Turistificación.

Articulos, Cultura, José Luis Zarazaga, Opinión

José Luis Zarazaga Pérez.-Hoy este humilde desarticulista después de un año de mandato en blanco, no puede dejar de pasar la ocasión de hablar de un tema que parece ser que ha sido endemoniado  o considerado como sacrilegio máximo por una parte del Equipo que nos desgobierna.

    El tema en concreto es el proceso, que yo no veo tan evidente, de la turistificación de nuestro pueblo. La palabreja se las trae y se concibe como una forma de demonizar al turismo.

    El término turistificación se refiere nada más y nada menos al impacto que tiene la masificación turística en el entramado comercial y social, en este caso de una localidad como es Sanlúcar de Barrameda. Me parece del todo increíble que se esté utilizando dicha demonización para tapar las vergüenzas de llevar un año demandato municipal sin ninguna inversión o mejora del tejido productivo y social de nuestra localidad.

    Hace ya bastantes años, no sé si sobre el 2010 0 2012, se emitió un documental titulado el síndrome de Venecia. En él se analizaba con todo lujo de detalles la turistificación, según la cual los habitantes huyen de los centros de las ciudades por culpa del aumento del precio de la vivienda a lo que se añade la invasión de hoteles y apartamentos, llamémoslos turísticos, que incluso llegaron ante su saturación a amenazar la propia supervivencia del propio sector turístico.

   Ciertamente me parece un error inconmensurable que se ataque unos de los pilares económicos fundamentales de nuestra localidad. Sanlúcar no tiene industria en sí. Sanlúcar mantiene un sector primario o extractivo como es la agricultura y la pesca a lo que habría que añadir actualmente el cultivo y contrabando de sustancias estupefacientes, en definitiva hachís y marihuana con todas las letras.

   Hace unos años nuestro Ayuntamiento, para unos acertadamente y para otros equivocadamente, apostó por potenciar un tercer pilar dentro de la economía municipal, se trataba de potenciar algo que siempre había estado presente pero que nunca se ha intentado regular como es el turismo como fuente de ingresos para nuestra población. Parece una tontería pero el rodaje y emisión de la película “Señor dame paciencia” dio a conocer a nuestra localidad en todo el país. Fruto de una política bastante acertada fue la  denominación de Sanlúcar como ciudad gastronómica. Cierto que es un reconocimiento que hay que pagarlo, ¿pero cuántos beneficios ha traído a los distintos establecimientos de hostelería de nuestra localidad?, ¿Cuántos trabajadores se han beneficiado de un empleo en dicha rama? Difícil cuestión en una ciudad que siempre ha estado asolada por el paro y que sigue viendo como nuestros jóvenes una vez terminados sus estudios tienen que emigrar porque aquí no encuentran ningún tipo de futuro.

   Señora alcaldesa, con todo el respeto del mundo, afirmaciones como: “Se me quitan las ganas de comer, con tanta promoción gastronómica” están fuera de todo lugar y son un disparate de proporciones bíblicas.

    Estas afirmaciones por parte de un representante público, que tendré que recordarle que usted gobierna tanto para los sanluqueños como para los foráneos que han instalado su residencia en nuestra localidad, lo único que conlleva es potenciar la turismofobia como sentimiento de rechazo a los turistas. Aún recuerdo las palabras de mi gran amigo Jaime cuando estudiando en el Picacho me decía: algún día me vendré a vivir a Sanlúcar, por  la amabilidad de sus gentes, su clima y sobre todo porque siempre hemos recibido al foráneo con los brazos abiertos.

   Es cierto que en el síndrome de Venecia se habla de cómo el exceso de explotación turística en núcleos urbanos con un patrimonio histórico y cultural como el que tiene Sanlúcar ha derivado en temor o aversión hacia el turista, debido en general a la mala planificación de la política municipal en dicha materia.

    En vez de criticar por criticar lo que hay que hacer es sentarse a planificar, gestionar, conseguir que dicha marea económica vaya en beneficio de todos, y eso solo se consigue con una buena gestión que por lo visto no está en la agenda de este Equipo de Desgobierno. Ciertamente todo el empuje turístico se ha centrado en la gastronomía, ya va siendo hora de que nuestros gobernantes se pongan las pilas y se potencie el turismo cultural que brilla por su ausencia, solo hay que ver la programación cultural  y festiva que tenemos para este verano. Sanlúcar necesita potenciar el turismo deportivo y sobre todo el turismo medioambiental, que no se potencia por supuesto llamándonos guarros o cerdos.

    Yo sé que intentar razonar en dicho tema es como lavarle los pies a un borrico, pero se hace necesario potenciar el turismo en nuestra localidad buscando un modelo que respete a la población, el medio ambiente y que beneficie a todos. Tenemos que conseguir manejar adecuadamente esa afluencia turística, en ningún caso tenemos que rechazarla o prohibirla. Tenemos que conseguir un modelo que conjugue la satisfacción de expectativas, el turista  con la comunidad que lo acoge en función de las ganancias que dicha actividad produce.

   Menos criticar, más legislar y sobre todo potenciar que dicha actividad productiva llegue efectivamente a la vida ciudadana de nuestra localidad.

     Para finalizar, y no terminar por quemar las neuronas de mis sufridos lectores, quisiera recordar a éstos que nos desgobiernan la frase de Taleb Rifai: “Cuando conectamos la educación con el turismo, estamos uniendo dos fuerzas que pueden hacer de este mundo un lugar mejor”

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