
UMBRÍO HORIZONTE
Fernando Cabral.-A estas alturas del calendario ya debemos asumir que las ordenanzas fiscales que sustentan al Sistema Tributario Local, considerado antes como injusto y abusivo y ahora ya no tanto, no van a ser modificadas para 2026 ni por iniciativa del equipo de gobierno ni tampoco a propuesta de algún grupo de la inane oposición política municipal (PSOE, PP y Vox) que padecemos.
Desde el equipo de gobierno esgrimen a modo de justificación que están congeladas, argumento que antes no servía y que suponía una tomadura de pelo a la ciudadanía puesto que la inmensa mayoría de los impuestos y tasas municipales están en sus máximos legales y que ahora, se utiliza como oportuna justificación.
Desde el efímero socio de gobierno, responsable y artífice del sistema fiscal injusto y de situar los impuestos y tasas en sus máximos legales que padecemos, ahora con más desatino que acierto sin rubor y sin credibilidad propone alguna bajada. A su estela y rebufo le siguen PP y Vox, pero en ninguno caso sin plasmar propuesta en negro sobre blanco, al respecto. Más que nada por incompetencia, desconocimiento y falta de voluntad política que por otra cosa.
Así las cosas, los jugosos ingresos que supone este injusto sistema tributario local, al no aprobarse nuevos presupuestos, se diluirán en más de lo mismo y, a pesar de ello, ningún avance discernible habrá en la ciudad en matera de mantenimiento o de creación de nuevas infraestructuras tan necesaria en la ciudad entre otras perentorias inversiones.
Se diluirán en su mayor parte en el Gasto de Personal (incluido el de la administración política) y en las sempiternas productividades y gratificaciones a determinados colectivos de la plantilla laboral del ayuntamiento. Circunstancias que ni los de antes, ni los de ahora han estado dispuestos a poner pie en pared, esperemos que si coyunturalmente nuevos puedan venir en el futuro no estén dispuestos a más de lo mismo.
Sanlúcar saldrá del pozo, si y solo si, los que vengan estén dispuestos no a gestionar el statu quo político, social y económico que atenaza la ciudad, sino a acabar decididamente con él. De lo contrario seguiremos ahondando en la penuria.
El anuncio del grupo municipal de Vox de presentar una moción para reprobar a la alcaldesa es una iniciativa política cara a la galería propia de quien no tiene más iniciativa de mejora para la ciudad que esta, muy parecido a lo que hace su partido en el Congreso. Ya que de salir aprobada no tendrá ninguna vinculación administrativa ni jurídica. Su motivación no va contra el equipo de gobierno, sino comprobar como se sitúan tanto PSOE como PP al respecto. Es un insustancial win win político para Vox, sea cual fuere el resultado de la votación. De aprobarse se apunta el tanto de la reprobación, de salir rechazada, culpara a PSOE o a PP de no hacer nada contra la gestión de la alcaldesa.
Eso si, para el equipo de gobierno, y sobre todo para la alcaldesa, de abstenerse o secundar el PSOE la iniciativa de reprobación, servirá para ahondar en el victimismo y acusar a los socialistas de seguidismo y de hacerle la pinza de la mano de la derecha y extrema derecha.
Mucho de esta esta iniciativa de la extrema derecha local se hablará antes y después de la celebración del próximo Pleno Municipal, pero nada del injusto sistema tributario local, de que la Depuradora sigue ubicada donde está, ni de que los contaminantes y apestosos aliviaderos se vuelven abrir para alegría de todos, ni del umbrío horizonte que supone que la ciudad sigue a la cola de ingresos por rendimiento del trabajo, así como, de otros marcadores socioeconómicos.