestos de la ciudadanía dejen de subvencionar a los verdugos. Por ello, Rebelión o Extinción y Rebelión Científica convocan a la rebelión el próximo día 16 en Asturias, la comunidad autónoma que más emisiones produce per cápita.

El mayo pasado, un grupo de activistas de XR Asturies bloqueó la entrada de Arcelor Mittal, la empresa más contaminante de Asturias, durante 5 horas. Arcelor Mittal ha emitido un total de 5.097.167 toneladas de de CO2-eq en el año 2020 y es la empresa que más subsidios a los combustibles fósiles recibe por parte del Gobierno Español, con un total de 26,7 millones de euros en el año 2023. Recientemente el gobierno le ha otorgado una subvención de 450 millones para renovar y alimentar con hidrógeno uno de sus hornos de Xixón, pero no lo está haciendo.

Las activistas están sufriendo una dura represión enfrentándose a penas de cárcel por señalar de forma no violenta la verdadera dimensión de la crisis ecosocial y protestar contra sus responsables, cuando quienes hablan de actuar para mitigar la crisis climática pero no actúan siguen impunes, – al igual que aquellos que no han sabido cumplir con sus responsabilidades en el desastre de Valencia – y quienes han creado las condiciones climáticas para que esto suceda, siguen rigiendo nuestro mundo, y condenando nuestro futuro.

Pasará esta cumbre, como pasaron todas las anteriores, sin soluciones ni compromisos reales, mientras los lobbistas de la industria de los combustibles fósiles y otros grandes capitales compran voluntades entre bambalinas, intoxican a la opinión pública e intercambian vidas por petrodólares. Y, cuando todo pase y la atención mediática esté en cualquier otro lugar – incluso después de que las marcas del lodo hayan desaparecido – aún quedarán vidas y familias rotas, hogares perdidos, lugares que ya no volverán a ser lo que eran. Y volverá a pasar, con más intensidad y cada vez con más frecuencia. Será en Valencia o en cualquier otro lugar, y una vez más, serán las personas más vulnerables quienes pagarán las peores consecuencias de una crisis causada en mayor medida por los megarricos.

La industria de los combustibles fósiles es responsable de catástrofes como la de Valencia, de las víctimas y de los daños. También quienes las apoyan desde puestos de poder, mientras demuestran carecer de las capacidades más básicas para liderar a nuestras sociedades ante la mayor amenaza enfrentada jamás por la especie humana, ya sea en la COP o en la gestión misma de esas catástrofes.

Por todo ello, XR y RC, junto a otros colectivos, saldrán de nuevo a las calles para exigir que los impuestos de los y las ciudadanas dejen de subvencionar la crisis climática y para exigir una participación directa de la ciudadanía en la toma de decisiones a través de un Parlamento Climático Ciudadano, integrado en un sistema de Asambleas Ciudadanas, vinculantes y permanentes a nivel local, autonómico y nacional.

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