Nueva agresión contra el patrimonio histórico de Sanlúcar

Cultura, otras, Sociedad

AULA GERIÓN DENUNCIA EXCESO DE EDIFICABILIDAD EN EL INMUEBLE PROTEGIDO “VILLA GRACIA”

La asociación cultural Aula Gerión denuncia la ilegalidad urbanística que se está acometiendo en una de las antiguas villas veraniegas de principios del siglo XX, cuyas obras están alterando sustancialmente la configuración constructiva del edificio original.

Se trata del edificio denominado “Villa Gracia”, situado en primera línea marítima, al fondo de la Avenida de las Piletas, que forma esquina al callejón del jardín histórico de La Piletas. Este inmueble se halla incluido en el Catálogo de edificios protegidos con el nivel C (C-210), es decir, que posee protección parcial, donde se consigna que se deben conservar las “fachadas, cubiertas y vegetación arbórea existente”. 

Este antiguo hotelito de verano fue edificado en 1919, según proyecto del arquitecto Manuel Pardo, siendo adquirido en 1921 por el médico sevillano Luis Salvador Gallardo, quien le puso el nombre de su esposa -Gracia Muñoz Conde- pasando en 1945 al también doctor sevillano José María Conde Muñoz, a cuya familia ha pertenecido hasta hace pocos años. En 1937 se realizaron algunas reformas de escasa importancia. Se construyó según los cánones regionalistas de la época con dos plantas (baja y primera), amplias terrazas superiores y porche artístico con columnas marmóreas bancos corridos de cerámica sevillana en la fachada principal.

Recientemente ha sido adquirido por el empresario gallego Marcelo Manuel Castro-Rial Schuker. Durante el último año, el edificio ha sido reconstruido en su totalidad, según proyecto de los arquitectos Manuel Barbadillo Eyzaguirre y Marcelo Romero García. Durante la intervención, se ha levantado una segunda planta con tejado a dos aguas, se han recrecido todas las fachadas protegidas, habiéndose ampliado la superficie construida en más de 100 m2 (de 454 m2 que tenía la vivienda se ha pasado a 556 m2), además de haber desaparecido las cubiertas-mirador originales bajo los nuevos volúmenes. La finca cuenta con un jardín de unos mil metros cuadrados.

Como consecuencia de una denuncia interpuesta en la Gerencia de Urbanismo por unos vecinos, pues las gravedad de las obras realizadas no se ajustaban al proyecto de ejecución, provocaron la paralización de la obras por parte de la Gerencia de Urbanismo durante varios meses, aunque tras la presentación de unas modificaciones incluidas en un proyecto reformado, a fin de no paralizar ni demoler, ni restituir la realidad afectada, aceptado por la Gerencia, se han retomado las obras. En opinión del Aula Gerión estas modificaciones han sido tan mínimas que apenas se notan en el exceso de edificabilidad del conjunto.

Con esta actuación se ha infringido la legislación vigente en materia de Patrimonio Histórico contenida en el PGOU, mediante un flagrante exceso de edificabilidad y volumetría, que ha producido un gran impacto visual en este entorno de gran calidad ambiental, de forma que la nueva edificación incluso compite volumétricamente con el bonito torreón de la finca vecina; perjudicado también las vistas de numerosos vecinos de la zona. Principalmente, se ha destruido la homogeneidad volumétrica y estética que posee el grupo de hotelitos construidos en esta zona a principios del siglo XX.

A más de faltar a la legalidad vigente, con esta actuación se han despreciado e infravalorado los valores históricos y arquitectónicos de este inmueble, que no por su sencillez conceptual, deja de ser una muestra significativa de los hotelitos veraniegos característicos de principios del siglo XX en Sanlúcar de Barrameda, parte fundamental de su Patrimonio Histórico Arquitectónico. Una buena rehabilitación no tiene por qué estar reñida ni con la modernidad ni con la legalidad vigente.

Aula Gerión está procediendo a denunciar esta nueva infracción urbanística a la Gerencia de Urbanismo, a pesar de haber sido ésta la entidad otorgante de la licencia de obras contraria a la Ley; así como a la Junta de Andalucía, Colegio de Arquitectos y al Juzgado, en último término, a fin de que, conforme a la legalidad, se proceda a demoler todo el exceso de edificabilidad y ampliaciones ejecutadas y se revierta al edificio a su estado original. 

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