A pesar del tiempo inclemente con lluvia, viento huracanado y hasta granizo, tiempo recibido por otra parte, con alegría, 120 ecologistas han tratado de conocer y valorar la situación del río que vertebra Andalucía.
No ha sido fácil, ha supuesto un gran esfuerzo y determinación, máxime teniendo en cuenta que las etapas ciclistas, de una media de 60-65 kms, terminaban en polideportivos cedidos por los ayuntamientos para pasar la noche, con condiciones de confort y descanso escasas.
La marcha se inició en Córdoba dirigiéndose por pistas de servicio de los canales de riego, hacia Almodóvar, Posadas y Palma del Río, donde se pudo observar la fertilidad de las riveras y los beneficios del río tanto en los suelos como en la disponibilidad hídrica.
Continuó la marcha por la provincia de Sevilla, ya con el temporal de viento desatado, hasta Villaverde del Río, con parada para conocer obras hidráulicas como el llamado “Canal de los Presos” gracias a las explicaciones de compañeros de la Memoria Histórica de Sevilla.
Antes de llegar a Sevilla la Ecomarcha se detuvo en el lugar donde se llevaran a cabo los vertidos procedentes de la actividad minera que la Junta de Andalucía pretende reactivar en Aznalcollar.
En la presa de Alcolea del Rio, se analizó lo que está suponiendo para todo el Estuario del Guadalquivir: barrera infranqueable para la fauna estuarina que, como el esturión, no pudo subir para desovar y se fue extinguiendo, el rebote de la marea procedente del Atlántico que es causante de la turbidez del rio aguas abajo, la perdidas de nutrientes del río hacia el mar y su afección a la Reserva Pesquera de Sanlúcar, la pérdida de aportes sedimentarios con afección a las playas de Cádiz y Huelva, y la salinización del agua del estuario.
Después de cruzar la cuidad de Sevilla y conocer la dársena que se ve en la ciudad y las Cortas de La Cartuja y de Tablada, la Ecomarcha continuó para albergarse en Coria del Rio.
La continuación hacia Trebujena, ya en la provincia de Cádiz, fue una lucha contra un viento que, en esas zonas abiertas de Lebrija y Los Palacios llegó a rachas de 80 Kms/hora.
La acogida a la Ecomarcha por el grupo Río Limpio de Ecologistas en Acción de Trebujena fue excelente, entrañable y reparadora, contando historias del pueblo en relación a la marisma del Guadalquivir; especialmente conocimos el, por ahora, denegado proyecto de urbanización de la marisma desecada.
La siguiente etapa se realizó ayer viernes junto a un crecidísimo río Guadalquivir y a una repletas marismas, donde hubo ocasión de observar la rica avifauna de la zona (flamencos, espátulas, moritos, cigüeñuelas, milanos…). La zona parecía una recuperación del antiguo lago Ligur de antes de los romanos, gracias a las cuantiosas lluvias de estos días.
La Ecomarcha entró en Sanlúcar por el Pinar de La Algaida, con observación de la avifauna de las nuevas “pajareras” y de la laguna del Tarelo. Después de una reparadora comida en Bonanza, se dirigió por el paseo marítimo de Sanlúcar hacia el punto de vertido a la playa procedente de la red de aguas residuales urbanas y que Ecologistas en Acción de Sanlúcar viene denunciando reiteradamente.
Junto a la desembocadura y a la vista ya del Atlántico, se realizó una pequeña puesta en común de lo observado y aprendido sobre el río y sus necesidades más apremiantes: la revisión de la presa de Alcalá, la recuperación de las riveras, la revisión del cauce desde Sevilla y la inutilidad de nuevas presas en un rio cuya actual capacidad de embalse supera lo que precipita en la cuenca.
Hoy sábado, la Ecomarcha se dirige al Puerto de Sta. María, donde terminará después de conocer el Parque de los Toruños y el plan de recuperación del Chorlitejo Patinegro.
Ecologistas en Acción muestra su agradecimiento a los Ayuntamientos de Córdoba, Palma del Rio, Villaverde del Rio, Coria del Rio, Trebujena y Sanlúcar, así como al P. M de los Toruños en el Puerto Sta. Mª