Cartas de una sombra. El espía sordo

José Antonio Córdoba.-En la ribera del trapicheo, donde el contrabando se hace tan antiguo como su propia historia. Aquí donde las conspiraciones palaciegas aún siguen vigente.
En la ribera del arte de la pachanga, del vicio, del quejío, del sentido más profundo y castizo…
En la ribera del río Guadalquivir, en su desembocadura, aquí ha venido de tierras lejanas un espía…
Buen amigo, que no sabe que aquí ya tenemos a Pegasus. Eso sí, en versión sanluqueña.
En poco tiempo podrán conocidos y extraños, disfrutar o no, con el arte tempranero de su pluma. 
Forofo del arte. Marqués en tierras extrañas, que con su pluma busca hacer de esta ribera, su campo de batalla literario.
Boemio. Patriarca. Intelectual. Viajero. Enamorado de una tierra de gran trascendencia histórica, a la que sus propias gentes repudian culturalmente.
Con estas letras de la que seguro recibiré su reprobación (risas), presento a una nueva pluma en estos lares. Tendrá a bien firmar como EL ESPÍA SORDO.
El espía sordo, nos acercará su perspectiva sobre el arte, la política local, nacional e internacional entre otros temas.
Deseo a este nuevo gladiador de los medios de comunicación, todas las suertes, para bregar en tan fangoso campo.
Estimado Jesús, que la suerte te venga de frente y el barro no te sumerja más allá de las rodillas.
Un templario

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