
Y quedan dos larguísimos años
Fernando Cabral.-El lunes pasado fue el primer Pleno Municipal después de la ruptura del acuerdo de Gobierno, es decir, con el estreno de los llamados socialistas en la oposición. Había expectativas genéricas y concretas a repartir y la verdad sea dicha, todos cumplieron con las suyas.
Para que a algunos (esperemos que no sean demasiados) les parezca que el grupo municipal de la derecha extrema y, en menor medida, el de la extrema derecha comparativamente actúan con sentido de responsabilidad, entendiendo el crucial momento político, económico y social por el que pasa la ciudad, ya se pueden hacer una idea de cómo está la cosa.
Lo que nos espera a partir de ahora son plenos “Deja Vu”, pero con los papeles cambiados. Los socialistas con los colmillos retorcidos en oposición implacable sin importarles caer en fragantes contradicciones e incoherencias, lanzándose a la yugular de la alcaldesa con graves y veladas acusaciones. La primera edil defendiéndose, haciendo referencia a la nefasta gestión pretérita de los presuntos socialistas, a buenas horas mangas verdes. La derecha extrema y la extrema derecha dando saltos y aplaudiendo con las orejas, no de alegría (que también), sino para poder salir en la foto. Los que antes negaban o aceptaban a regañadientes la creación de comisiones de investigación ahora las exigen y los que antes la exigían ahora se ponen de perfil aceptándolas a regañadientes. Y revoloteando sobre todos ellos, lo de la política miserable como arma política arrojadiza.
Mientras tanto, la alcaldesa a instancias del PP se compromete a inscribir a Sanlúcar en la Red de Municipios Taurinos de Andalucía (REMTA), poniéndose por montera (nunca mejor dicho) la delegación de Bienestar Animal que ella misma creó. De la misma manera, a pregunta del PP, manifiesta estar ultimando una regularización de las productividades para los trabajadores municipales. Lo que quiere decir que aquella Relación de Puestos de Trabajo (RPT) que se aprobó con los únicos votos en contra de IU, que iba a terminar con las discrecionales gratificaciones y productividades, solo sirvió para que algunos colectivos de la plantilla municipal viesen aumentar su nómina de la noche a la mañana en más de 1500 euros mensuales (Secretaria General, Interventor, altos cargos). Ahora quieren más productividades, por eso la Secretaria General y el Interventor se muestran tan colaboradores en los plenos, en el primer caso hasta el punto de intervenir de mutuo propio en los debates, hecho que incomprensiblemente se le permite sin más por unos y por otros.
Al estar los presupuestos municipales prorrogados y no existiendo visos que se aprueben nuevos presupuestos, no habrá plenos futuros en donde no se tengan que aprobar modificaciones presupuestarias para atender a las necesidades del día a día y a las inversiones de mejorar en las distintas infraestructuras, como es el caso de la rehabilitación de la Cárcel Vieja. Parches y más parches. El proyecto prometido del traslado de la Feria al igual que el traslado de la Depuradora, no es que se demoren “sine die” es que ni están ni se esperan para pesar de los vecinos que sufren sus consecuencias.
Está muy bien mostrar preocupación y exigir medidas contra los vertidos mineros al estuario del Guadalquivir. Los contaminantes aliviaderos también preocupan y exigen medidas para evitarlos. Esos mismos aliviaderos cuya existencia antes eran fruto de la negligencia y desinterés del Gobierno local de turno, ahora son considerados animal de compañía, o cuando menos y dado que algunos y algunas han visto la luz, se aceptan como un mal divino con el que debemos acostumbrarnos a vivir,
En ese mismo Deja Vu hay que incluir que aquellos que se enojaban y escandalizaban con razón ahora utilizan sin pudor la coletilla de que se le contestarán por escrito a las preguntas orales de los grupos municipales en el Pleno. Un viaje para el que se necesitarían tantas alforjas.
Para algunos y algunas los dos años que quedan de mandato se van a hacer muy largos larguísimos de más de lo mismo en las formas y fondo, aunque con papeles cambiados, salvo que el Secretario Provincial de los socialistas cumpla lo que dijo antes de las primarias y haga la llamada.
Los que no cambian de papeles porque no pueden, son los ciudadanos que ven este mandato como cuatro años perdidos más y ya son muchos, demasiados.