La perversión de la memoria
José antonio Córdoba Fernández.- J. J. Benítez, dice en una de sus innumerables obras: “Mi trabajo debe de contribuir a la apertura de las mentes”. También es cierto, cuando dice: “Los misterios no deben ser desvelados”. Con ello, se favorece a la mente para que nuestras neuronas se activen y nos proporcionen un rendimiento útil del cien por cien.
Pero ahora llegamos a una coyuntura, cuando ojeando una revista de mi pequeño archivo, aparece ante mis ojos un artículo sobre neurología, por título: “La memoria miente”, cuanto menos curioso, pues toda una vida pensando y defendiendo contra viento y marea el poder y privilegio de la memoria y, en el nuevo milenio, signo de grandes cambios, te llegan los americanos y te sorprenden diciendo, ¡todo ello según sus estudios!, que la memoria no es tan perfecta como creíamos, Tanto estimular la memoria y resulta que en nuestro cerebro los recuerdos se interrelacionan como les dan la gana.
La memoria autobiográfica, que es, la que nos permite mantener nuestros recuerdos encadenados y ordenados para disfrutar de un pasado coherente, resulta ser de fácil manipulación. Como anteriormente decía, estos recuerdos se encuentran es un estado de ingravidez en esa cajita que soportan nuestros hombros, pues bien, cuando uno de ellos se identifica con otro reciente tiende a fusionarse lo que da origen a un nuevo recuerdo, originando una realidad del pasado alterada o incluso inexistente.
Aseguran que algo menos de 30% de la población, es susceptible de incluir en su memoria recuerdos completamente falsos y aceptarlos como propios, sin que conscientemente tenga duda alguna sobre ellos. Aunque desde el 2003, se incluyen en el sistema jurídico español la hipnosis regresiva. Esta técnica no deja de estar exenta de críticas, pues parece ser que no es tan fácil desfragmentar los recuerdos en la memoria y aislar los falsos de los verdaderos.