Apuntes de Historia DXXXVI

Manuel Jesús Parodi, Sin categoría

Manuel Jesús Parodi.-Reflexiones sobre la divulgación histórica y patrimonial” 

Estamos firmemente convencidos de que uno de los compromisos fundamentales e irrenunciables de una Sociedad libre y crítica consigo misma es el de dotarse de herramientas culturales que permitan a la ciudadanía acceder a la información y al conocimiento, dotando al cuerpo social de unas mejores condiciones, de unas mejores y más completas bases para seguir precisamente construyendo un entorno más crítico y por ello más libre.

En estos términos (o en otros muy similares) nos hemos expresado en numerosas ocasiones, dentro y fuera de este medio, desde hace ya no pocos años, y las premisas que los presiden son aquellas por las que nos conducimos en nuestro compromiso con la divulgación histórica y patrimonial desde que hace ya una treintena de años comenzásemos a desarrollar nuestra línea de trabajo de divulgación tanto en medios audiovisuales como por escrito, en medios y espacios de prensa y comunicación analógicos, primero y luego también virtuales (como es el caso de estas mismas páginas).  

La divulgación del conocimiento, de la Cultura, de la Historia, de los valores del Patrimonio Histórico y Cultural es, de este modo, una de las tareas esenciales en la construcción de una Sociedad más libre y más crítica, pues cabe incluso señalar que la socialización del conocimiento, su extensión horizontal y libre entre los miembros del cuerpo social, es tanto un deber de las administraciones públicas como un derecho de los ciudadanos. 

El conocimiento es, y como tal debe ser considerado, uno de los principales activos a disposición de la ciudadanía; el conocimiento debe ser considerado como uno de los principales capitales sociales a disposición del ciudadano y por ello en su difusión han de comprometerse y empeñarse tanto las administraciones como la propia ciudadanía.

En ese sentido, y como sabemos, es absolutamente imprescindible que desde las administraciones públicas se desarrolle una más que necesaria tarea de difusión de los valores de nuestra Historia y nuestro Patrimonio precisamente desde la perspectiva de la socialización del conocimiento, de la extensión de los valores de este capital social que es el conocimiento, teniendo como referente fundamental y como elemento vertebrador de este proceso los valores inherentes a la propia Herencia Cultural de cada cuerpo social, que constituyen una parte consustancial de los pilares identitarios de toda Sociedad  

La acción divulgativa emprendida y desarrollada por las administraciones no puede pasar por alto las premisas de la cooperación institucional, a través de la cual se debe ejercer la tarea de difusión de los antedichos valores históricos y patrimoniales, todo lo cual puede articularse a través de acciones y programas divulgativos de distinta naturaleza, algunos de los cuales cabe desarrollar durante todo el año, mientras otros acaso puedan centrar su ámbito cronológico de actuación de manera estacional en virtud de su propia naturaleza y de las características de las líneas de acción a implementar en dichos programas divulgativos.

Igualmente en este campo de la difusión y desde la óptica de la mencionada cooperación institucional, es necesario que lleguen a implementarse y sostenerse de manera estructural y como fruto de una labor seria y constante de planificación cultural programas desarrollados conjuntamente desde la administración local con otras administraciones (superiores, por ejemplo), unos programas de naturaleza eminentemente cultural y divulgativa que busquen incidir finalmente en la pedagogía patrimonial y en la socialización del conocimiento.

Pero, naturalmente, en lo que atañe a la acción de las administraciones públicas en materia de divulgación histórica y patrimonial, antes de considerar la difusión habrá que considerar que se hace imprescindible atender a los otros tres pilares del trabajo en materia de gestión del Patrimonio Histórico y Cultural (y Natural) de una localidad.

Así, podemos comenzar a considerar los cuatro pilares de la gestión patrimonial partiendo de la protección, que atañe a la legislación y normativas de distintas envergadura y categorías que convergen en el ámbito de la gestión del Patrimonio; será vital que la administración local cuente con los medios y mecanismos imprescindibles para la gestión del Patrimonio de la ciudad, entendiendo como tales tanto lo que tiene que ver con la dotación presupuestaria necesaria como con la no menos necesaria estructura administrativa y de gestión, una estructura dotada de ese presupuesto que hemos mencionado tanto como de los imprescindibles recursos humanos, caso de personal especializado en materia patrimonial, ya que -como la experiencia siempre demuestra cuando llega el caso- dotarse (en apariencia al menos) de presupuesto sin contar con la imprescindible estructura no conduce a nada salvo a un posible y “alicorto” maquillaje que se suele saldar, en general, pronto y mal sin redundar en beneficio de la ciudad y la ciudadanía. 

La conservación es otro de los cuatro grandes pilares de la gestión del Patrimonio, y a nuestro entender es acaso aquél de dichos cuatro pilares que más peso debería tener en el ámbito directo de la gestión y la administración local, puesto que si la protección viene a descansar en buena medida sobre el ámbito normativo y en dicho campo son las administraciones superiores las que tienen el mayor peso en esta cuestión (ello sin perjuicio de la acción de unas ordenanzas municipales bien construidas, que mucho podrían hacer en este sentido), la conservación podría ser el “terreno estrella” de la gestión [desde el ámbito] municipal en el contexto patrimonial local, ya que las administraciones locales podrían (como de hecho sucede en municipios) liderar la tarea de conservación del Patrimonio local.

Y, junto a la divulgación, que sería el cuarto gran pilar de la gestión patrimonial, el tercero de dichos pilares es el de la investigación, un campo en el que los consistorios tienen mucho que decir, y de hecho no pocos ayuntamientos desarrollan líneas de acción en el terreno de la investigación patrimonial (por ejemplo en el ámbito del patrimonio arqueológico).

Avanzar en el conocimiento de la propia Historia y el propio Patrimonio resulta, también, fundamental a la hora de la construcción de los valores del cuerpo social, y dicha tarea de investigación ha de verse coronada de manera irrenunciable con la pertinente labor de socialización del conocimiento que permita difundir los avances realizados en el seno de la ciudadanía.

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