Cartas de una sombra. Viaje a la soledad
Hoy que tanto está en boca, la palabra soledad, como un estatus social y de bienestar, resulta curioso que la mayoría de quienes hablan de ella, buscan desesperadamente ser el foco de atención de… redes sociales, reuniones, de pareja… en un alarde irracional.
Pero la soledad es como caminar por terreno pantanoso, donde ni la tierra es lo suficientemente firme, ni el agua es un remanso de paz.
Para algunos, la soledad nos ha forjado en el fuego de la vida, sobre el yunque y bajo el martillo de la sociedad. Un forjado, que como las condena de los presos a galeras, aún no encontramos fin a la misma, salvo aquellos a los cuales les sobreviene una muerte deseada.
La escasez de valores, incomprensión, tristeza e inseguridad a nuestro alrededor, no hace más que anegar, aún más, este terreno pantanoso.
La rutina de la soledad, es decir, cuando te quedas sumergido en esa soledad que llaman, emocional, dejar de ser esa soledad que buscas para tener tiempo para ti, para desconectar de tu quehacer diario. En ese instante se convierte en un pozo al cual caes, con lo que se va generando en ti un incremento involuntario de tristeza, angustia, ansiedad, y donde los miedos toman un protagonismo relevante.
Cuando hablo al respecto, y digo, que necesitamos de alguien que nos ayude a salir de dicho pozo, la frase típica, “eso depende de ti”. Y sinceramente, ¡un carajo! Creo que la foto de este artículo ayuda de alguna forma a entender que: “como la máquina enterrada en el fango, por mucha fuerza que esta tenga, si no tiene un punto de apoyo, no podrá salir por sí misma. Incluso su fuerza (motor), quede mermada por el fango (pozo) en el cual se halla”
La soledad emocional, es una de las mayores lacras a la que se enfrenta el ser humano en estos tiempos, porque lejos de entender sus perjuicios, nos estamos quedando con esa “soledad” de cliché, que vemos a diario en las redes y a pie de calle, pero que os aseguro, habría que ver a dichos personajes solitarios, en el fango como la excavadora de la foto…