Apuntes de Historia XXXIV
Al mismo tiempo, Isabel la Católica había restablecido progresivamente, poco a poco, la paz interior a su reino, consumido por las rencillas entre la nobleza y la Corona, de una parte, así como por las querellas internas entre los nobles, de otra. Sin ir más lejos, en el viejo reino de Sevilla, el abierto enfrentamiento entre las Casas de Arcos y de Medinasidonia amenazaba con convertirse en una pequeña guerra civil; la hostilidad entre ambas casas señoriales, como sabemos, provocó incluso la muerte de algunos miembros destacados de ambas familias, un derramamiento de sangre “de calidad”, que llevaba a la situación a un extremo, y hacía aún más difícil para los jefes de ambas Casas, Don Enrique de Guzmán y Don Rodrigo Ponce de león, “el Viejo”, el encontrar una salida de compromiso a la situación.