Los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEMs) son un paso atrás para la Costa de Cádiz
Cuando disponemos del recurso (el viento), la tecnología (los aerogeneradores), el emplazamiento (el borde costero y los puertos) y la capacitación (industria eólica y construcción naval), es inaudita la renuncia al desarrollo ordenado, planificado y respetuoso con la biodiversidad que estos POEMs podrían suponer.
Una de las zonas mejor dotadas para albergar parques eólicos flotantes, la costa gaditana, queda excluida en su totalidad en base a las afecciones para la “Defensa Nacional”. ¿Además de las servidumbres militares que ya sufrimos con la base aeronaval de Rota y la de Gibraltar, debemos renunciar a un recurso renovable óptimo en nuestra costa con restricciones innecesarias?
Disponer de parques eólicos en nuestra costa, bien diseñados y sostenibles, contribuiría a reducir la emisión de gases de efecto invernadero, potenciar las economías locales y favorecer el desarrollo portuario.
La Declaración Ambiental Estratégica de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo y los POEMs recién aprobados por el Ministerio de Transición Ecológica suponen un estruendoso paso atrás, porque dicho Ministerio se ha doblegado a las presiones de su homólogo Ministerio de Pesca, modificando lo que se han denominado las ZAPERs (Zonas de Alto Potencial para el desarrollo de la Eólica Marina) en favor de las zonas de pesca de arrastre.
Igualmente, el Ministerio para la Transición Ecológica se ha plegado a la servidumbre militar del Ministerio de Defensa, imposibilitando contar con una herramienta formidable para la lucha contra el cambio climático y desperdiciando un recurso, el eólico, generosamente activo en nuestro litoral.
De esta forma, las exigencias del sector pesquero y del valedor de sus intereses, el ministro Luis Planas (PSOE), intentando debilitar las fuertes restricciones de la Comisión Europea a la pesca extractiva de arrastre, se encuentran reflejadas en la zonificación de los POEMs, junto a la sumisión a los intereses militares.
El carácter de ZUP, Zonas de Uso Prioritario, que inicialmente tenía la energía eólica marina, pasa a ser solo ZAP, Zona de Alto Potencial, una decisión del todo injustificada. ¿Cómo se explica que la extracción de arenas submarinas para la protección costera sea considerada una actividad prioritaria, mientras que las energías renovables, la herramienta más formidable que tenemos para enfrentarnos a la emergencia climática, es considerada como “de alto potencial”, junto al turismo y las actividades recreativas? Un despropósito.
Cuando disponemos del recurso (el viento), la tecnología (los aerogeneradores), el emplazamiento (el borde costero y los puertos) y la capacitación (industria eólica y construcción naval), es inaudita la renuncia al desarrollo ordenado, planificado y respetuoso con la biodiversidad que estos POEMs arrastran. Garantizar en los proyectos eólicos el respeto a la Estrategia de Conservación de Biodiversidad europea, a la Directiva Hábitats, a la Directiva Aves, a la Directiva marco de la Estrategia Marina, a la Red Natura 2000 y, en general, a todos los espacios marinos protegidos, es exigible en los futuros parques eólicos marinos, algo de lo que la provincia gaditana estará ausente.
La regeneración industrial tan necesaria para la provincia de Cádiz, que iría unida al desarrollo de la energía eólica off shore, ingeniería civil, astilleros y construcción naval, industria del metal, logística marítima, industria de la construcción, transporte en buques…, vuelve a pasar por delante de nuestra cara.
Las actividades de fabricación, montaje y mantenimiento en los puertos y astilleros de las dos Bahías, la de Cádiz y la de Algeciras, una verdadera transición energética al servicio del mantenimiento del empleo y del aprovechamiento de los recursos endógenos, al garete.
Una oportunidad perdida para la costa gaditana.