Apuntes de Historia DLXXXIV

Cultura, Manuel Jesús Parodi

Manuel Jesús Parodi.-Sobre la ruina del Patrimonio Histórico en Sanlúcar, una vez más (I)”

Es absolutamente esencial, en el contexto de la potenciación (que ya podría considerarse supervivencia) del Patrimonio Cultural (artístico, documental, inmaterial, arqueológico, monumental, histórico y etnográfico) de Sanlúcar de Barrameda, establecer el desarrollo estructural y sostenido de una planificación cultural y patrimonial auténtica que sea coherente y sostenible desde lo público. Esta planificación se debe basar en programas educativos y divulgativos que estén centrados en el patrimonio de Sanlúcar de Barrameda; sin embargo, esto es algo que simplemente no existe en nuestra ciudad. 

En esta cuestión, tanto la planificación (que no existe en el presente y que ha estado ausente durante años en la localidad, como venimos diciendo) como los programas (también inexistentes hasta ahora) deberían destacar con luz propia y ser promovidos y dirigidos desde el gobierno local en beneficio de la ciudadanía.

En cambio y sin embargo, lo que encontramos es a todas luces una situación muy diferente, lejana no solo respecto a lo que podría ser un ideal de acción en el campo patrimonial, sino también a años luz de la realidad misma de cómo debería ser una gestión del patrimonio cultural en la localidad y su municipio que cumpliera con los mínimos estándares requeridos por una sociedad como [debería ser] la nuestra. 

Hemos sido testigos (y hemos estado luchando contra esto durante más de veinte años, aunque no hemos tenido ninguna responsabilidad en la gestión cultural pública de la ciudad desde 2004, que ya son años) de cómo el alcance y el peso de la gestión cultural y patrimonial se ha ido encogiendo, menguando, poco a poco pero sin remedio, en el seno y el contexto de la administración local sanluqueña. 

Una tal disminución del presupuesto y del personal sólo podía ir acompañada por una recesión ineludible y dolorosa, como efectiva e inexorablemente ha sucedido a lo largo de los últimos años, en materia de gestión cultural y patrimonial.

Durante la transición entre los siglos XX y XXI, se pasó de una planificación cultural débil en la localidad a una completa ausencia de planificación en este aspecto durante -y desde hace- años (no olvidemos que el siglo ya tiene 25 años…). 

Quien escribe estas líneas ha tenido la oportunidad de comprobar (y experimentar, y padecer, directamente) que cuando se ha intentado llevar a cabo alguna acción para planificar y programar algún elemento relacionado con esta cuestión (por ejemplo, con la Conmemoración del V Centenario de la I Vuelta al Mundo…), siempre ha sido obstaculizada (hasta llegar a ser confiada dicha tarea a alguien que no hizo más que arruinarla por completo, como ocurrió también con la siguiente y fugaz “liebre”, la capitalidad gastronómica, desastrosamente puesta en las mismas manos) por unos y por otros (por “hunos” y por “hotros”, parafraseando a don Miguel de Unamuno), tanto por aquellos que desde sus poltronas públicas optaban por el ruido político en lugar de por el provecho de la ciudad, como por los que desde sus sillones privados continúan empeñándose con denuedo en hacer bueno el aserto del “Eclesiastés” que ya en el Antiguo Testamento habla de la vanidad, como hemos recordado en ocasiones anteriores…

La situación resulta de una aún mayor gravedad cuando se trata del Patrimonio Cultural (documental, inmaterial, artístico, arqueológico, monumental, histórico…) de la ciudad. Y lo es, además, por motivos tanto generales como estructurales y también por asuntos que parecerían ser intrínsecos a la administración local de Sanlúcar de Barrameda, fallas estructurales que parecen ser irresolubles de puro viejas.

Si en nuestra ciudad el ámbito de gestión cultural en el contexto público local está prácticamente desmantelado como espacio de, insistimos, gestión real y si desde Urbanismo no se implementan líneas de trabajo en términos de Patrimonio Histórico (en lo que toca a lo monumental y lo arqueológico, por ejemplo) que sean estructurales, permanentes, bien dotadas y sostenibles, no se puede esperar mucho respecto a la mejora de la situación, menos aún a corto o medio plazo. 

En cuanto a las “dramatis personae”, los gestores electos, y sus obligaciones (por lo menos desde una perspectiva no sólo profesional sino desde los campos de la moral y la ética) en el campo del Patrimonio local, no entraremos en detalles…

Como ya hemos hecho en ocasiones anteriores, podemos detenernos además, siquiera brevemente, a mencionar los Bienes de Interés Cultural (BIC) de Sanlúcar de Barrameda, el elenco de los cuales puede ser consultado en el “Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz” (por sus siglas, CGPHA) https://www.juntadeandalucia.es/organismos/turismoculturaydeporte/areas/cultura/bienes-culturales/catalogo-pha.html#toc-localizaci-n-de-bienes-protegidos. Para una mayor facilidad de acceso a la lista los Bienes de Interés Cultural sanluqueños por parte de los lectores interesados, recogeremos además la dirección web dedicada específicamente a los referidos BIC de nuestra ciudad: https://www.juntadeandalucia.es/organismos/turismoculturaydeporte/areas/cultura/bienes-culturales/catalogo-pha/consulta.html?text=&sort_by=search_api_relevance&items_per_page=10&provincia=CADIZ&municipio=SANLUCAR+DE+BARRAMEDA&estado=All&tipologia=All&tipo_Patrimonio=All

Los elementos del Patrimonio local que son considerados Bienes de Interés Cultural deberían tener un nivel de accesibilidad muy alto, ya que se trata en gran parte de espacios que deben estar abiertos a la ciudadanía según los procedimientos legales establecidos… Pregúntese el lector si ello se cumple en la ciudad… 

Esta accesibilidad debería ayudar a la hora de permitir al menos su contemplación, disfrute y estudio de manera cercana, totalmente accesible y sin costo alguno. Sin embargo, esto no está garantizado actualmente ni siquiera en lo que respecta a los edificios públicos que tienen tal consideración en la localidad, como lo demuestra ampliamente (a la par que gravemente) el estado del Palacio Orléans-Borbón, hoy sede del Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda.

No queda, en cualquier caso, sino seguir tratando de construir espacios para la difusión de los valores de nuestra Historia y nuestro Patrimonio, confiando (acaso ingenuamente) que ello contribuya a la sensibilización de la ciudadanía y ayude, sea como sea, a una mayor preocupación de los gestores de la cosa pública en relación con el Patrimonio Histórico local. En ello estamos desde hace no pocos años y en ello estamos dispuestos a seguir, también (y como hasta ahora) desde estas páginas de “Sanlúcar Información”. Y como siempre, pro bono comune.

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