
Apuntes de Historia DLXI
Manuel Jesús Parodi.-Sobre el escudo en la Portada de las Caballerizas de Orléans (II) ( I )
Durante el mes de julio del pasado año 2024 se celebró en nuestra ciudad un ciclo de conferencias organizado por la Fundación Infantes-Duques de Montpensier conjuntamente con la asociación de Amigos del Libro y las Bibliotecas “Luis de Eguílaz” y la colaboración de la Cátedra de Estudios Históricos “Guzmán el Bueno”.
Como ya señalábamos en los párrafos precedentes, dicha actividad se celebró en conmemoración del 200 aniversario del nacimiento del Infante-Duque de Montpensier, D. Antonio de Orléans-Borbón y Borbón Dos Sicilias, una figura histórica de enorme peso en la España -y la Europa- de la segunda mitad del Ochocientos, tanto desde el punto de vista de la política como en lo que respecta a la economía española de su época durante la segunda mitad del siglo XIX.
El Infante-Duque estuvo muy ligado a Andalucía (especialmente a la Andalucía Occidental, a las provincias de Sevilla, Huelva y Cádiz), a la ciudad de Sevilla y, más directamente en lo que nos atañe, a Sanlúcar de Barrameda, donde el matrimonio y la familia que formaron este príncipe francés y su prima Dª. María Luisa Fernanda de Borbón y Borbón Dos Sicilias (hermana menor de la reina Isabel II de España) habría de dejar una huella profunda y positiva que perdura hasta nuestros días.
Ya recogimos en estas mismas páginas una crónica (en tres artículos publicados el pasado agosto, inmediatos al desarrollo de la actividad) sobre dichas Jornadas, asunto que trajimos a colación la semana pasada y al que no volveremos ahora.
Sí señalaremos nuevamente, al venir al caso del asunto que nos ocupa, que una de las sedes de la actividad en cuestión sería un espacio histórico y monumental de nuestra ciudad edificado por los Infantes-Duques de Montpensier: las Caballerizas de Orléans sitas en la calle Baños, en pleno casco histórico, en el corazón del Barrio Bajo, entorno donde pudo localizarse hace siglos la Judería sanluqueña.
Como ya decíamos hace unos días sería prolijo (nos acercaremos a ello de seguro más adelante) entrar en el detalle de las notables influencias estéticas e históricas (europeas y orientales) que se dan la mano en este edificio monumental que originalmente formaba parte del complejo del sanluqueño Palacio Orléans-Borbón y en el que hoy se alojan las Bodegas de los Infantes (centenarias a no mucho tardar).
Queremos, eso sí, volver a traer algunas referencias bibliográficas sobre el referido Palacio Orléans-Borbón; así, para las influencias artísticas y patrimoniales de los Infantes-Duques desde un plano más general, puede verse el libro de M. Linares Gómez del Pulgar y A. Tejedor Cabrera titulado Los palacios de los duques de Montpensier. Arquitectura y metamorfosis urbana en Villamanrique, Sanlúcar de Barrameda y Castilleja de la Cuesta (publicado por la Universidad de Sevilla en 2015); igualmente puede consultarse la obra de Manuel Rodríguez Díaz El mecenazgo de los duques de Montpensier (libro publicado en Madrid, en 2018). Naturalmente es de citar el gran libro de Vicente Lleó Cañal La Sevilla de los Montpensier. Segunda Corte de España, publicado en 1997 en Sevilla por la Fundación Focus.
Amén de dichos tres libros y atendiendo de manera más específica a lo relativo a Sanlúcar de Barrameda, puede verse el libro coordinado por A.Mª. Gómez Díaz, El Palacio Orleáns-Borbón de Sanlúcar de Barrameda (publicado en 1989 en Sanlúcar); pueden igualmente (sin menoscabo, naturalmente, de otros trabajos) ser consultados artículos como los que siguen: Mª.C. Maestre Mejías y J.A. Márquez Galán, “El Infante Duque y el Jardín de los Cinco Sentidos”, publicado en el nº. 13, de 2019, de Gárgoris. Revista de Historia, Arqueología y Patrimonio del Bajo Guadalquivir (en las páginas 33 a 57, ambas inclusive); igualmente, M. Ruiz Carmona, “Los Duques de Montpensier: esos grandes desconocidos”, publicado también en la revista en Gárgoris , en el número 6, de 2014, de la misma (páginas 2 a 8 de la revista); así mismo, Mª.D. Rodríguez Doblas, “Los niños en el jardín del Palacio de Orléans de Sanlúcar de Barrameda”, texto aparecido igualmente en Gárgoris nº. 6 de 2014 (en las páginas 14 a 21).
Para lo que concierne directamente a las Caballerizas sanluqueñas es de considerar especialmente el estudio específico de M. Rodríguez Díaz, un artículo titulado “Las Reales Caballerizas del Palacio Orléans Borbón de Sanlúcar de Barrameda”, que sería publicado como los anteriores trabajos citados supra en el sexto número de la revista Gárgoris, de 2014, entre las páginas 21 y 27 (ambas incluidas) de dicho número de la misma.
Al acercarnos al histórico edificio de las Caballerizas de Orléans (o Caballerizas de Montpensier) son varios los elementos singulares de dicho monumento que ya a simple vista, a primo sguardo, llaman la atención del viandante, tal es la llamativa al tiempo que poderosa estética de la construcción.
Destaca no sólo la propia naturaleza vigorosa del edificio, con una potente fachada por la calle Baños que se alza en varios cuerpos desde el nivel de la calle, sino los mencionados elementos singulares que hacen que todo aquel que se avecine a sus inmediaciones no pueda sino detenerse a contemplar la edificación, entendiendo aun sin, acaso, conocimiento de causa que se encuentra ante un edificio especial.
Las formas, la combinación de colores que presenta, las ventanas del edificio y el estilo decididamente arabizante/orientalizante de las mismas, el gran acceso, grande en sus formas al tratarse de una puerta de caballerizas y grande en sus fondos al presentarse al observador como un elemento verdaderamente monumental por sí mismo, todo en la contemplación de las Caballerizas nos pone ante la evidencia de que el espíritu que las inspiró, la mente que las concibió y la mano ejecutora que las levantó eran, del mismo modo, verdaderamente singulares. Pero amén de otras influencias estéticas presentes en el edificio (desde los mamelucos egipcios y sus palacios a los sultanes otomanos y aun la vanguardia de la ingeniería y la arquitectura metálica de la Europa del XIX, con los puentes parisinos como inspiración), queríamos acercarnos al escudo que preside la portada de las Caballerizas, que a modo de tugra presenta el monograma del Infante Duque de Montpensier: formando un óvalo rematado por corona de príncipe aparecen las letras “A” y “O”, estando la primera enmarcada por la segunda, símbolo de “Antonio de Orléans” (juego de letras que también está presente de distintas formas en el Palacio Orléans-Borbón), estando a su vez el óvalo sustentados por caracteres cúficos, árabes, los cuales de derecha a izquierda y divididos en dos mitades simétricas revelan el título francés del Infante: “Mont-Pensier”, como veremos en los próximos párrafos.