Apuntes de Historia CCCLXXII
Sanlúcar en los apuntes de un viakero alemán de 1599 VI
Manuel Jesús Parodi Álvarez.- Como decíamos hace unos días y ya saben ya los lectores que han leído los artículos anteriores de esta serie, este manuscrito sobre la España fines del siglo XVI se titula “Tesoro Chorografico de las Espannas por el Señor Diego Cuelvis”, texto redactado en español (si bien su autor es alemán) conservado en Londres, en la British Library, como parte integrante del fondo de manuscritos españoles de la referida institución cultural británica.
De nuevo diremos que en España contamos con una copia de este manuscrito como consecuencia de la iniciativa del historiador andaluz y académico de la Historia Pascual de Gayangos (nacido en la ciudad de Sevilla en 1809 y fallecido en Londres en 1897), copia decimonónica (histórica en sí misma, por tanto) que se conserva en Madrid, en la Biblioteca Nacional.
El texto que estamos siguiendo corresponde a la edición del Cuelbis que llevaría a cabo Salvador Raya Retamero, y se puede acceder al mismo (en formato pdf) -como venimos señalando en cada uno de nuestros artículos al objeto de facilitar su mayor difusión y su mejor conocimiento- siguiendo este enlace: https://docs.google.com/file/d/0ByjDca766kcieGZOcVVkWkRJT00/edit.
Señalaremos que la edición en formato papel de Salvador Raya se recoge en un volumen de 90 páginas titulado “Andalucía en 1599 vista por Diego Cuelbis”, libro publicado el año 2002 por la Junta de Andalucía, saliendo de las prensas malagueñas de “Caligrama Ediciones” en una sucinta tirada de solamente un centenar de ejemplares.
En los párrafos anteriores nos hemos ocupado de las primeras impresiones de Diego Cuelbis sobre nuestra ciudad, sobre su llegada a la misma por el río Guadalquivir desde Sevilla y sobre cómo señala al puerto de Bonanza (llama “Bonance” a este pago sanluqueño).
Al mismo tiempo recogíamos en el anterior capítulo de esta serie cómo el autor del manuscrito dice literalmente en su texto que Sanlúcar de Barrameda… “Es el más principal y famoso puerto de España”. Esta persona, Cuelbis, conoció directamente la España de fines del siglo XVI, siendo alguien que tuvo ocasión de recorrer algunos de los principales escenarios españoles de aquellos momentos, alguien que escribió, es de suponer, con cierta distancia emocional respecto a lo que veía (como nacional de otras tierras); desde esa distancia emocional que entendemos habría podido sentir Diego Cuelbis (nos referimos a que no se dejaría llevar por la pasión a la hora de ponderar las virtudes y el papel del puerto sanluqueño en el contexto español), éste no vacilaría en señalar en sus párrafos que Sanlúcar de Barrameda era nada más y nada menos que “el principal y más famoso puerto de España”.
Si hemos de fiar (no tenemos por qué no hacerlo) del criterio y las palabras de este escritor y viajero alemán, de acuerdo con el testimonio que el mismo nos proporciona Sanlúcar de Barrameda era el puerto más importante de la España de la época, al tiempo que el más afamado en todos los reinos de la Monarquía Hispánica, como no podía ser menos en unos momentos en que toda la proyección oceánica, mundial en realidad, de la Monarquía Hispánica tiene en Sanlúcar de Barrameda y su ámbito portuario -como hemos reiterado en no pocas ocasiones- el verdadero vértice de ese “Cosmódromo de la Modernidad” (como lo hemos definido) que sería el eje conformado por el Golfo de Cádiz y el río Guadalquivir.
Sanlúcar de Barrameda es el punto axial en el que se cruzan los caminos marítimos que llevan desde la vieja Constantinopla hasta el dorado Caribe y desde las evocadoras Indias Orientales hasta los brumosos mares del Norte, desde las fabulosas Islas de las Especias hasta el frío Hamburgo, puerto principal de la muy poderosa septentrional Liga Hanseática, y ello es lo que se trasluce en las palabras del alemán Cuelbis y en su ponderación del puerto sanluqueño.
Acto seguido continúa diciendo este viajero (y respetamos la literalidad de lo que dice, y las formas de la redacción del texto tal como las presenta el editor, Raya Retamero): “Junto a la ribera del río ay una casa fuerte hecha de tierra no muy grande, en que ay mucha artillería, como en la Torre de Belén cerca de Lisboa, para guardar el puerto, son porta erecta euidentur arbores (encima con la bandera) duae unius altitutinis. Entre las cuales han de cargar la rapa los marineros, porque es el derecho del Duque”.
Junto a la mención de los derechos (de cobro de impuestos de tránsito, por ejemplo) del duque de Medina Sidonia, se detiene el comentarista a considerar esta suerte de fortificación costera existente como defensa del puerto sanluqueño, un espacio de no excesivas dimensiones y edificado con tierra (como otras defensas de la época), dotado de artillería abundante (“mucha artillería”, de acuerdo con Cuelbis) y con portones (y parte de la estructura) de madera (cosa que especifica en latín), coronado –es de entender- con los ondeantes colores ducales (acaso de ahí la mención de la “bandera”).
De este modo y manera el autor de este relato de viajes pone negro sobre blanco, si bien de manera harto sucinta, muy escueta, el asunto de las defensas del río y del puerto sanluqueño, sin entrar en ulteriores detalles sobre esta cuestión de vital naturaleza para la España de la época. A continuación, el texto de Cuelbis señala que “La villa de Sanlúcar está casi toda la mayor parte asentada al pie del collado, no muy alto, siendo también poco levantada. Es del patrimonio del Duque de Medina Sidonia, llamado Guzmán, que tiene allí un lindo castillo o palacio; pero no muy fuerte en que está (de) ordinario con su corte”.
Entraremos en los próximos párrafos de este artículo a considerar los contenidos de estas líneas en las que su germánico autor menciona varios de los hitos fundamentales de Sanlúcar, como la Barranca o a los propios Guzmanes, señores de la localidad.