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Cartas de una sombra
José Antonio Córdoba.-«Zemos» borreguitos
La verdad está ahí fuera… …decía la serie Expedientes X. Pues a ver quién tiene pelotas de asomar la cabeza a la ventana para buscarla.
Las redes sociales arden cual Troya, con todo tipo de información y desinformación sobre la vida extraterrestre, la presencia OVNI; la forma real del planeta, y cómo no, de la vinculación de los gobiernos con dichos objetos y sus tripulantes.
La necesidad del ser humano de tener un ser superior que lo proteja o lo pueda dominar ha sido desde sus propios orígenes, el Santo Grial. No hay civilización en el planeta que no tenga una versión de los extraterrestres, información de posibles contactos o de la influencia de estos en el devenir de su evolución.
Hasta la fecha hablar de OVNIs, alienígenas o de la Terra plana, era considerado de frikis. Los medios que antes tildaban dichas noticias de mera superchería, ahora queman titulares.
Hoy, lo habitual es encontrar vídeos de OVNIs, bien en el cielo, en el mar y los más atrevidos, veraneando en la Luna. Ahora, el concepto de Mapamundi, como lo conocemos resulta no ser válido. Y así una larga lista de teorías que ayer eran extravagantes, hoy son consideradas fidedignas y serias.
Si en artículos anteriores refería la implicación de los EE.UU., en cada fregado bélico, resulta que en esto de los OVNIs, son los putos amos.
Bueno, navegar por internet y las redes sociales, buscando “información” sobre fenómenos UFO/ Terra plana/ la Antártida, no es para menos que pasar un buen rato, eso sí tomándose uno en serio eso de que todo obedece a un plan ya preestablecido por parte de ese Gobierno en la sombra, cuyo afán es dominar a la raza humana.
Vamos, sería algo así, como si una multinacional del ganado decidiera eliminar a la competencia, a los intermediarios y criadores para ostentar el control total de la producción, distribución y venta. En realidad, esto sería pan comido para dominar a la ya de por sí, influenciable especie humana, pero está claro, que hay que seguir provocando miedo, atacar sus credos y después de anularlos, finalmente endosarles un decálogo mediante el cual guiar sus vidas.
Parece que vamos camino de volver al Estado Faraónico, pero a lo bestia. Un solo individuo ostentará el poder de decidir cómo debemos de vivir, en qué creer y cuándo morir. Para ello, la religión ya no es efectiva; la política simplemente es para distraer a la masa; y respecto al miedo, el individuo de hoy carece de un miedo físico y tangible, como hasta hace unos años era mantenido por las religiones. La COVID 19, fue un ensayo de miedo colectivo, sin mucho efecto sociológico, pero sí psicológico a no muy largo plazo. Así que han apostado por algo que engancha más a la especie humana, que le provoca morbo, el fenómeno OVNI. No olvidemos que aún llevamos impreso en nuestros genes la creencia de que provenimos del espacio. Una creencia en el subconsciente que hemos aderezado a lo largo de 70 años con el miedo a pensar en que finalmente solo seamos su comida, o, en el mejor de los casos, erradicados de la existencia por una especie “superior”
No hace mucho, visionaba un vídeo donde se mostraba el número de bases militares que los EE.UU. tiene repartidas por el mundo. Pensé en el costo económico de ello y lo atribuí a su necesidad imperiosa de dominar militarmente el mundo. Hoy, creo que no es más que otra pieza en este gigantesco puzle de poder mundial. Y aunque en un principio no pensé en ellos como los artífices del Nuevo Orden Mundial, ya he leído teorías que respaldan esta posibilidad, vamos que es un hecho consumado.
Pero pensemos por un momento. Si son capaces de dinamitar el Pentágono; convertir en escombros las Torres Gemelas; incitar a sus socios a ir a la guerra como en Afganistán, Irak o Ucrania. ¿Qué no son capaces de hacer con el resto del mundo?
Hoy vemos normal, porque nos distraen, las grandes producciones de cine y televisión que tratan estos temas. Pero, ¿cuantos habéis visto los realities como GH, Supervivientes, etc., pensando que en el fondo son un experimento del comportamiento humano en espacios cerrados, donde son vigilados y condicionados a como tienen que vivir? Pensar en este tipo de “shows” y leer alguna de las teorías sobre el Nuevo Orden Mundial, quizás os llevéis una sorpresa.
La última jugada que se recuerda sobre algo parecido, ha durado algo más de dos mil años, pero está claro que toca renovar la Biblia.
Pero, a fin de cuentas, siempre nos quedará resonando en la mente la frase con la cual Anthony Blake, cerraba cada show: «Todo lo que han visto ha sido producto de su imaginación. No le den más vueltas, no tiene sentido»