Ecologistas en Acción de Sanlúcar insta al Ayuntamiento a aprobar cuanto antes el PMUS, y la Zona de Bajas Emisiones
El gobierno municipal acumula ya dos meses y medio de retraso sobre el plazo máximo que da la Ley española de Cambio Climático para aprobar y poner en marcha un Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que incluya al menos una Zona de Bajas Emisiones (ZBE).
La voluntad de retrasar el cumplimiento de estas normas sitúa al Ayuntamiento de Sanlúcar en posiciones políticas de Negacionismo Climático semejantes a las de la extrema derecha.
La Ley de Cambio Climático de España, en vigor desde mayo de 2021, obliga a todos los municipios de más de 50.000 hab a aprobar y aplicar, antes de 2023, Planes de movilidad urbana sostenible (PMUS) que incluyan Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) con el objetivo de reducir la contaminación del aire y las emisiones de gases invernadero.
La empresa contratada para redactar el PMUS de Sanlúcar acabó su trabajo y envió el documento del Plan al Gobierno municipal en febrero de 2022. Esta última versión del Plan debería haberse sometido a un periodo de Información pública y alegaciones, tras lo cual tendría que haberse aprobado y entrado en vigor antes de finalizar el año 2022. Pero la realidad es que ni siquiera se ha publicado. El 7 de febrero de 2023 nuestro alcalde anunció que el PMUS estaba prácticamente terminado. Sí, hace un año que está terminado y guardado desde entonces en un cajón. Así es como el gobierno de Sanlúcar práctica la insumisión contra las leyes del Estado y del gobierno de su propio partido, y adopta políticas de negacionismo frente al cambio climático similares a las de la extrema derecha.
En agosto de 2021 el Ministerio de Transportes aprobó un Programa de ayudas a municipios para la implantación de ZBE. Para facilitar el desarrollo de las ZBE, el Ministerio para la Transición Ecológica elaboró unas «Directrices para la creación de zonas de bajas emisiones», presentadas en noviembre de 2021. Al final, al ver que muchos ayuntamientos no cumplían la Ley, el Ministerio transformó las directrices en un Real Decreto, en diciembre de 2022.
Las ZBE son zonas urbanas en las que se restringe acceso, circulación y estacionamiento de vehículos motorizados. Sus objetivos principales son la mejora de la calidad del aire y la reducción de emisiones de CO2. Los objetivos deben ser cuantificables. Las ZBE deben establecerse en las zonas urbanas más contaminadas y su superficie debe ser adecuada con los objetivos planteados.
Es necesario hacer un seguimiento de la contaminación emitida en las ZBE para lo cual deben instalarse aparatos de medición de contaminantes atmosféricos y estimaciones de las emisiones de CO2. Los proyectos de las ZBE también debe someterse a información pública, durante un plazo no inferior a treinta días, previo anuncio en su página web institucional. Ni siquiera esto último se ha hecho en Sanlúcar.
En febrero de este año el alcalde ha anunciado que la primera Zona de Bajas Emisiones se pondrá en marcha en la zona de la Capillita y su entorno, y que después se ampliará a Bajo de Guía. Sin embargo, esas zonas no son adecuadas por su superficie reducida y porque no tiene una circulación particularmente intensa de vehículos. La zona de la Capillita puede ser una cuarta parte de la ZBE del Barrio Bajo (documento del PMUS en la web del ayuntamiento). La zona de Bajo de Guía no es mucho más grande. Así pues, el cumplimiento de la Ley probablemente se va a hacer tarde y mal.
Otro ejemplo de las políticas negacionistas ante el cambio climático practicadas por el gobierno municipal es su negativa a poner en marcha el Plan local frente al Cambio Climático. Estos planes también tienen una fecha límite para ser aprobados y entrar en vigor, que en este caso era octubre de 2022 en cumplimiento de la Ley Andaluza de Cambio Climático, a pesar de lo cual el Ayuntamiento ni siquiera ha empezado a elaborar dicho plan.
Y todo esto mientras se nos acaba el tiempo para evitar un Cambio Climático catastrófico. El último informe de la ONU nos hace una apelación dramática:
“Si queremos limitar el calentamiento global a 1,5 °C, este es el momento, es ahora o nunca.
Sin una reducción inmediata y profunda de las emisiones en todos los sectores, será imposible”.